“Acabo de leer Crueldad en subasta, de mi admirada
Malú Huacuja del Toro. Ampliamente recomendable; si se quiere saber el por qué
de mi opinión, sintonicen mañana METAMORFOSIS DE LA PALABRA, en punto de las
dos de la tarde, hora del centro de México, por www.iradiatec.com”
lunes, 31 de agosto de 2015
Hoy se comentará en programa de radio mi nueva novela
Alvmélie Warhol anuncia:
domingo, 30 de agosto de 2015
¿Retuiteando a Epigmenio Ibarra y creyendo que ayudas a Ayotzinapa?
Las
preguntas que te conviene hacerte antes de retuitear, difundir y creer lo que
dice Epigmenio Ibarra si no quieres convertirte en parte del problema y no de
la solución al caso Ayotzinapa
1. ¿Por qué Epigmenio Ibarra produce una telenovela en
la que sugiere que Raúl Salinas de Gortari orquestó la protesta de los
normalistas de Ayotzinapa para irle a arruinar su campaña electoral a la esposa
de Abarca, el entonces alcalde de Iguala, mientras que en Twitter se
muestra solidario con la causa de Ayotzinapa y pasa lista de los estudiantes?
El pasado viernes
28 de agosto de 2015, en Estados Unidos se transmitió el capítulo 87 de la temporada 3 de la
telenovela El Señor de los Cielos coproducida por Telemundo y Argos
Comunicación, la empresa que dirigen él y el ex senador Carlos Payán, presidente de
Argos Producciones y fundador del periódico La
Jornada. En esta telenovela supuestamente
“creada” por Luis Zelkowicz —pero que en realidad es un mal plagio de la
estupenda teleserie colombiana Escobar, el
patrón del mal (Caracol Televisión,
2009-2012)— se pretende reproducir la historia del narcotraficante mexicano
Amado Carrillo haciendo un batidillo de fechas, hechos reales e invenciones. El
resultado es ése: un champurrado que ni es una historia totalmente ficticia,
porque utiliza las grandes tragedias de México, ciertos personajes y ciertos
nombres, ni es tampoco una recreación de hechos reales a la manera de Escobar, el patrón del mal y, mucho menos, un documental. A diferencia de Escobar, el patrón del mal, que sí está
basada en un trabajo periodístico (La
parábola de Pablo, de Alonso Salazar), en la que participaron víctimas de
Pablo Escobar (víctimas que además son hijos y nietos de verdaderos periodistas),
los productores y guionistas de El señor
de los cielos no les preguntan ni les piden su opinión a las víctimas de la
masacre de Ayotzinapa y deciden lucrar con esta terrible realidad, presentando
en el capítulo emitido el jueves 27 de agosto a unos “estudiantes de
enfermería” que, organizados por un personaje claramente identificable con Raúl
Salinas de Gortari —es "primo" de un ex presidente, está implicado en el narco y acaba de salir de la
cárcel—, “toman un camión” para ir a “arruinar” un acto de la “candidata a la
alcaldía de Maravatío”. Sitúan el hecho en Michoacán y no en Guerrero (para
echarle la culpa al PRD en Michoacán y eximir a AMLO y a Morena de su
corresponsabilidad en la matanza en Iguala), pero sí se fijan bien en que la
alusión a los estudiantes de Ayotzinapa sea clara: van “34 estudiantes” en el
camión (invirtiendo los dígitos, 43).
Después, el capítulo
transmitido este viernes 28 de agosto, el personaje que representa a Raúl
Salinas de Gortari se reúne en un cónclave de mafiosos con el personaje que
representa a Amado Carrillo y una hampona líder sindical semejante a Elba
Esther Gordillo para decidir quién va a ser el siguiente presidente de la
República Mexicana. Los “34 estudiantes de enfermería” que viajaban en un
camión rumbo al acto de la esposa del alcalde son secuestrados por el narco y
la policía. En el minuto 8:42, el personaje que representa a Raúl Salinas de
Gortari, dice:
—No te había
comentado, pero como te prometí, nos movilizamos en contra de [la ficticia
María de los Ángeles Pineda, esposa de José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala]
en Michoacán. Se está lanzando para alcaldesa de Maravatío. Le vamos a joder su
numerito.
Se refiere
inequívocamente a la protesta de los 43 estudiantes de Ayotzinapa rumbo a
Chilpancingo, a pesar de que los sobrevivientes estudiantes han declarado una y
otra vez que no se dirigían a Chilpancingo a “arruinarle” un importante acto a
la candidata. Todo esto ocurre, según la telenovela, durante el sexenio de
Calderón (a quien llaman Morejón), no de Peña Nieto. Y el Presidente de México
no encubre la masacre, como ha sucedido durante ya casi un año con la
desaparición y asesinato de los estudiantes de Ayotzinapa. Por el contrario:
está indignado con lo que sucedió a los estudiantes. En el minuto 37:47 dice:
“Quiero a esos estudiantes de enfermería en sus casas”.
¿Cuánto están ganando
los productores de Telemundo y Argos con esto? ¿Se vale lucrar con la tragedia
de los estudiantes de Ayotzinapa falseando la información de esta manera,
diciendo veladamente que los estudiantes actuaban bajo las órdenes de Raúl
Salinas de Gortari y la Gordillo bajo el pretexto de que “es una ficción”? Por
lo visto, sí: se puede, y mientras no haya límites de ningún tipo, estas
personas lo seguirán haciendo. ¿Pero después de esto es posible decir que
Epigmenio Ibarra apoya a los padres de Ayotzinapa? ¿Con qué cara está pasando
lista de los estudiantes desaparecidos todas las noches en Twitter, por una
parte, y por otra, produciendo una telenovela en la que sugiere que Salinas de
Gortari mandó a los estudiantes a protestar, que el Presidente de México quiere
justicia o que los estudiantes sí se proponían “arruinar” el acto de la señora
Pineda?
Eso, por mencionar
sólo los últimos capítulos, que ya son el colmo. La telenovela entera es una
celebración del narco.
2. ¿Por qué su
telenovela El Señor de los Cielos
parece un mal plagio de la excelente teleserie colombiana Pablo
Escobar, el patrón del mal, pero desde el punto de vista de los
narcotraficantes y no de las víctimas?
Porque lo es. De
hecho, utiliza a varios actores de la telenovela original y la primera
temporada fue coproducida por la misma productora colombiana, Caracol. Sin
embargo, Escobar, el patrón del mal fue
ideada y escrita ni más ni menos que por el hijo del periodista asesinado por
orden de Pablo Escobar (Guillermo Cano, director de El
Espectador) , Camilo Cano, y por Juana Uribe, la sobrina del candidato Luis
Carlos Galán, asesinado por orden de Pablo Escobar. Ella fue, además, la
productora general de la telenovela. La historia está bien contada desde el punto de vista de las
víctimas, no de los asesinos (ni de unos empresarios queriendo ganar dinero con
historias de asesinos). “Bien contada” quiere decir, entre otras muchas cosas,
que presenta personajes bien desarrollados, no acartonados villanos. Es estremecedora
la dulzura de Pablo Escobar en muchas escenas inmediatamente después o antes de
ordenar torturas y asesinatos, pero toda la historia está contada desde el
punto de vista de quienes sufrieron, no de quienes hicieron pedazos a
Colombia. En cambio, El Señor de los Cielos convertido en un
simpático Don Juan presenta al público divertidas comedias de enredos (Lope de
Vega sin poesía) con escenas de sexo light
salpicadas de algunos sucesos de la historia de México que en la telenovela son
incidentales (Acteal, y eso sí lo ponen con su nombre). Eso hace la gran
diferencia entre una y otra telenovela, por no hablar de todo lo demás: mejor
dirección, admirables actuaciones, excelentes guiones, notable dirección de
reparto para elegir no sólo buenos actores sino con un parecido físico
impresionante, etc. Para muestra, un
botón: hay que ver la diferencia entre las madres de los dos capos para
aprender a pasarse en fast forward
todas escenas de Lisa Owen más miscast
que nunca.
Todo lo cual, por lo visto, se vale
porque se puede, y mientras tengan el dinero sin ley lo seguirán haciendo.
¿Pero el señor Epigmenio Ibarra es de izquierda y apoya la causa de los padres
de Ayotzinapa? Eso es lo que ya está más
difícil de creer.
3. ¿ Cómo es posible que una telenovela como Escobar, el patrón del mal
que no es de izquierda (Luis Carlos Galán era liberal y la telenovela es
abiertamente galanista), sea más compasiva, respetuosa, didáctica y subversiva
que la de los productores que se dicen de izquierda y que hacen la propaganda
del partido Morena?
Principalmente, porque es honesta. Los familiares de las víctimas querían, sobre todo, dejar un testimonio pedagógico sobre lo que ocurrió, y no por nada la rúbrica de entrada decía: "Quien no conoce la historia, está condenado a repetirla". Y quizás la
respuesta está en un parlamento de la propia telenovela Escobar, el patrón del mal. “A nadie le gusta más el dinero que a
la gente de izquierda”, dice el personaje del gran capo luego de estar negocios
con los cubanos y los nicaragüenses (todo lo cual está documentado y recreado
en las fechas exactas; no como las patrañas de El señor de los cielos).
O a lo mejor es que no son de izquierda. A lo mejor.
AYOTZINAPA VIVE
sábado, 29 de agosto de 2015
"Crueldad en subasta": nueva novela
De
venta en Amazon, una novela en la que, a diferencia de Poniatowska, sí se cita bien a Borges.
Encuentre en qué parte del libro y se ganará un videopaseo por Nueva York vía
teleconferencia con la autora.
Adquiérala aquí.
sábado, 8 de agosto de 2015
Antipostales de Nueva York: Los anteojos de la propaganda
Los anteojos de la propaganda
Antipostales de Nueva York*
Malú Huacuja del Toro
¿Puede un gran periodista llegar a un país como México y rendir pleitesía a intelectuales que no conoce?
Decía Salvador Elizondo en un cuento memorable que las ciudades
“guardan en sus resquicios la posibilidad de toda suerte de mitos
estrafalarios”. La de Nueva York es ejemplo por excelencia y tradición, en
particular por sus estrambóticos viandantes, pero después de más de una década
de pasearla creo que no hay mayor mito que el que oculta esta gran urbe
vertical a la luz del Sol: sus habitantes somos el telón de fondo, los extras
de una película que proyecta el engaño del glamour. Ni al más despistado
turista le puede pasar desapercibida en algún momento la hostilidad de la gente
en la calle, la frustración cotidiana, las groserías de los empleados de
servicios, la indiferencia con la que un joven gana un asiento en el Metro y
deja parada a una mujer embarazada y cargada de bolsas, o la formidable
tranquilidad con la que un hombre blanco con porte de maestro universitario
puede quedarse de pie bloqueando con su portafolios de piel un corredor vacío
mientras una muchedumbre se amontona en el reducido cubo de la entrada: no una
vez sino muchas, porque eso es costumbre y no excepción.
El turista lo ve pero no quiere guardarlo en
sus recuerdos. Y si la ilusión de una vida maravillosa en la metrópolis de los
rascacielos persiste es porque, desde la Generación Prozac diseñada
por el ex alcalde Rudoph Giuliani, abundan los promocionales turísticos
fílmicos, televisivos, fotográficos y de novelas rosas. La teleserie El sexo y la ciudad
fue la bandera de su gobierno. Varias amigas queridas en México me dicen que
quieren ser Carrie Bradshaw, la protagonista, aunque sea un personaje imposible
en una ciudad inexistente. Me pregunto qué pasaría si en alguna de esas series
se representara lo que me contestó una joven pasajera de un autobús una noche
invernal en que me aquejaba una fuerte gripa, cuando insistía en mantener la
ventana abierta y le expliqué que estaba enferma:
—Es mi asiento y mi ventana. Si estás enferma,
vete al hospital.
Ni en género de comedia funciona ese
parlamento que aquí es lugar común. Pero, en fin…
La buena noticia es que no hay asaltos. Los
negros son rápidamente criminalizados por delitos menores o por nada; la
policía queda exonerada si les dispara a matar, pero no, no hay asaltos.
Tampoco hay periodistas ni escritores que nos recuerden el precio de esa
tranquilidad.
El paraíso terrenal tiene un equipazo de propaganda
y nos gusta creer en ella: ésa es la verdad. Mirar al mundo tal cual es en
estos tiempos resulta cada vez más doloroso e impopular. Por añadidura, antes
de que un buen fotógrafo capte la esencia de un momento, ya cualquier pésimo
camarógrafo tiene Instagram y cualquier generador de palabras tiene cuenta en
Twitter. Sus retratos desde los ángulos más desinformados y desafortunados
también distorsionan. A veces he estado en los mismos lugares y momentos que un
teléfono descerebrado encendido y con cuenta en YouTube. Lo que éste
registra y propaga no es necesariamente lo que sucede. No cualquiera con un
iPhone en la mano es Ryszard Kapuściński.
Kapuściński nos contaba el mundo tal cual era. Lo que no comprendo
de él es cómo, siendo un sagaz observador, un verdadero periodista y un
cronista tan extraordinariamente dotado, llegó a México asumiendo que era
verdad cualquier cosa que le contaran sus funcionarios de cultura y sus
intelectuales subvencionados por el gobierno. Pienso: si es usted un sagaz
reportero de visita a un país tan corrupto como el nuestro, en el que un
conocido narcotraficante se escapa de la prisión en motocicleta por un túnel
con rieles, ¿usted creería que los periodistas y escritores más premiados son
los más confiables? ¿O los mejores?
¿No sospecharía que, en un universo donde los estudiantes rurales
desarmados son masacrados impunemente y desaparecidos sin que se sepa nada de
ellos durante diez meses, tal vez también el periodismo y la producción
editorial pueden estar incorporados a ese sistema? Si usted se encuentra en
semejante territorio, digamos, con directores de periódicos famosos, que le
presentan a una serie de intelectuales como “lo más granado de la nación”, ¿les
cree? ¿No corrobora segundas fuentes? Es asombroso que Kapuściński tenga ojos
suspicaces para Etiopía, pero no para México. Con nosotros se tragó la píldora
completita: a Elena Poniatowska le dio un trato de colega a pesar de que la
calidad de cualesquiera de los libros de la multipremiada periodista dista
muchísimo de la de El Sha o El Emperador.
Por alguna razón a la gente no sólo le gusta creer en la
propaganda, sino en los propagandistas de alcurnia. Los británicos se precian
de ser objetivos, pero nada objetaron de la cuestionable lista de escritores
“representativos de nuestro país” elegidos para la Feria del Libro de Londres
dedicada este año a México, por ejemplo. Como si en un país controlado
por el narcotráfico los intelectuales se rigieran por un sistema completamente
al margen, ajeno a la cultura de las pandillas, los sobornos, las extorsiones y
los asesinatos ordenados desde el poder… aunque sean solamente metafóricos.
***
Publicado originalmente en La Digna Metáfora.
sábado, 1 de agosto de 2015
martes, 21 de julio de 2015
Entrevista en "La Digna Metáfora"
Buen día, queridos amigos y enemigos: les comparto el enlace a una entrevista que me hizo el periodista Víctor Jesús González y que desde ayer aparece completa en la versión impresa de La Digna Metáfora: http://www.ladignametafora.com.mx/cine/las-artistas-no-deben-depender-del-estado-ni-de-dios-ni-del-marido/
miércoles, 8 de julio de 2015
Coplas para los empleados de los consulados
Apreciada
lectora / lector:
A un mes del cobarde asesinato del activista Antonio
Vivar, quien razonablemente oponía una resistencia pacífica y desarmada al
sistema electoral en Tlapa, Guerrero, en apoyo a Ayotzinapa, fuimos al
Consulado General de México en Nueva York a protestar. Cuando la cónsul Sandra
Fuentes Beráin salió por la puerta principal con su comitiva, fingió no vernos
ni oírnos, a pesar de nuestras pancartas y nuestros gritos.
Por mi parte, les escribí estas coplas a los empleados
de todos los consulados de México en el mundo. Si te parece bien, difúndelas en
redes sociales, especialmente entre tus contactos que vivan en el extranjero
hasta que les resulte imposible seguir trabajando en esas sucursales del
narcogobierno. No te cuesta nada difundir la imagen, pero a ellos les recuerda
lo que son. No es necesario que me des crédito. También hay ya un tuit que puedes reenviar: tuit para los empleados de los consulados de México
Gracias por tu ayuda en esta campaña para incomodar a
los empleados de los consulados y embajadas. Queremos que las oficinas de
México en el mundo y especialmente en Nueva York tengan la fama que se merecen en el
mercado laboral y que la gente digna no quiera trabajar ahí. Solamente a los
intelectuales y artistas de la plutocracia les parece un honor departir con
Sandra Fuentes Beráin.
Por cierto, ¿sabías que en el consulado de Nueva York
hay una sala que se llama Octavio Paz? Es ocupada por los migrantes pobres a
los que Paz ayudó a expulsar de su país hace 25 años, trabajando como promotor de lujo* del gobierno de Salinas de Gortari y defendiendo la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC)…
En fin. Te abrazo a la distancia y te agradezco lo que
puedas hacer…
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*Pequeña crónica de grandes días, FCE, México, 1990.
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*Pequeña crónica de grandes días, FCE, México, 1990.
sábado, 27 de junio de 2015
A 9 meses de la masacre y desaparición de estudiantes de #Ayotzinapa
Amo a los perros. Lo digo a 9 meses de la muerte y desaparición forzada de los estudiantes de #Ayotzinapa . No estoy en contra de la ley para prevenir el maltrato a los animales, pero en un país donde no está prohibido masacrar, torturar y desaparecer estudiantes desarmados de una escuela pública rural; en un país donde el propio presidente ha confesado que autorizó la tortura sexual a unas mujeres desarmadas por parte de la policía federal en Atenco, en un país donde el asesinato, el secuestro y la tortura no son algo estrictamente prohibido para la policía federal y local, ¿exactamente cómo pretenden hacer cumplir esta ley de protección a los animales e imponer cárcel a los maltratadores? Y si lo logran con alguno 9 meses antes de lo que han tardado en hacer justicia para Ayotzinapa, ¿no les parece un escándalo? Querría decir que en México la aplicación de la ley es más justa y ágil con los animales que con los seres humanos.
viernes, 26 de junio de 2015
Hablemos de las evaluaciones evadidas 20 años a 9 meses de la masacre de Iguala
¡Duro con hacer evaluaciones tramposas a los maestros!
Tramposas, porque están diseñadas para acabar con las movilizaciones en favor
de la educación pública —no para mejorar la educación—, y porque sus verdaderas
calificaciones son impuestas por el Banco Mundial, al que bien harían los
pueblos afectados en evaluar: ¿de qué sirve ese tal Banco Mundial, si no es
para imponer calificaciones “de inversión extranjera”, es decir, de “qué tan
desregulado y corrupto puede ser un país como para extraer sus recursos
naturales y convertir a su juventud en peones y narcotraficantes”? Es hora de calificar al calificador.
Pero a 9 meses de la masacre
de Iguala y en medio de las protestas que no son para “solapar maestros
güevones” como dicen, sino para defender las escuelas rurales de educación pública
—a veces la única posibilidad de que un joven no se convierta en narcomenudista—,
y pedir justicia para la masacrada Ayotzinapa, hablemos de algunos verdaderos
zánganos…
Acaban de publicarse los
resultados de los ganadores del Sistema Nacional de Creadores Artísticos del
Fonca, un corruptísimo y costosísimo sistema que jamás se evalúa y al que no
critica nunca ninguno de los feroces defensores de la reforma educativa y
enemigos de los sobrevivientes de Ayotzinapa. Me sumo al cuestionamiento de Gonzalo
Valdés Medellín, quien se pregunta:
“¿un poeta que tiene 44 años, poemas sueltos en revistas y un solo libro publicado, merece ya ser beneficiado con los 20 mil pesos mensuales, o más, que le otorgará el Fonca? Un funcionario multichambas culturales, que igual ha sido editor de revistas que ensayista en las mismas publicaciones donde cobra por su trabajo de editor y que desde 1994 fue seleccionado por Fonca para tener la beca del Sistema Nal. de Creadores, ¿tendría que volver, por enésima ocasión, a disfrutarla? Leo la relación de creadores suertudos y, mientras la leo, voy recordando a qué grupo cultural pertenece cada uno, quiénes son sus amigos. Y algunos de sus amigos, curiosamente dos o tres, son los que más cerca están del otorgamiento de esas becas”.
Entre
los ganadores de este año están los mismos que ganaban y eran jurados en los
años 90. No en vano un cibernauta que firma como AN Kortázar dice: “A veces
pienso que del sexenio de Salinas de Gortari a éste, sólo hay meses de
diferencia”. Los sempiternos triunfadores durante dos décadas y media van a
recibir por su capacidad como cobradores y por su insolencia 29 mil pesos. No
olvidar que en este momento entran en su segundo y tercer año los elegidos en el año pasado y antepasado. Luego nos cuentan qué obras
trascendentales han escrito o producido en 15 años algunos de ellos.
Pero no son pobres. No dan clases en barracas rurales a niños miserables. No hay por qué evaluarlos. Aunque en 1995 no hayan seleccionado más que a sus amigos y en 2015 sigan cobrando el favor. Y a pesar de que a 20 años de distancia quede en entredicho su capacidad para evaluar, no se diga a otros artistas, sino a sí mismos, y no se diga por su producción sino por su trayectoria sin rendición de cuentas.
Entre la comisión de corruptos "evaluadores" hay incluso, gente de la "oposición" electoral e ideólogos de Morena.
viernes, 19 de junio de 2015
lunes, 15 de junio de 2015
La noticia de hoy
La noticia que les tengo a mis contertulias y contertulios esta mañana es que hoy, en el mismo número en que aparece publicada mi más reciente "Antipostal de Nueva York" para La Digna Metáfora, el crítico de cine más importante de México, Jorge Ayala Blanco, declara a propósito de Güeros que, si bien “se trata de un filme muy inventivo, con ideas de realización realmente apabullantes que no hay en el resto de todo el cine mexicano, desde el punto de vista ideológico me parece una película aberrante, en contra de una huelga que ganó e impidió la privatización de la educación en México; fue una huelga exitosa y ponerla como trapeador me parece una tontería".
¿Qué tal?
viernes, 29 de mayo de 2015
sábado, 23 de mayo de 2015
domingo, 10 de mayo de 2015
miércoles, 6 de mayo de 2015
Los puentes mentales y un dilema: ponencia para el seminario convocado por los zapatistas
domingo, 3 de mayo de 2015
sábado, 25 de abril de 2015
Antipostales de NY: La palabra y el insulto
Antipostales de
Nueva York
La palabra y el
insulto*
ENTREVISTA CON MICHELE KAPLAN
Malú Huacuja del
Toro
Tal vez se necesite a un nuevo Elías Canetti
estudioso de la masa y el poder en la era de la comunicación ciberespacial para
explicar la deshumanización en las redes sociales. O tal vez no. Probablemente
estos fenómenos sean tan antiguos como la prehistoria. El caso es que, entre los enérgicos
defensores tuiteros de que surja Mexicoleaks —la página financiada, en parte, por una dependencia
gubernamental holandesa— es posible que haya quienes antes le gritaron “puto”
al jugador del equipo holandés que hizo perder a México durante la Copa
Mundial, y que hayan defendido con frenesí la teoría semántica del entrenador
de la selección mexicana. Quizás esas personas son también las que tuitearon
cien veces el video de la niña mexicana cantando “puto” al holandés y que se
mofaron cien veces de la niña que le respondió elegantemente desde los Países
Bajos con una bella canción. En cualquier caso, el lanzamiento en marzo de un
sitio de wikifugas mexicanas y la
controversia que la rodea ha colocado nuevamente en primer plano el debate sobre
la libertad de expresión.
Lo cual conlleva el derecho de
felicitar a los holandeses si ayudan a la periodista de su preferencia —Carmen
Aristegui—, pero de decirles “putos” si derrotan al equipo mexicano.
En
esa disputa, la libertad puede tomar la forma de un ángel o de un insulto
vulgar a un sector de la población —como las mujeres, las y los homosexuales,
las y los indígenas— , pues lo que se defiende es el derecho de hablar y no el
significado ni el contexto de lo que se dice.
Mientras el debate se limite a ese nivel
tan elemental, la palabra característica de nuestro país seguirá siendo “puto”,
y la de Holanda, “libertad”.
Para ilustrarnos más sobre este
fenómeno le he pedido una entrevista a una de las mujeres más capaces hacerlo:
Michele Kaplan. Paradójicamente, las estadísticas demográficas la denominan
como lo contrario, “incapacitada”, pues vive desde hace cuatro años en una
silla de ruedas.
Michele Kaplan en apoyo a Ayotzinapa |
Quizás porque de joven quería ser
poeta y estudió literatura, lo suyo es la liberación de los conceptos, las alas
de las palabras, y su opuesto: las cadenas.
Kaplan es, además, la iniciadora del activismo sobre ruedas del
movimiento antisistémico Ocupa Wall Street. Gracias a su trabajo educativo, los
protestantes empezaron a preocuparse por incluir a la comunidad de
discapacitados y a cuestionar el capacitismo
(gente en pleno uso de sus capacidades físicas que discrimina).
“En los primeros días del movimiento
—cuenta en un documento que se ha convertido en un clásico del activismo, donde
se transcribe una de las clases que dio en las sesiones de Ocupación activista sobre ruedas—, pregunté en un foro: ¿cómo puede
ser el movimiento más incluyente para la gente que anda en silla de ruedas? Acampar
no es accesible para nosotros. La respuesta que recibí fue: ‘No me jodas. Esto
es una revolución. ¿Qué más quieres? ¿Una mesa de masaje?’. Pero me di cuenta
también que esa respuesta no representa a todo el movimiento ni a la izquierda.
Además, en la mayoría de los casos, se concreta en un asunto de perspectiva. Si
tú no usas una silla de ruedas, es muy común y natural ver unos escalones como
simples escaleras, no como un obstáculo. Igual que si eres millonario, no
tendrías la perspectiva de alguien que no tiene qué comer, y viceversa”.
Kaplan preguntó a su audiencia: “¿Cuántos
saben que solamente se requiere un escalón para impedir que una persona en
silla de ruedas entre a un edificio?”. En seguida, puso un ejemplo de una
manifestación que se iba a hacer “muy a la John Lennon / Yoko Ono”, cuenta, el
día de San Valentín, con un colchón adentro de una fuente seca donde la gente se iba a sentar y a acostar.
“El problema es que la fuente estaba rodeada de escaleras... Levanté mi letrero
que decía: La revolución ES accesible
para los discapacitados”. Se acercaron algunos organizadores a preguntarle
qué podían hacer, y el resultado mejoró el performance,
pues al poner el colchón de la protesta
afuera de la fuente, quedó más visible. “Participaron más personas que tal vez
no se atrevían a hacerlo cuando estaba dentro de la fuente”, cuenta.
Kaplan es, además, fotógrafa,
dibujante, y gran aliada del México rebelde: entre el contingente de la
manifestación que dio la bienvenida al profesor de Ayotzinapa Felipe de la Cruz
en la legendaria plaza Union Square en marzo, al centro se divisaba su menuda
figura tomando fotos, como lo ha estado en otras protestas del pueblo frente al
consulado de México por el asesinato del maestro zapatista Galeano.
—Cuéntanos de tu esfuerzo por concientizar sobre lenguaje y
discriminación…
—Si lo señalas, muchas veces la gente se
queja de que “limites su libertad de expresión”. Pero, en realidad, están
confundiendo “libertad” para hablar con las consecuencias del lenguaje. Son dos
cosas distintas. Técnicamente, tú puedes decir todo lo que quieras, pero eso
será hiriente para una comunidad y sonarás como un ignorante. Hay una
diferencia entre la libertad de expresión y la consecuencia que tiene el uso de
las palabras.
”A veces te preguntas: ¿por qué la
gente nada más despotrica? ¿Y estoy yo siendo excesiva en el cuidado de mi
lenguaje? Pero por supuesto, al mismo tiempo, si nada más pierdes la calma y
nunca educas a nadie, las cosas jamás cambiarán…”
—Has sido atacada por señalar la
utilización de palabras insultantes u opresivas, incluso por gente que defiende
el derecho de decirlas si la propia población a la que alude las emplea.
—
Creo que si una comunidad oprimida decide reclamar una palabra, ésa es su
prerrogativa. Pero otras personas piensan que “no es justo, que si tú puedes
utilizarla, yo también”, lo cual realmente pide que uno les pregunte: ¿qué tan
seguido estabas usando esta palabra denigrante como para que llegues a sentir
que le pone una abolladura a tu vocabulario si no la dices?
—Recuerdo
que alguien te reclamaba por amigos tuyos que se dicen a sí mismos lames (cojos).
—La palabra lame es un ejemplo específico de esto en el idioma inglés: la gente
no tiene idea de lo denigrante que puede ser pues, de hecho, tiene dos
significados. Uno se refiere a una persona a la que una enfermedad o lesión le
impactó una pierna. Pero también significa “malo”. Muchas veces oyes decir:
“Esa película está tan lame” para
decir que es mala. Lo mismo con la palabra gay,
que quiere decir homosexual pero también algo negativo. “Ese libro es tan gay”, para decir que es malo.
”No creo que la gente siempre
entienda esto, pero el problema es que si los poderes fácticos pueden
justificar la opresión a un grupo de la población, pueden justificar la
opresión a todos (incluyendo al de la gente que se queja de que se critiquen
algunas palabras). Al menos es lo que pasa en Estados Unidos: el poder trabaja mucho
para mantener a la gente separada. Hay la idea de que no hay lo suficiente para
vivir y que más te vale conseguir lo tuyo antes de que tu vecino lo obtenga. Y esto muchas veces conduce al activismo en
torno a un solo problema, por lo que los diferentes grupos necesitados pelean
por separado por sus derechos. El poder muchas veces dirá: bueno, te
concederemos estos derechos, pero sobre las espaldas de este otro grupo y en
detrimento suyo. Creo que saben que si hubiera unión, no podrían conservar el
poder que tienen”.
—Pero, si bien fuiste “activista
desde los 15 años”, no siempre viviste en una silla de ruedas. ¿Cómo te las
ingenias para mantener la calma cuando alguien defiende su derecho a insultarte
en nombre de la libertad de expresión?
—Por supuesto hay muchos casos en los
que las personas son conscientes de que están discriminando, pero me gusta por
lo menos darle a la gente una oportunidad de ponerse de pie y evolucionar. El
truco es educar y explicar de una manera atenta: de una manera en la que uno no
nada más empiece a gritar y a regañar gente. Lo que tienes en mente es lo que
tú quieres lograr, y entonces eliges un lenguaje que funcione para alcanzar ese
objetivo. Eso es muy importante pero es más fácil decirlo que hacerlo. A menudo
tengo que respirar hondo muchas veces antes de empezar a contestar (risas).
Pero creo que, cuando haces eso, encuentras gente que está dispuesta y
que quiere aprender. Gente que simplemente no sabía lo que hacía y que quiere
mejorarlo. Pienso que en nuestra sociedad (por lo menos en la de Estados
Unidos, aunque esto puede ser universal) hay tantos ejemplos de opresión,
tantas palabras y dichos discriminativos, que éstos ya no solamente son vistos
como algo socialmente aceptable por completo, sino que están incrustados en el
inglés cotidiano, ahí donde la gente ni siquiera se da cuenta de lo que está
diciendo. Siempre encontrarás gente que diga: “¿Por qué tanto drama?”, o “No
seas tan sensible”, y que te va a decir que les estás limitando su libertad de
expresión. Pero he descubierto que, mientras más le informo a la gente, más son
los que alzan la voz, y entonces no soy sólo yo… He ahí una razón más por la
que debemos apoyarnos los unos a los otros, independientemente de si la
discriminación nos afecta o no. Y pienso que, a menos que la gente levante la
voz y diga algo, nada va a cambiar nunca.
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*La
versión condensada se publicó en La Digna Metáfora el 15 de abril de 2015.
martes, 14 de abril de 2015
Antipostales de Nueva York: Los malentendidos que son noticia
Los
malentendidos que son noticia
Malú
Huacuja del Toro*
A los equívocos, a las
coincidencias y a los descuidos debe la humanidad muchas teogonías. De
confusiones se tejen los mitos. Gracias a ellas, por más intolerable que ahora
nos resulte la idea, la imagen universal de nuestro Señor Jesucristo fue
inmortalizada por Leonardo da Vinci tomando como modelo a uno de los hombres
más perversos de la historia: Cesare Borgia, el hijo del depravado papa Rodrigo
Borgia. Y el envilecimiento de la Iglesia Católica en tiempos de los Borgia se
debió precisamente gracias a otra coincidencia, otro gran malentendido: el
"descubrimiento" de América.
Tendemos a atribuirle un valor benéfico a la conjunción
inesperada de hechos, pensando que el orden del cosmos se nos revela con
sucesos paralelos, siempre confiables, y es por ello que, a veces, nos
equivocamos irreparablemente.
Lo que los libros de
texto nunca nos cuentan cuando somos niños es que Cristóbal Colón se topó con
un nuevo continente justo en el año en que el sevillano Rodrigo Borja (cuyo
apellido se italianizó como Borgia) fue elegido Papa: 1492. El viaje del
aventurero italiano había sido financiado por la Corona Española. El Papa era
español. ¿Qué otra prueba irrefutable necesitaba España para confirmar que era
el pueblo elegido de Dios y que lo que hicieran los Borgia en el Vaticano, por
más incestuoso que se viera, era indudablemente católico y virtuoso? Ninguna.
El pueblo no tenía por qué recurrir a la razón. Dios les hablaba con los
hechos. Si no hubo más reformistas en la historia y si la gente no se sublevó
más contra el corrupto Borgia fue porque precisamente durante su papado la
tierra se hizo redonda y la Corona Española apareció en la Revista Forbes
de la época en el lugar de Carlos Slim: como la más rica del mundo.
Si, por una parte —como
se sospechaba— el Papa era un diabólico conspirador asesino, también era cierto
que, cuando él asumió el solio pontificio, Dios favoreció a España. ¿Cómo explicarse
ese suceso si no es justificando la depravación de la familia Borgia como un
milagro?
Los periodistas del momento y sus historiadores futuros no
niegan estos hechos: los ignoran, a veces, por conveniencia, y otras, porque su
época no los entiende. Corresponde a los escritores reinterpretarlos, además de
saber recrearlos. Ésa es la diferencia entre un video instantáneo y la
literatura. O entre un bloguero y un
novelista. La guerra y la paz no se habría contado en Twitter con
cápsulas de video enlazadas a lo que un mal camarógrafo improvisado estuviera
grabando en su telefonito sobre Napoleón, aunque captara millones de espectadores
y hashtags.
¿Pero a cuántas confusiones puede nuestro entendimiento
someterse en la era del malentendido ciberespacial y la incomunicación
instantánea? Eso es lo que a los narradores del futuro les queda por descubrir.
Las posibilidades son interminables. Por ejemplo: precisamente a propósito de
historiadores y novelistas, en el océano de YouTube navega ahora un video** en
el que el famoso escritor Paco Ignacio Taibo II, tras la masacre a los
estudiantes de Ayotzinapa, da una conferencia para promover el voto por su
candidato presidencial, en la cual miente sobre lo que se supone que es un
experto conocedor: la novela policíaca. ¿No es Taibo II el escritor de novela policíaca
mexicana por antonomasia? ¿No es el fundador y director de la Semana Negra de
Gijón (su ciudad natal)? ¿No es él quien instituyó desde 1987 y ganó para sí
mismo en la primera edición del Premio Hammett que otorga la Asociación
Internacional de Escritores Policíacos? Si todas estas respuestas son
afirmativas, es inexplicable que aparezca frente a una manta de Pancho Villa,
Flores Magón y el Che Guevara declarando lo siguiente:
—Decía Sherlock Holmes, que es de izquierda, compañeros, no
se les olvide, que cuando tengas alguna de quién fue, quién mató, tú, follow
the money: sigue el dinero. El camarada Sherlock Holmes, que ha sido
incorporado a nuestras filas gracias a mi habilidad para incorporar a todo lo
chingón a nuestras filas... era sabio.
Pero nada de sabia tiene su afirmación. El parlamento Sigue
el dinero no es de Arthur Conan Doyle, creador del inmortal Sherlock
Holmes. Se atribuye a William Goldman, guionista de la película Todos los
hombres del presidente (1976, Alan J. Pakula), en labios del personaje Garganta
Profunda (el informante secreto que filtró datos sobre el escándalo Watergate
a los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward del Washington Post), y
tiene su primer antecedente en la locución latina citada por Cicerón, Cui
bono, o Cui prodest ("¿Quién se beneficia?"). El autor de Días
de combate le atribuye a Holmes una frase falsa y ser "de
izquierda", porque el chiste de un "detective de izquierda que sigue
el dinero" (que sí existe) lo leyó en otra novela policíaca que no es del
creacionista (que no progresista) Conan Doyle y de cuyo nombre no quiere
acordarse.
¿Qué importa? La
gente está ahí para aplaudirle. Predica a los adoctrinados. Descansa en la popularidad
que se ha hecho como historiador y novelista premiado de literatura policíaca,
y así se urden los malentendidos.
A su vez, la buena fama de la dicha película y del libro Todos
los hombres del Presidente que forjó en gran medida el prestigio del
periodismo norteamericano, ya no es lo que fue en tiempos de Bob Woodward. La
reputación de The Washington Post y deThe New York Times vive de
laureles pasados, y los ha capitalizado desde principios de este milenio, con
los ataques a las Torres Gemelas y la invasión a Irak, cuando ningún periodista
tenía permitido reportear desde los campos de batalla si no viajaba como
“incrustado” del Ejército (esto es: recibiendo los boletines de guerra de las
fuerzas armadas y visitando sólo lo que se le permitiera, a riesgo de perder su
trabajo). En 2009, su columnista Maureen Dowd fue descubierta plagiándose un
análisis de Josh Marshall en el blog TPM,
por no hablar de las acusaciones de plagio de su ex reportero Chris Hedges.
De modo que, desde
que el magnate Carlos Slim tiene acciones en The New York Times, no es de sorprenderse que ciertos reportajes a
su favor comiencen a aparecer (se hablará de la forma como los Murat compraron
inmuebles en Manhattan pero jamás de cómo el propio Slim compró el edificio
enorme, lujosísimo, de The New York Times,
por ejemplo). Hay que “seguir el dinero”, como diría un cierto detective que no
fue Sherlock Holmes.
¿A dónde nos llevará
la falta de rigor literario y periodístico que fomenta la digitalización de la
realidad al servicio de la corrupción? Los comentaristas del video de Taibo II
me dan alguna idea con sus respuestas: uno de ellos dice que me equivoco, que
necesito “haber leído más libros que él” (aunque me temo que ése es el caso), y
“por supuesto, haber recibido más premios que él” (porque el premio, como se
sabe, es prueba de que nadie miente ni plagia).
Otro, para refutarme, cita en inglés un blog en donde alguien pone el célebre
parlamento follow the money en labios
de Holmes… pero no se da cuenta de que no lo escribe Doyle en el siglo antepasado,
sino la bloguera Katharine Trendacosta el 6 de marzo de 2014, según ella misma cuenta…
Aunque digitalizados,
quizás nuestros medios informativos no han evolucionado mucho desde tiempos de
los Borgia…
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*Texto publicado
originalmente en La Digna Metáfora, marzo de 2015
**Canal buzonciudadano.
Nombre del video: #Ayotzinapa VS #EPN: Memoria en Acción - Paco Ignacio
Taibo II. Publicado el 1o. de diciembre de 2014. Enlace al cierre de esta
edición: youtube.com/watch?=SZal-VaErZs.
lunes, 6 de abril de 2015
Votar o no votar: no, no es ése el dilema /y II
El dilema realmente es seguir llamando a los diputados “legisladores” en
lugar de “cortesanos”. Entendámonos: si cada sexenio extorsionan por los votos a
favor de unas legislaciones que nadie quiere —ni ellos—, pero que emperadores
como Slim y sus reyes les ordenan imponer para exprimir más a la población, si
no representan más que a sí mismos y sus negocios secretos (algunos liados con
el narcotráfico, otros meramente ilegales por implicar conflicto de intereses,
pero que en todo caso no tienen nada qué ver con el bien público); si su objetivo,
digan lo que digan, provengan del partido que sea, es desmantelar al país, empobrecer
aún más a la mayor cantidad posible de gente para que los magnates como Slim
vivan más, y trepanarse el cerebro autoconvenciéndose de que están en una
república en la que, además, hacen muy bien su trabajo, ¿por qué seguimos
hablando y comportándonos como si algún mexicano en su sano juicio hubiera
votado de manera voluntaria, libre e informada por ellos? Está clarísimo que, gracias
a ellos, se privatizarán todos los recursos naturales para que emperadores como
Slim los administren. Gracias a ellos, la mayoría de la juventud mexicana será
privada de educación pública y destinada a las filas del narcotráfico como
quieren los reyes del crimen organizado (y, como se vio en Guerrero, con la
ayuda no sólo del PRI y del PAN sino también del PRD y Morena). ¿Y seguimos llamándolos
“diputados”? En realidad, a estas alturas, la única legislación que tendría
sentido (por lo ridícula) es una que establezca que usen pelucas de cortesanos estilo
Luis XV. Debemos hacer peticiones exigiendo una ley por la que el dinero del
erario —que de todas formas se derrocha de la manera más inútil— sea destinado
al diseño y el cumplimiento de la obligación de ponerse esto.
lunes, 30 de marzo de 2015
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