Ruizpalacios sigue sin
perdonarse a sí mismo y se está convirtiendo en un mentiroso compulsivo. Como
ustedes recordarán, yo nunca le dije: “Pinche güerito fresa, ¿cómo te atreves a
hablar de esos temas?”. Para empezar, no hablo así; no uso esas palabras* ni
formularía una pregunta cuya respuesta no me interesa (no creo que Ruizpalacios
“se haya atrevido” a nada; de hecho el problema fue que no se arriesgó a
estudiar e investigar bien sobre la huelga). Pero mi pregunta y mi opinión, además, las expresé en inglés para que los
estudiantes que tienen una deuda impagable gracias a la privatización de las
universidades entendieran de qué estaba yo hablando (sin “pinche” ni “güerito”
y menos “fresa”, término que en Nueva York no se entendería en absoluto, cuando
yo lo que quise, y lo que le dolió a Ruizpalacios, es que mi exposición fuera
clara, breve y sustentada con hechos históricos). Y, para terminar, yo sí tengo
argumentos; no necesito insultar y menos por una razón tan burda. Él sigue
remendando sus declaraciones en lo que no puede hacer son su trabajo. Primero
dice que “su película no es sobre la huelga” y manda hasta a su guionista a
explicarme de qué se supone que trata realmente su obra (aunque guion que no se
explica solo o que requiere tantas aclaraciones realmente no es un trabajo muy
profesional). Ahora, en cambio, se anuncia como “el primer filme” sobre la
huelga. ¿Cambio de planes en la estrategia publicitaria? “En la huelga real,
los diez meses de paro hicieron que se radicalizaran algunas facciones, que
muchos estudiantes desesperaran, que otros abandonaran, que crecieran
peligrosamente los fanatismos. En la película hay un poco de todo ello”, miente
flagrantemente la nota sobre Güeros.
Lo mejor, sin embargo, aparece al
final: Ruizpalacios dice que en Nueva York concluyó “que él era una ‘persona
liberal, de izquierda’”, lo cual es una vil mentira —no dijo nada semejante—, y
que lamenta “la falta de autocrítica”. Ajá. Esto, dicho después de un año de
estar mandándome paleros con mensajes anónimos insultantes precisamente por su
falta de autocrítica… Bueno.
Aquí lo que antes decía:
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*Aclaración:
Dije “yo no uso esas palabras” para hablar ante un público extranjero sobre
algo sumamente importante para mi país como es la educación pública. No porque
no sepa usar o me asuste decir “pinche” y “más bien ojete”.