“¿Vale la pena debatir y desgastarnos con personajes que publican en el mismo diario que Peña Nieto?”, se pregunta el docente investigador del Instituto de Educación Media Superior Óscar García a propósito del más reciente artículo del acérrimo antizapatista y promotor del voto por AMLO Octavio Rodríguez Araujo. Se trata de un artículo irónicamente titulado La verdad sí importa* y en el cual Rodríguez Araujo demuestra lo contrario al plantear que, como los familiares de las víctimas de Ayotzinapa “no son todo Guerrero”, no cuentan tanto… o quizás habrá que esperarse a que todo Guerrero esté sembrado de estudiantes masacrados para que importen para él o sean “representativos de México”. O tal vez, simplemente, habrá que lograr que se dobleguen y voten por quien apoyó la candidatura del asesino de sus hijos. El articulista de marras añade que “la CNTE no es México” y “ni siquiera un referente aceptado por muchos” y que el EZLN “perdió presencia” debido “al tiempo” o “a una deficiente estrategia”, y no debido a la campaña contrainsurgente militar y apoyada por analistas como el propio Rodríguez Araujo. ¿Vale la pena desgastarse con ese señor?
“La verdad es que su artículo no resiste un análisis,
ya no digamos político o histórico, sino lógico —prosigue Óscar García—. Nada más por responder a la provocación. ¿Cuál es
la ‘verdad o realidad’ que quiere defender este pseudointelectual que se
autodenomina de izquierda? ¿La correlación de fuerzas? ¿Han sido los partidos
políticos las únicas fuerzas que luchan y se contraponen en los ejemplos del
senil articulista? ¿Son equiparables las elecciones intermedias y Morena (a
quien ni siquiera se atreve a mencionar aunque de verdades se trate) con las
revoluciones en Rusia, China y Cuba? ¿Si personajes como Hidalgo, Zapata, Ho
Chin Min, el Che, Gandhi, Martín Luther King o Nelson Mandela hubieran
considerado en serio (como nos exige Araujo) la correlación de los fuerzas se
habrían atrevido a hacer lo que hicieron? La verdad que se desprende de las
afirmaciones del señor con síntomas de alzheimer es que las víctimas del
terrorismo de estado y la partidocracia son los culpables de que el PRI tenga
más diputados. Los padres y deudos de los desaparecidos y muertos; la CENTE, el
EZLN y Yo soy 132 son los chivos expiatorios de la pureza de
AMLO que hasta fotos se tomó con Abarca. Son ellos los culpables de que el PRI
regrese a la gubernatura de Guerrero, ¡como si alguna vez se hubiera ido! Y lo
mismo se puede demostrar en los demás Estados donde gobierna la izquierda
gracias a que AMLO hizo campaña con ellos. O en Oaxaca en dónde sólo con tal de
sacar al PRI ganaron la gubernatura en alianza con la derecha. "la terca
diferencia entre las intenciones y los resultados" (para recuperar una de
sus gloriosas frases). El realismo político de los pragmáticos electoreros que
un día mandan "al diablo a las instituciones" pero se niegan a vivir
fuera del presupuesto; y luego legitiman los niños fraudes para después
escribir libros acusando a la mafia del poder; para finalmente culpar a los
movimientos sociales que no aceptan su lógica del menos peor, de verdad que es
un interesante recorrido intelectual que nos invita al fatalismo y la
claudicación. Para el apologista de AMLO el respeto a los revolucionarios se
debe a que están muertos y bien enterrados quizás debamos leerlos pero no
tomarlos en serio. Hijole todavía no voy ni a la mitad pero la verdad prefiero
en todo caso comentar, compartir y discutir la información producida por los
compas de los medios libres y organizarme para las siguientes movilizaciones y
dejar que el tocayo de Octavio Paz gane aunque sea alguna delegación aunque
caiga en contradicciones lógicas de un párrafo a otro, allá él."
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Los que no existen, según Rodríguez Araujo |
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*http://www.jornada.unam.mx/2015/06/18/opinion/016a2pol
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