miércoles, 8 de junio de 2016

Mi primer acoso PÚBLICO

Durante la campaña #MiPrimerAcoso no hablé de mi experiencia personal porque yo ya he abordado abundantemente el tema y he recreado  en mis novelas —en particular en La lágrima, la gota y el artificio— lo que significa el acoso para las mujeres en las calles de la Ciudad de México. Me interesaba más, en cambio, escuchar a las demás compatriotas, y muy especialmente a las que se expresaron por primera vez.
Aquí voy a recordar, en cambio, algo que todos mis colegas escritores mayores que yo y contemporáneos han olvidado por razones obvias, que es lo que constituyó mi primer acoso público, esto es, como escritora publicada por primera vez. Ocurrió hace 29 años, durante el II Congreso Internacional de Escritores Policíacos organizado por Paco Ignacio Taibo II y Rafael Ramírez Heredia (precursor de su Semana Negra de Gijón), que se celebró en San Juan del Río, Querétaro, en marzo 1987, cuando tenía yo 26 años. El año anterior se había publicado mi primera novela, Crimen sin faltas de ortografía, que ganó el segundo lugar del Primer Concurso Plaza & Janés de Novela Policial, 1985. Viene al caso explicar que tal reconocimiento fue siempre polémico: hubo quienes decían —y así lo escribieron— que yo merecía el primer lugar, pero por otra parte me llegaban rumores desde el medio editorial de que Paco Ignacio Taibo II “estaba furioso conmigo porque sólo ganó el 6º lugar”, y que había dicho que “mi novela es una porquería”.
Lo único que sí pude corroborar es que Taibo II estaba muy encabronado, pero no solamente conmigo, sino sobre todo contra María Elvira Bermúdez, a quien le preparaba emboscadas cada vez que le tocaba hablar porque, según explicó a sus aprendices y admiradores, “no se trata de excluir, sino de masacrar” (esto yo lo escuché con mis propios oídos de labios del hoy promotor del voto por Morena).
En ese contexto, yo era un alfil en la batalla que se libraba sin cuartel entre novela enigma y novela negra en tiempos de la Guerra Fría, cuando era todo un acontecimiento que asistiera a tierras capitalistas el soviético Yulián Semiónov, novelista y presidente de la Asociación de Novela Negra y Política, junto con el norteamericano Roger Simon (en cuyo país nunca imaginé que terminaría viviendo yo).  Mi presencia era no más que una pieza en ese ajedrez, ya que el subgénero enigma, por tener entre sus mayores exponentes a Agatha Christie, se estigmatizaba como “de derecha”, “burgués” y “banal”, aunque yo —como se descubriría más adelante—, no era una escritora de “derecha”, y Umberto Eco, tampoco, pero todavía no se popularizaba en español su portentosa novela El nombre de la Rosa que es, rigurosamente, una novela policíaca de enigma y, además, un planteamiento progresista en favor de la difusión del conocimiento. De modo que el mencionado Congreso versó sobre lo que Umberto Eco ya había refutado con un libro que se convertiría en clásico, pero que los asistentes —con excepción de Vicente Leñero, quien sí lo mencionó, por lo menos a mí, en una conversación de sobremesa, o como se dice, “en corto”— todavía no registraban.
Pero no sólo recibí trato de pieza de ajedrez político. 
Una noche tocó a la puerta de mi habitación José María Espinasa con un amigo para invitarme a una pachanga. Yo estaba ya en piyama, pero me dijeron que no importaba, pues era una panchanga informal, digamos. Me pareció en su momento excelente idea y, entre risas y bromas, me llevaron de la mano, casi jalándome pero todavía entonces amistosamente, a la habitación donde se celebraba la fiesta. 
No obstante, tan pronto como llegué me di cuenta de que realmente no quería estar ahí. Un grupo de hombres y una periodista que después sería una escritora bebían hasta caerse. El cubano castrista Alberto Molina fumaba la mota prohibida en su isla, y se carcajeaba. No sé si era la primera vez que probaba la marihuana pero se comportaba como si ésa fuera su noche... y yo, su trofeo. No me pareció muy divertido que me hubieran llevado ahí como regalo para el señor. La fiesta estaba ya muy avanzada y los convidados querían sexo. Yo no solamente era abstemia sino que no me sentía atraída hacia el desagradable aspecto del cubano fumando mota que, como se decía entonces, “quería conmigo”.
Resolví que aquel convivio liberador no era para mí y traté de irme. Tan pronto como lo intenté, los hombres me detuvieron por la espalda. Entre todos me jalonearon para que me quedara, pero ágilmente me zafé de todos ellos, pues yo era la que no estaba borracha ni pasada y, como constantemente se mencionó en los periódicos, “la más joven”.
Sí: era la más joven. También para correr era la más joven. Y eso fue lo que hice a lo largo de los pasillos: corrí y corrí, mientras un grupo de escritores borrachos me persiguió gritando: “¡Malú! ¡No te vayas! ¡Malú!”.
Eso fue todo lo que escucharon desde sus habitaciones (si es que se hallaban en ellas a esas horas de la noche) los demás participantes del Congreso: una corretiza y mi nombre, hasta que llegué a mi cuarto y me encerré con llave.
Al día siguiente, cuando me presenté en el comedor, se hizo un silencio de película. A partir de entonces, mi trabajo como novelista desapareció. Lo importante era mi cuerpo y la corretiza (al respecto de lo cual quizás también cabe aclarar que nadie pidió disculpas, y también es pertinente preguntarse qué habría pasado al revés: si se hubiera tratado de un escritor y no de una escritora).  En los periódicos continuó el acoso, pues en aquel entonces no había Twitter. Rafael Ramírez Heredia incluso escribió una reseña en El Búho en la que desde el título se burlaba de mí. Era una forma muy típica de la época: como si hacer mofa del aspecto físico de una mujer o de su forma de vestir fuera parte del “talento del bohemio”. Acosar era normal, pues. Si una mujer era perseguida en los pasillos de un hotel contra su voluntad, la anécdota era tema literario y la culpa, claro, de ella.

Leer completo aquí: Portada /  Segunda parte / Última parte.



En la revista Activa les pareció muy gracioso sugerir que era yo la que perseguía a los hombres.

Pero no todo fue digno de lamentarse: una década y dos novelas después hice una “antipublicidad pornográfica” en homenaje a esa noche. A propósito, Un Dios para Cordelia ya es veinteañera, con motivo de lo cual fue presentada su nueva edición marco de la FIL de Guadalajara por el maestro Álvaro A. Delgado y por el director de la editorial, Fernando Valdés. Próximamente estará a la venta en la CDMX.



martes, 31 de mayo de 2016

La mal llamada "reforma educativa" no es educativa sino laboral: zapatistas

MAYO: ENTRE EL AUTORITARISMO Y LA RESISTENCIA.
  ¿El calendario?  Mayo del 2016.
¿La geografía?
Bueno, pudiera ser cualquier parte de ese país rasguñado hasta sangrar por las desapariciones forzadas, la impunidad hecha institución, la intolerancia como forma de gobierno, la corrupción como modus vivendi de una clase política hedionda y mediocre.
Pero también pudiera ser cualquier parte de ese país sanado por el empecinamiento de los familiares que no olvidan a sus ausentes, la búsqueda tenaz de la verdad y la justicia, la rebelde resistencia frente a los golpes, balas, barrotes, el afán de construir un camino propio sin amos, sin patrones, sin salvadores, sin guías, sin caudillos; la defensa, la resistencia, la rebeldía; la grieta haciéndose más ancha y profunda a fuerza de dolor y rabia.
“México”, le llaman comúnmente a ese país, este país, que refleja a su modo una crisis que sacude al mundo entero.
Parece ser que, en algún momento de la breve e intensa historia del siglo XX, este país era una referencia turística internacional.  Se hablaba de sus paisajes, de su gastronomía, de la hospitalidad de su gente, de lo perfecta que era la dictadura perfecta.
Pero antes y durante esa imagen de folleto de agencia de viajes, pasó lo que pasó.  No, no lo voy a atiborrar de información sobre lo sucedido en el pasado inmediato, digamos unos 30 años.
El asunto es que, en los últimos años, “México” es ahora referente mundial en corrupción gubernamental; crueldad del narcotráfico; no infiltración sino contubernio entre el crimen organizado y las instituciones; desapariciones forzadas; ejército fuera de los cuarteles y en las calles y caminos; asesinatos y encarcelamientos de opositores, de periodistas y de gente que ni en cuenta; el “warning” en los pasajes turísticos; el cinismo como idiosincrasia en medios de comunicación y redes sociales; la vida, la libertad y los bienes personales jugados en la ruleta mortal de la vida cotidiana (“si no te tocó hoy, tal vez mañana”).  Si usted es mujer, de cualquier edad, multiplique los riesgos.  Lo femenino, junto a lo diferente, sólo gana en eso: es más probable que sufra violencia, desaparición, muerte.

lunes, 30 de mayo de 2016

Más inflado que Carlos Fuentes, cortesía de Random House

Yo no creí que hubiera alguien tan aprovechado y abusivo como Carlos Fuentes hasta que leí a Alberto Fuguet. Señor Sebastián Edwards: no sea mentiroso. Sudor no se trata de “un escritor casi idéntico a Carlos Fuentes, que escribe libros casi iguales a los de Fuentes y que tiene un hijo muy parecido al hijo de Carlos Fuentes”.

viernes, 20 de mayo de 2016

El futuro que nos bebimos en la copa de la inmediatez

Antipostales de Nueva York*
Malú Huacuja del Toro
Escribo estas líneas en una semana en que estuve a punto de ser arrestada junto con otros mexicanos al entrar a la sede de la ONU, cuando el luchador social Leobardo Santillán se dirigía a enviar una carta al presidente de la Asamblea General tras haber hecho, frente al edificio, una huelga de hambre de nueve días por los estudiantes de Ayotzinapa. Los policías, a gritos, me quitaron mi tableta y me obligaron a borrar el video y la fotografía que había tomado en el momento en que esposaron al huelguista. Quedé fichada y ahora tengo prohibido volver a visitar la ONU, me dijeron. ¿Pero en qué otro lugar podría estar cuando, en la misma ciudad en la que vivo, un compatriota hace una huelga de hambre en las condiciones más deplorables, a temperaturas bajo cero, bajo la lluvia, dispuesto a dejarse arrestar varias veces, e incluso termina en el hospital con tal de llamar la atención sobre la impunidad en México?
La causa de su protesta es el resultado de las desgracias que, en los noventa, mi generación no quiso impedir. Prefirió dejar pasar el advenimiento del narcogobierno a todos los niveles, en los tres poderes. Específicamente en el sector cultura, incluso se aplaudió la aparición del mal libro de Arturo Pérez-Reverte glorificando al narco con su inverosímil protagonista, La reina del sur, que después sería otro motivo más para lucrar con la corrupción, y cuya versión en inglés se estrena la próxima semana en formato de teleserie a través de la cadena USA. Con detalles como ése nos bebimos el futuro en la copa de la inmediatez.
Hoy ha desbordado el tiempo y las fronteras la corrupción del Fonca, el tesoro de manejo discrecional creado a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio, pese a numerosas protestas de intelectuales y artistas, precisamente para acallarlas.

domingo, 17 de abril de 2016

Confiscan su camisa y casi arrestan a huelguista de hambre por Ayotzinapa frente a la ONU

Luego de que su gobierno expulsó a los expertos independientes que investigaron el caso de Ayotzinapa, este martes 19 de abril de 2016 el presidente Peña Nieto acudirá a la ONU a pontificar sobre cómo resolver el problema del narcotráfico y la drogadicción en el mundo, durante la sesión extraordinaria de la Asamblea General sobre el combate a las drogas. Mientras tanto, quienes verdaderamente protestan contra el crimen organizado tienen ya prohibido entrar a ese edificio. Ésta es la historia.

UNA CAMISA CON CORAZÓN ES CONFISCADA DENTRO DE UN INDIFERENTE EDIFICIO DE LA ONU*

Por Malú Huacuja del Toro

—Aquí dentro no puedes videograbar nada —me gritó la oficial de seguridad dentro de la caseta de recepción de las Naciones Unidas.

lunes, 11 de abril de 2016

EL NARCOCANTANTE
Letra en busca de un compositor*
por Malú Huacuja del Toro



Tocar la maravilla que es la entraña
de los rotundos soles de la fama
donde el aplauso llena la existencia
fuera del mar de incienso y pesadillas
y del amor que apesta a alcantarilla.

Arder en los teatrales corredores
por edecanes prestas y mancebos
que harán llover lisonjas con la lengua
entre las bambalinas de la histeria.

Subir al podio de las concesiones
y descender al de narcocanciones
hechas para un diablo que siembra panteones,
convirtiendo en santos a torturadores
y otros esperpentos de negras pasiones.


Jurar que es “héroe” quien con miedo reina
o un “beneficio” el llanto que gobierna.
vivir con el horror en la entrepierna.

Vivir con el horror en la entrepierna.
Vivir con el horror en la entrepierna.

Cantor serpiente; cantor temido,
mañana en Bellas Artes serás aplaudido
tras haber rezado al dios del olvido,
y estar hoy grabando tu narcocorrido.

Sean mis coplas tristes tributo sentido
al pueblo invisible con horror caído
sangriento dinero que compra las balas
con las que tus hijos matan el mañana.


Ten mucho cuidado si alguien te regala
el nuevo sencillo que en radio avasalla
endiosando falos de acero y metralla
del narcocantante que al cielo ascendió
y en telenovelas contratos firmó.

Dicen que hay mensaje en la letra escondido
que un ángel astuto te flecha el oído
y sordo te quedas, por siempre perdido
por haber bailado el narcocorrido
de los poderosos y los malnacidos.


*Se premiará a quien haga una bella musicalización antinarca.

jueves, 10 de marzo de 2016

La historia no contada de Carlos Slim, el principal accionista del "New York Times"

Como no se ha visto en Billions: la historia no contada del magnate mexicano Carlos Slim, principal accionista del New York Times
Por Malú Huacuja del Toro


La teleserie Billions de Showtime, vagamente basada en el escándalo sexual del ex procurador de justicia de NY Eliot Spitzer que inicia con una sorpresiva escena de sexo perversillo, está alcanzando cada domingo más de un millón de televidentes. Gira en torno a los hombres de Wall Street y sus egos: un multimillonario gestor de fondos de alto riesgo, Bobby Axelrod (Damian Lewis), es perseguido por el procurador del Distrito del Sur de NY, Chuck Rhoades (Paul Giamatti), quien tiene un historial sin falla atrapando los estafadores ricachones que explotan el sistema por el que la economía quebró en 2008. 
En el programa reverberan montones de escenas simbólicas: un perro marca su territorio orinándose en la alfombra del millonario; Axelrod paga una fortuna para estampar su nombre en un salón del Museo Metropolitano (en clara referencia a cuando los hermanos Koch grabaron sus nombres en el Lincoln Center y en las fuentes del Museo); el personaje protagónico mira Ciudadano Kane en su sala de proyección privada después de haber comprado una vistosa mansión en Southampton, etc.
Pero, por más bien hechas que estén las tramas de sexo e intriga, la realidad siempre demuestra ser más obscena. Billions no supera la burda ironía de la vida real de que su creador sea el columnista de finanzas de The New York Times, Andrew Ross Sorkin. Él es, además, el fundador y director de Deal Book, un servicio de noticias financieras publicado por The New York Times, cuyo principal accionista, desde enero de 2015, es el magnate mexicano Carlos Slim.
El personaje de Lewis llamado Axelrod desafía al sistema de justicia haciendo compras llamativas. Carlos Slim también marca su territorio justo enfrente del Museo Metropolitano al comprar el único edificio de la Quinta Avenida que todavía tiene uso residencial, pero a diferencia de Axelrod, él nunca tuvo que enfrentar —ni siquiera temer— a la justicia por la forma como se convirtió tres veces en el hombre más rico del mundo, según la revista Forbes. Y, cuando Donald Trump ataca a los mexicanos, no está hablando de él.
No se necesita revisar atentamente los archivos de Wikileaks de abril de 2011 (tal como fueron publicados en 2013 por el sitio Who What Why), para encontrar mensajes electrónicos desclasificados sugiriendo que está involucrado en el narcotráfico según la DEA. Todo lo que usted tiene que hacer es buscar la información más evidente y visible sobre un hombre que comenzó con tan sólo $5 mil millones de pesos* una fortuna que rápidamente creció hasta los $77 mil millones de dólares en un país con 50 millones de personas que viven y mueren en una pobreza muy por debajo de la norma en Estados Unidos.
A diferencia de Rhoader, ningún procurador de justicia mexicano se atrevería a perseguir a Carlos Slim. Y si hay algo que el columnista del New York Times y creador de Billions no le va a decir a usted, es que su hermano, Julián Slim, fue comandante de la policía política mexicana; que trabajaba junto con Miguel Nazar Haro, el ampliamente conocido torturador (tal como lo describen sus víctimas) y ex agente de la CIA, durante la “guerra contra los comunistas” de los años 70. De acuerdo con el más reciente biógrafo del magnate, Diego Enrique Osorno1, el condiscípulo y amigo cercano de éste estuvo a la cabeza de la Secretaría de Gobernación, Mario Moya Palencia: el cerebro tras los muchos asesinatos y crímenes impunes cometidos en México contra los opositores al régimen durante los 70. De hecho, el 22 de enero de 1975, el maestro de Matemáticas Manuel López Mateos puso una denuncia por secuestro y tortura contra Miguel Nazar Haro y Julián Slim, comandantes de la temible Dirección Federal de Seguridad (FDS, el equivalente mexicano a Homeland Security). La denuncia jamás fue investigada.
Supuestamente por razones de “seguridad nacional”, el sistema de la Federal de Seguridad no era muy diferente al de una vendetta de un cártel de drogas. Salvador Corral García, una de las cabezas de un grupo guerrillero, fue arrestado en Sinaloa y posteriormente trasladado en secreto a la Ciudad de México, donde el hermano del principal accionista del New York Times, Julián Slim Helú, lo interrogó2 el 1º de febrero de 1974. Corral fue encontrado muerto con claros signos de tortura brutal a los cinco días en la misma colonia de una de sus víctimas, un poderoso hombre de negocios, como “regalo” de parte del gobierno mexicano al poder empresarial en la ciudad de Monterrey (localizada a unas 226 millas de la de México).
The New York Times tampoco les contará que la carrera de Julián Slim se desvanece cuando el gobierno mexicano otorga a su hermano la oferta con la que hizo crecer su fortuna, Teléfonos de México. Era una empresa paraestatal que el gobierno privatizó de conformidad con el esquema normal de procedimiento, es decir, aplastando a los sindicatos independientes, sobornando a todos los demás, organizando una cruenta campaña de desprestigio contra los trabajadores sindicalizados, volviendo absolutamente ineficiente a la empresa y haciendo que el público odie y repudie a los trabajadores en lugar de a la empresa para, entonces, venderla.
No es difícil imaginar por qué el agente secreto político adoptó un perfil bajo después de la compra. Su hermano poseía la única empresa telefónica del país, clave de la seguridad nacional y las estrategias de los servicios de inteligencia, en una época en la que no había teléfonos celulares y con una cláusula anticonstitucional incluida en el acuerdo de adquisición.
Los equipos de relaciones públicas de Slim ponen muchísimo tiempo, esfuerzo y dinero ocultando esta información, pero la licitación mediante la cual Slim compró Telmex al 30% de su valor3 incluía una disposición que le permitía tener el monopolio del servicio telefónico durante siete años. Esta cláusula le daba a él toda la ventaja que necesitaba por encima de cualquier competidor potencial. Los publicistas de Slim y el gobierno constantemente nos dicen que la licitación fue “completamente legal”, a pesar de que la Constitución Mexicana prohíbe los monopolios. Además, es difícil ignorar la conexión en la era predigital entre el agente de la policía política y la dirección de todo el sistema telefónico durante siete años consecutivos.
Aún así, Carlos Slim da conferencias sobre cómo ser un empresario exitoso. Por cierto que no sería una exageración compararlo con Hearst. Reacciona muy mal ante la crítica y las protestas. Por eso ha invertido dinero y recursos en todos los partidos políticos, incluido el de la izquierda electoral de López Obrador, así como en los medios de comunicación y la prensa, incluyendo a La Jornada. En los Estados Unidos, presentó una demanda ante la Comisión de Prácticas Políticas Justas de California en contra de unos activistas que se atrevieron a hacer burla de él cuando estaba hablando de filantropía. En este país, él perdió la demanda.
Slim se asocia con el ex presidente Bill Clinton en proyectos filantrópicos, así que hay información que ocultará cualquier medio de comunicación en el que él invierta dinero. Ni The New York Times ni Larry King —socio de Slim— les contarán a ustedes que el sacerdote que ofició su boda fue Marcial Maciel, el fundador los Legionarios Cristo, muy querido amigo del papa Juan Pablo II. Eso empañaría su imagen, pues Maciel fue encontrado culpable de abuso sexual, de consumo de drogas y de haber tenido seis hijos. Maciel tenía muchos benefactores millonarios. Su amigo el papa Juan Pablo II era también buen aliado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien no solamente privatizó la empresa telefónica paraestatal y la otorgó a Slim, sino que promovió y firmó el Tratado de Libre Comercio (TLC). Su hermano, Raúl Salinas de Gortari, fue acusado y sentenciado (y después liberado cuando Peña Nieto se hizo presidente) por lavado de dinero.
Invisibilizando lo más visible
La zona de la Ciudad de México conocida como “Centro Histórico” fue, literalmente, el centro del mundo prehispánico, cuando Moctezuma reinaba en el Imperio Azteca.
Era la Nueva York de los tiempos antiguos.
Actualmente es propiedad de Carlos Slim.
No se requiere ningún diestro detective para investigar cómo convenció él al alcalde  supuestamente progresista Andrés Manuel López Obrador para desalojar a todos los vendedores ambulantes y a la mayoría de las familias pobres, a los trabajadores mal pagados y a las pequeñas empresas locales. Su administración creó una Fundación y un Consejo para “revitalizar” las colonias sin ninguna representatividad de los pobladores en absoluto —ni siquiera representantes falsos, sobornados— y sin voceros de las pequeñas empresas.  El Consejo perteneciente a Carlos Slim y presidido por éste, estaba conformado por Jacobo Zabulowsky, ex conductor de televisión que apoyó  la masacre contra los estudiantes ocurrida en esa misma zona en 1968 (mágicamente perdonado y políticamente revindicado por el partido de López Obrador), así como por académicos que no viven ahí pero que están a la orden para responder que sí. La única “verdadera residente” era la hija de un gobernador estatal que vivía en una mansión, la cual es además un tesoro histórico.
El ex alcalde de la ciudad de Nueva York, Rudolph Giuliani, fue contratado para “luchar contra el crimen”, es decir, para desalojar de la zona a la gente que vive en la calle, a instalar cámaras de seguridad y a permitir que Starbucks se adueñara.
Tampoco es ningún secreto que el sobrino de Slim, hijo del agente de la policía política, Julián Slim, es ahora el director de la compañía telefónica.
No tiene usted que ser Sherlock Holmes ni Bob Woodward** (especialmente este último) para saber que al yerno del magnate mexicano, el arquitecto Fernando Romero, junto con el arquitecto británico Norman Foster, se les ha concedido el contrato para la construcción de un aeropuerto en Atenco, en el estado de México, a pesar de la oposición inflexible de los comuneros.
La realidad resulta más obscena y menos divertida que Billions, porque 28 mujeres del pueblo rural de Atenco que se oponían a la construcción del aeropuerto fueron torturadas sexualmente por la policía federal en mayo de 2006, tal como lo autorizó el entonces gobernador Enrique Peña Nieto. Los tres principales dirigentes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo, fueron sentenciados a 112 años de prisión el primero y a 67 y medio los otros dos. Cinco años más tarde fueron absueltos debido a la protesta pública por todo el mundo, especialmente de la comunidad migrante mexicana en la ciudad de Nueva York, encabezada por el Movimiento por Justicia en el Barrio, cuyos integrantes protestaron dentro del consulado mexicano, forzando a los funcionarios a cerrar las oficinas el 4 de mayo de 2009.
Las mujeres violadas en Atenco continuaron luchando y movilizándose hasta la fecha.

__________________________________________________
1.    Slim: Biografía política del mexicano más rico del mundo, México, 2015, Debate.
2.    Expediente 11-235-L6, pp. 163-167 de la DFS, según el libro de Diego Enrique Osorno.
3.    Nuestro informe sobre Slim a Ocupa Wall Street: La paradoja de Slim, por el periodista Óscar E. Ornelas.

_________________________________________
Notas para la traducción en español:
*En la versión en inglés me olvidé de poner que esta cifra es en pesos, así como un par de detalles que ya fueron corregidos. Perdón.
**En Estados Unidos es sabido que me refiero al famoso periodista del New York Times, precisamente.



miércoles, 2 de marzo de 2016

Espero hacer honor a la preferencia y no usar el nombre del zapatismo para traicionar

Mi corazón inundado de júbilo con colibríes mayas… Gracias. Espero hacer honor a la preferencia y no usar el nombre del zapatismo para traicionar sus principios y su historia:


viernes, 5 de febrero de 2016

Más allá del fiasco de Sean Penn: La presunta guerra contra las drogas en México no es película


http://www.counterpunch.org/2016/02/04/beyond-sean-penns-fiasco-mexicos-alleged-war-on-drugs-is-not-a-movie/


La presunta guerra contra las drogas en México no es película
Por Malú Huacuja del Toro.


Hay una razón por la cual las películas de gangsters más populares cuentan historias de padrinos legendarios de los viejos tiempos, o de convictos que están cumpliendo su sentencia en prisión, o de personajes ficticios. Sean Penn no captó esa parte al publicar su entrevista con el tristemente afamado hampón mexicano Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo.
Penn y a la estrella de telenovelas Kate del Castillo no captaron esto, pero el narcotráfico en México no es una película. No se entrevista a un asesino serial fugitivo justo cuando está planeando su próximo secuestro y matanza, antes de ir a la cárcel, sin ser su cómplice… a menos, claro, que se sea tan intocable como una estrella de Hollywood.
Durante el gobierno actual, más de 50 000 personas han sido asesinadas (más las incontables que no reportan los gobiernos estatales completamente controlados por los cárteles desde las altas cúpulas, como Veracruz, Tamaulipas, Sinaloa o Chihuahua), y más de 120 000 personas fueron asesinadas durante la denominada “guerra contra las drogas” ordenada por el ex presidente Felipe Calderón. Estas personas no son extras de un filme de Scorcese.
El 23 de noviembre de 2011, doce personas parcialmente calcinadas fueron encontradas en la cajuela de una camioneta en llamas localizada en la Colonia Rosales de Culiacán, la capital del estado de Sinaloa. Ese mismo día se encontró otra camioneta quemada en Desarrollo Urbano Tres Ríos, con cuatro cadáveres. La cabeza de uno de ellos había sido arrojada a la banqueta. Ese día, El Chapo conducía libremente sus operaciones por todo el país y el mundo. Era un día de negocios normal para el Cártel de Sinaloa, parecido a cualquier otro día de otro año, como por ejemplo, el 2 de mayo de 2012,  cuando se encontraron asesinadas 22 personas en menos de 12 horas, o como el 21 de junio de 2013, cuando fueron asesinados dos adolescentes, supuestamente, porque hicieron burla del hijo de un narcotraficante en la escuela.
Así es la vida y la muerte en un tiempo que Sean Penn califica como “estrictamente de negocios”: “El Chapo es primero que nada un hombre de negocios, y sólo recurre a la violencia cuando lo considera provechoso para él o para los intereses de su negocio”, dice.
El narcotraficante lo dijo, y él se lo creyó. Sean Penn está “decepcionado” de los periodistas actuales, pero no se tomó la molestia de aplicar su regla fundamental de corroborar los datos.
Si así lo hubiera hecho, probablemente se habría enterado de que, mientras El Chapo operaba libremente como un “hombre de negocios” entre 2009 y 2012, en Sinaloa hubo 330 feminicidios, el 80% permanece sin resolverse. Ciertamente, ninguna de estas mujeres fue asesinada personalmente por El Chapo con sus propias manos, pero el índice de feminicidios en cualquier estado donde hay crimen organizado es más alto que en cualquier otra parte.
El narcotráfico no se trata solamente de que unos carteles luchan entre sí por una plaza más grande y mejor. El narcotráfico es una cultura antidemocrática de muerte, extorsión, machismo, prostitución, nepotismo, tiranía y humillación que permea en la vida social, política y privada a todos los niveles, donde quiera que va. El territorio obvio es el del ejército, la policía y los políticos sobornados, pero poco sabemos del crimen organizado en la educación, las universidades y la investigación científica, por ejemplo, aunque la Universidad de Sinaloa a menudo obtiene más falsas acreditaciones —por razones obvias—, y por tanto recibe más financiamiento del gobierno que otras en las que no rige la corrupción.
Solamente por el hecho de que el gobierno mexicano se haya convertido en el narcotráfico municipal, estatal y local, eso no quiere decir que los hampones narcotraficantes apolíticos debieran tomar el control de todo el país como alternativa a la corrupción. Pero Kate del Castillo no lo ve así. Se refirió al narcotraficante como un salvador, diciendo que confía “más” en él que en los gobernantes corruptos. En seguida, añadió su recomendación de empezar a “traficar con amor”, misma que, al parecer,  fue entendida por el jefe de la mafia como un permiso para ponerse en contacto con ella. Dos años después de su famosa solicitud gorgeada [vía Twitter], resultó que estaba tratando de hacer una película hollywoodense al estilo de Narcos sobre el capo, tal como lo confirmó su propia amiga, la defensora de derechos humanos y periodista Lydia Cacho.
Lydia Cacho —quien ha sido ella misma perseguida por políticos corruptos implicados en el crimen organizado— confiesa: “Kate me dijo que estaba haciendo una película sobre El Chapo”. No queda claro si Lydia Cacho sabía sobre el presunto lavado de dinero de la actriz con el criminal (lo que ahora está bajo investigación), pero ella está ahora en contacto con del Castillo y se ha convertido en su vocera. En una reciente entrevista con Jorge Ramos, el conductor de Univisión (el Charlie Rose mexicano), Lydia Cacho culpa al Secretario de Estado Mexicano y a Sean Penn por haber traicionado las “verdaderas” y puras intenciones de Castillo, que eran, ni más ni menos, hacer una película de gangsters.
Hablé con una amiga cercana de Lydia Cacho, la autora del libro Los demonios del Edén (sobre pederastia y crimen organizado en el estado de Puebla). Le pregunté cómo es que esta defensora de derechos humanos y activista estaría dispuesta a arriesgar la credibilidad que por largo tiempo se ha ganado al retratar inexcusablemente a la estrella de telenovelas como la víctima. La respuesta que recibí es típica de la cultura del narco: “Porque son amigas. Probablemente iba a participar en la película como asesora o guionista”…
Lo mismo ocurre con el laureado director mexicano Alejandro González Iñárritu, ganador de premios Oscar, y quien fuera protegido de Sean Penn cuando comenzó a trabajar en Hollywood. Son amigos. De modo que González Iñárritu está del lado de Penn. Cita al famoso periodista mexicano Julio Scherer García, quien alguna vez dijo que “iría al infierno” por una entrevista, y quien de hecho entrevistó a otro jefe de la mafia de Sinaloa.
Sin embargo, Scherer era periodista. Contextualizaba la conversación, y nunca percibió a los narcotraficantes como sus “salvadores”, como lo hace del Castillo, ni como “simples hombres de negocios”. Fue el editor fundador de Proceso, una prestigiada revista de investigación en México. Dos de sus reporteros, la veterana periodista Regina Martínez y el talentoso fotorreportero Rubén Espinosa, fueron asesinados por el gobierno de Veracruz que está implicado con otro poderoso cartel, el de los Zetas.
El estado de Veracruz es uno de los 10 lugares más peligrosos del mundo para los periodistas, según Reporteros Sin Fronteras. Citar al director de una publicación que ha perdido a dos de sus mejores reporteros precisamente porque denunciaron al crimen organizado es un flaco favor al periodismo.
Pero no es la primera vez que González Iñárritu cita sin haber leído. Cuando ganó un primer premio Spirit Award por su película 21 gramos, subió al escenario junto con el actor Sean Penn y habló a favor de la paz… nada más que citando al novelista peruano y Premio Nobel Mario Vargas Llosa. Sencillamente no sabía que Vargas Llosa acababa de estar en Irak como reportero “incrustado” en las fuerzas militares para el periódico español El País, apoyando al presidente español Aznar —a favor de Bush—, retratando a los marinos estadounidenses como los soldados más diplomáticos y amables… Hasta que surgió el escándalo de la tortura y abuso a los prisioneros de Abu Ghraib. Vargas Llosa guardó silencio.
Tal como señala el artículo Hollywood y la CIA, de Ed Rampell, publicado por  Counterpunch (y traducido por mí con permiso del autor para su publicación en mi blog), el cine puede ser una poderosa herramienta de propaganda. No obstante, en este caso, no hay un cerebro maestro torciendo la información para apoyar a las mafias de las drogas, sino simple ignorancia: la codicia de Hollywood y de las telenovelas mexicanas por fin se encuentran.
Mientras tanto, los verdaderos periodistas en México continúan arriesgando y, literalmente, perdiendo la vida.
Los coquetos textos telefónicos que intercambió Kate del Castillo con el narcotraficante para arreglar una reunión secreta con Sean Penn fueron inmediatamente divulgados por el gobierno mexicano. Pero, en el caso de los 43 normalistas secuestrados y desaparecidos de Ayotzinapa, sus padres llevan más de un año exigiendo la divulgación de la comunicación telefónica y textos del Ejército y la policía municipal. Todavía no hay respuesta para ellos. No son tan glamorosos.
En la ciudad de Nueva York, el señor Antonio Tizapa, padre de uno de los estudiantes de Ayotzinapa, exige la desclasificación y divulgación inmediatas de cualquier información respecto a esas llamadas y textos telefónicos.
     “Cada uno de estos estudiantes tiene un teléfono celular, y los soldados tenían teléfonos celulares. ¿Cómo es que ninguno de sus textos y llamadas se hacen públicos?” preguntó en una declaración pública durante una protesta frente al consulado de México, el 26 de enero. Algo de esta información probablemente explicaría lo que realmente sucedió en el caso de Ayotzinapa.


martes, 19 de enero de 2016

"Escritora y defensora de su comunidad"

Estoy agradecida con esta nota del periodista Héctor Calderón sobre mi persona, publicada hoy en El diario de México - Edición USA.
"Martes 19 enero del 2016 - 1:24 AM
NUEVA YORK.- Lejos de buscar una satisfacción personal, Malú Huacuja del Toro escribe para complacer a sus lectores y mantenerlos al tanto de temas de relevancia en México y Estados Unidos.



"Pero no sólo eso, pues además de dramaturga, guionista y narradora, la capitalina se desempeña como activista defensora de diversas causas sociales, como el caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, o las injusticias que sufren los paisanos en la Gran Manzana.  ... http://www.diariodemexicousa.com/escritora-y-defensora-de-la-comunidad/

sábado, 2 de enero de 2016

No todos los norteamericanos son Donald Trump

El señor Tizapa, padre de uno de los normalistas
de Ayotzinapa desaparecidos,
hace huelga de hambre los días 24 y 15 de dic.
frente al consulado  en N.Y.
Algunos norteamericanos hasta recuerdan mejor nuestra historia contemporánea que nosotros. Hay quienes sí conocen los efectos del TLC. Por ejemplo: cuando la hoy famosa Elena Premiatowska venía a Nueva York a recibir un galardón espurio, el denominado “premio a la valentía” (el  primero de lo que sería una cadena de trofeos malhabidos, claramente ordenados con trampas para impulsar la campaña política de AMLO), el periodista norteamericano Brad Will moría balaceado en Oaxaca durante la resistencia de la APPO. La supuesta valiente Poniatowska  ignoró olímpicamente al reportero independiente caído durante la balacera (aunque vino a su patria a recibir su reconocimiento, y precisamente a la ciudad donde éste vivía, Nueva York). En cambio, los colegas y amistades del periodista asesinado formaron la organización Friends of Brad Will (Amigos de Brad Will), que desde entonces pugna para que se haga justicia a los maestros caídos en México y para que Estados Unidos deje de enviar armas al narcogobierno mexicano.

          Y ahora, durante la huelga de hambre en Nochebuena y Navidad por Ayotzinapa frente al consulado de México, a diferencia de muchos periodistas mexicanos (incluyendo los que viven en Nueva York y desde aquí “reportean”), los Amigos de Brad Will se hicieron presentes los tres días. En esta informativa entrevista, uno de sus representantes rememora la última vez que vio a su amigo caído en Oaxaca y hace una sencilla explicación a la ciudadanía norteamericana de por qué debería solidarizarse con México. VER AQUÍ EL VIDEO SUBTITULADO.



El otro primero de enero

Hoy, primero de enero, se conmemora el fracaso de la Revolución Cubana y el triunfo del último y más exitoso levantamiento anticapitalista del siglo pasado: el movimiento zapatista. ¿Por qué sobrevivió? Entre sus más importantes logros, porque incluyó en los hechos y no sólo de palabra a las mujeres y a la diversidad sexual. ¿Por qué la Revolución Cubana fracasó? Entre sus más brutales fallas, porque convirtió a sus mujeres en prostitutas (jineteras) y a su población homobitransexual en criminal (mientras en el extranjero, y específicamente en México, utilizaba a mujeres lesbianas como sus aliadas y agentes).
O díganme que no.
Y pruébenlo: quien sea mexicano “progre” y en sus andares perredistas no haya ido a Cuba a acostarse con una bella jinetera aprovechando los “triunfos” de la Revolución, que me tire la primera piedra.
Ja, ja. ¡Feliz 2016!

viernes, 18 de diciembre de 2015

“Llegará el día en que la imagen de Manning y Snowden aparecerán en los timbres postales de EEUU”: JM Coetzee

Así como en México en lugar de nuestras verdaderas heroínas tratan de imponernos modelos de mujeres en el poder como Elena Poniatowska, Rosario Robles y hasta Margarita Zavala la esposa de Calderón (a quien no sé cómo las madres de los miles de muertos permiten siquiera que hable, mucho menos que se postule para ocupar un cargo público), la verdadera  heroína de Estados Unidos no es Hillary Clinton sino Chelsea Manning, quien el miércoles de esta semana cumplió 27 años, y cuyas denuncias publicadas en 2010  desmintieron el aparato de propaganda de guerra y revelaron los propósitos de las invasiones a Irak y Afganistán. Pasará a la historia, además, como el verdadero modelo de heroicidad transgénero (no las que se hacen millonarias en la televisión con consejos de belleza para seguir explotando mujeres y reality shows y que apoyan la guerra por petróleo).
Por su cumpleaños, una serie de celebridades (también valientes a su manera) la mandó felicitar.  “Feliz cumpleaños, Chelsea Manning. Te agradezco hoy y siempre tu extraordinaria obra de servicio y lamento que haya tenido tan increíble costo personal —le dijo Edward Snowden—. Como resultado de tu valiente acción, el pueblo norteamericano está ahora más informado sobre los actos de nuestro gobierno a medida que se posiciona para una guerra sin fin. Has inspirado a un público enojado a que exija un gobierno que rinda cuentas por perpetrar la tortura y otros crímenes de guerra, así como por el verdadero costo de sus guerras y por conspirar con corrupción por todas partes del mundo”.
“Querida Chelsea: Estoy seguro de que no es divertido pasar tu cumpleaños tras las barras, pero quiero que sepas que hay miles y millones de gente en todo el mundo que están pensando en ti y deseándote que estés bien —le escribió el Nobel de Literatura J.M. Coetzee—. Te admiramos por los pasos que diste al servicio de la democracia, es decir, por el derecho del pueblo a gobernarse, y te respetamos por la fortaleza con la que te has mantenido desde que te arrestaron, en tiempos en que debes haberte sentido muy sola y aislada. A mis 70 años no espero estar por aquí cuando recuperes tu libertad (a menos que tu Presidente entre en razón y te ofrezca un perdón), pero quiero que sepas que confío en que llegará el día en que tu imagen, y la imagen de Edward Snowden, aparecerán en los timbres postales del Servicio de Correos de los Estados Unidos”.

Y el tan prodigioso como interminable cineasta Terry Gilliam también apoyó a su valerosa compatriota* con una tarjeta postal dibujada por él en la que dice: “¿A dónde vais, Estados Unidos? Chelsea, tu valentía nos ha demostrado mucho de lo que nos debe preocupar. ¡Estamos en profunda deuda contigo!”.



----
*El director de Brasil  (la película que todo mexicano debería ver) y de El barón de Munchausen, integrante del grupo británico Monty Python, es de origen estadounidense. Abandonó su país atemorizado por la posibilidad "de convertirse en un terrorista tira-bombas de tiempo completo" si se quedaba.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Del Charco a Ayotzinapa: décadas de impunidad

CONOCE A EUSTOLIA CASTRO, la presidenta del Comité de Viudas de la Masacre del Charco, Guerrero. Vivió con su marido solamente nueve meses. Lleva 17 años luchando para que se haga justicia por el asesinato de su esposo y movilizándose con las demás viudas de los 10 indígenas y el estudiante asesinados en una escuela mientras dormían, por haber querido formar una comunidad autónoma. En 17 años, el Ejército Mexicano no la deja en paz. Ella continúa recibiendo amenazas de muerte hasta hoy. Ella vive en Ayutla, que ahora no sólo es territorio militarizado sino paramilitarizado, pues el nuevo gobernador “florero” que pusieron en el lugar del corrupto Aguirre no ha hecho más que permitir más narcotráfico en la zona. Eustolia no tiene internet. Acude a un cibercafé a comunicarse cada vez que la amenazan. ¿Puedes imaginar vivir en esa zozobra 17 años? Le jaquean sus contraseñas y se meten a sus cuentas virtuales. ¿Cómo puedes difundir su historia para protegerla? Video de Eustolia Castro


"Nada más nos utilizaron en el caso del Charco. Hubo hasta comités que se pusieron nombres como 'Los mártires del Charco' y no tuvieron nada qué ver".https://vimeo.com/148001444

El caso de Armando Chavarría: un ejemplo de que en Guerrero, la verdadera oposición desde la opción electoral y desde la verdadera alternancia NO EXISTE porque LA REPRIMEN Y LA ASESINAN. Lo único que queda son los simulacros de oposición que sí pactaron con el poder.
Aquí, el testimonio de MARTA IDALIA OBEZO, viuda del diputado asesinado, durante la mesa redonda “Del Charco a Ayotzinapa: décadas de impunidad en Guerrero”, celebrada en la ciudad de Nueva York el 5 de diciembre de 2015. Inmediatamente la fiscalía se puso a inventar crímenes pasionales como móvil del asesinato. No pusieron mayor atención al móvil político.

“No es casual que sigan en la impunidad Oropeza Garnica y López Portillo Leal”
La abogada María Magdalena López Paulino explica los detalles sobre la matanza de El Charco durante la mesa redonda “Del Charco a Ayotzinapa, décadas de impunidad” celebrada en Nueva York el 5 de diciembre de 2015.



Cuando el narcoalcalde José Luis Abarca fue arrestado, los periódicos y la televisión te contaron una enredada patraña de unas joyerías como supuesta causa de su condena, y ni siquiera aclararon que no fue acusado por los crímenes contra los estudiantes de Ayotzinapa, sino por el asesinato del activista Arturo Hernández. De este asesinato hubo testigos y sus declaraciones existían en los expedientes desde hacía más de un año, pero sólo las tomaron en cuenta después de la masacre y la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa. Y sólo hasta entonces el caso por arte de magia pasó de ser un delito estatal para convertirse en un delito federal. Es decir: Abarca habría podido ser detenido un año antes, y la masacre contra los estudiantes de Ayotzinapa se habría podido evitar. Durante la mesa rendonda "Del Charco a Ayotzinapa: décadas de impunidad" celebrada en Nueva York este 5 de diciembre de 2015 se recordó que el gobernador interino de Guerrero durante la masacre del Charco era Ángel Aguirre, el mismo que años después era gobernador de Guerrero durante la masacre de Iguala. Escucha el testimonio de la viuda del activista Arturo Hernández, a quien Abarca amenazó diciendo: "Me voy a dar el gusto de matarte".https://vimeo.com/148007958


****************

Aquí, con estas mujeres admirables.




sábado, 28 de noviembre de 2015

La carta del chantaje francés durante la protesta contra Isabel Marant

Ayer, durante la máxima celebración anual del sistema consumista en Estados Unidos —el “viernes de números negros” o “viernes de baratas”: la costumbre que ahora se ha impuesto a México como “buen fin” sin siquiera tener la misma historia—, acudimos al elegante arrondisement de Soho a protestar a la tienda de la ladrona empresaria francesa Isabel Marant  que quiere quedarse con la patente de los bordados del pueblo oaxaqueño. Gritando súplicas como: “¡No compren en esa tienda que les roba sus diseños a los indígenas de Oaxaca!”, “¡Si no te gusta que te roben no contribuyas a robar a los indígenas!” o “¡El plagio no es glamoroso! ¡Los verdaderos diseñadores son originales!”,  logramos que mucha gente se detuviera literalmente en la puerta y diera marcha atrás. Otros sí entraban al lujoso establecimiento muy asustados, quizás creyendo que éramos algún comando de ISIS,  pero se quedaban en el vestíbulo viéndonos y escuchándonos. Los menos se metieron muy disgustados y dispuestos a comprar, refunfuñando algo que se adivinaba hostil. Hubo discusiones familiares por nosotros. Yo atestigüe una: la hija no quería entrar, y le decía a la madre:
       —Pero, mamá, mira lo que están diciendo de esta tienda.
La madre rezongó algo, hasta que nos oyó y entendió de qué nos tratábamos.
—Bueno —concedió como hacen usualmente las madres, esto es, echándoles la culpa de todo a sus hijas—: si insistes y no quieres  vámonos, que aquí está muy… como sea.
       Además, muchos viandantes nos felicitaban en la calle por hacer eso… Hasta que, desde luego, afectamos el negocio, y los gerentes de la tienda lo notaron. No solamente mandaron llamar a la policía y nos echaron a  este guardia de seguridad a molestar (como se puede observar en el video), sino que hicieron que uno de sus abogados hablara con Javier Enríquez, representante del Movimiento Indígena en Nueva York. Le sermoneó un montón de excusas, pero la más notable es que haya sacado la carta del chantaje sin ningún pudor y haya dicho que dos familiares de la diseñadora murieron en los ataques terroristas de ISIS en Francia. ¿Y por eso se justifica el robo a las comunidades mixes?
       Ya decía yo que esos ataques en Francia iban a ser de lo más convenientes para muchas cosas.



En este video se observa lo bien que nos trató el guardia de seguridad de Isabel Marant: https://vimeo.com/147182213