"El Presidente fue a Palenque a pedirle a la Madre Tierra el derecho de destruirla": Jérôme Baschet
- Son tres principalmente los megaproyectos que afectarán a la región sureste de México: el Corredor Transísmico estratégico para Estados Unidos, las zonas económicas especiales y el Tren Maya.
- La resistencia no significa que el EZLN vaya a retomar la vía armada, como algunos dijeron.
- En el entorno directo del nuevo Presidente sus asesores principales son industriales, empresarios del agronegocio.
Palabras del historiador Jérôme Baschet en la Jornada Global Anticapitalista contra los Proyectos de Destrucción y en Apoyo a los Zapatistas en Nueva York, 25 de enero de 2019, durante una reunión en el Centro de Justicia en el este de Harlem.
Efectivamente, los zapatistas celebraron 25 años del levantamiento armado, del primero de enero del 94, el "Ya basta" del 94, y eso fue hace unos días, el 1 de enero de este año, pero fue una celebración muy particular, no tanto orientada a la alegría de celebrar la construcción de la autonomía durante 25 años, sino un aviso, que empezó con el desfile de 3 mil milicianos, con los reservistas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Y eso con las palabras posteriores del subcomandante Moisés, el vocero del EZLN. Eso significaba: "Aquí estamos. Aquí estamos dispuestos a defendernos. A defender nuestros territorios y a defender la autonomía que hemos construido. Dijeron esto de manera muy contundente, muy firme, en respuesta a las políticas del nuevo gobierno mexicano, de Andrés Manuel López Obrador, y en particular de los megaproyectos que ya se mencionaron. Son tres principalmente que afectan a la región sureste de México. No solamente del Tren Maya. Uno de estos proyectos es el Corredor Transísmico. No es directamente Chiapas, pero es Oaxaca, otra región muy indígena, con mucha tradición de lucha, muy importante. Es una vinculación con nuevos puertos en ambos lados: en el Pacífico y el Golfo. Y un corredor de transporte, de múltiples tipos de transporte, ferrocarril, etcétera, que es un viejo proyecto como desdoblar el Canal de Panamá. Es un proyecto estratégico para los propios Estados Unidos, y eso va junto con parques eólicos gigantescos que destruyen a los territorios indígenas. Zonas industriales, zonas económicas especiales. Ésa es una zona en la cual las comunidades y los territorios indígenas van a ser destruidos más que nunca si se hace este proyecto. Entonces hay una oposición firme en contra de este proyecto.
Otro proyecto del nuevo Presidente es la idea que tiene de implementar un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables, en territorios particularmente indígenas, sobre todo en Chiapas y sobre todo en la Selva Lacandona, que es uno de los territorios zapatistas, y esto de una manera que es muy claramente vinculada con los intereses del agronegocio. En el entorno directo del nuevo Presidente sus asesores principales son industriales, empresarios del agronegocio. Obviamente hay una relación muy clara entre esos proyectos y esos intereses que rodean al Presidente actual de México. Y, efectivamente, el tercer proyecto que tiene implicaciones directas para los pueblos indígenas, en particular en Chiapas, es el llamado, o mal llamado Tren Maya, porque a los mayas nadie les preguntó si querían, primero, el tren, y además que se llame así el nombre de su pueblo y de sus antepasados. Este proyecto va a reunir a Chiapas y a todas las regiones turísticas de la Península de Yucatán afecta a los territorios indígenas en su conjunto. Por ejemplo, el Presidente dice: "Ah, no, pero no hay problema, este tren no va a costar ni un solo árbol. Se va a hacer todo sin cortar ni un solo árbol". Obviamente no es posible. Pero, además, lo que hay que entender es que no es solamente el tren en sí mismo, las vías que van a pasar, sino que es un proyecto de desarrollo de toda la región: de Chiapas, de la Península de Yucatán. Y, en esta región, como ustedes saben, hay centros turísticos muy frecuentados por gente de Estados Unidos, de Canadá y del resto del mundo. [Centros] como Cancún y todo eso [risas]. Y la idea es multiplicar todo eso por dos, por tres, por cuatro. Ya hay cinco millones de turistas al año en Cancún y sus alrededores. Ahora tiene que haber por lo menos diez. El proyecto del Tren Maya es eso. Ése es el objetivo. Y eso no va a destruir nada obviamente, ¿no? Pues claro que sí. Es la destrucción total de todo el litoral, de Yucatán y Chiapas, a través de los proyectos de desarrollo de un turismo que es absolutamente devastador.
Por todas esas razones, los zapatistas anunciaron el 1 de enero, hace tres semanas, que no van a permitir esos proyectos, que no van a permitir que entren esos proyectos a los territorios autónomos zapatistas. Esto también, después, el CNI, el Congreso Nacional Indígena, apoyó esa postura, y también anuncia que las comunidades que pertenecen al CNI van a defender también sus territorios.
La respuesta del Presidente es muy provocadora hacia las comunidades indígenas. A mediados de diciembre, 15 días después de entrar como Presidente, llegó a Palenque para declarar formalmente iniciados los trabajos, las obras del Tren Maya. Y además lo hizo con un ritual pseudoindígena a la Madre Tierra. El Presidente viene a pedir a Palenque, en Chiapas, a diez kilómetros de un caracol zapatistas, a pedir permiso a la Madre Tierra para hacer el Tren Maya. ["No mames", dice alguien del público.] Sí. Eso dijeron los zapatistas.
Evidentemente con esto está yendo en contra de los derechos indígenas, incluso, tal como están reconocidos por el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo, por la declaración de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, del derecho a la consulta previa, libre e informada. Obviamente aquí nunca hubo una consulta a los pueblos indígenas. Entonces ahí vino a pedirle a la Madre Tierra el derecho de destruirla y de destruir a los pueblos indígenas a los cuales nadie se tomó la molestia de preguntarles su opinión.
Por eso, el subcomandante Moisés, actual vocero del EZLN, anunció que van a reaccionar frente a las provocaciones del nuevo poder y, sobre todo, que van a defender sus territorios. No significa retomar la vía armada, como algunos dijeron. Significa que tienen ahí los medios para defender sus territorios y sobre todo para defender lo que han construido. Y lo que han construido desde hace 25 años precisamente es la autonomía. Su propia forma de organización, con sus Consejos Municipales Autónomos, con sus Juntas de Buen Gobierno, con sus sistemas de educación, de salud. La organización de la vida colectiva. Eso es la autonomía que han construido desde hace 25 años, que es la razón por la cual queremos a los zapatistas y es lo que quieren defender. Por eso es muy importante en este momento la solidaridad nacional e internacional hacia los zapatistas. Que también hay una campaña de desprestigio, de calumnias en contra de los zapatistas, entonces el apoyo que se pueda dar desde lo internacional como lo hicieron aquí con el documento [declaración de apoyo del Colectivo Semillas] pues es muy importante.
Jérôme Baschet durante la presentación de su libro en Nueva York
Bueno, la comvocatoria es a globalizar la resistencia y eso haremos los que estamos aca en la ciudadde NY. Y segundo, que gran esfuerzo de transcripcion, felicidades Malu! Hacemos aqui un llamado a los grupos ambientalistas internacionales que se congregan en Nueva York a que se sumena la restencia geopolitica que plantea el EZLN. Y de ahi comenzaremos a extender esta lucha a otros gremios y giros de la organizacion social que buscan su propia autonimia.
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