PALABRAS DE CARMEN GARCÍA BERMEJO DURANTE LA
PRESENTACIÓN DEL LIBRO SALINATO VERSIÓN 2.0 EN LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO
Guadalajara, Jalisco. 8 de diciembre de 2013.
Carmen García Bermejo
Agradezco a Fernando Valdés, director de esta casa
editorial, el cobijo que nos da para la presentación de este libro, pues él es
un hombre comprometido con el pensamiento crítico que nos ayuda a reflexionar
sobre la situación actual que vive el país.
Pero también agradezco enormemente a mi editora, Malú
Huacuja del Toro, por haberme impulsado a escribir estos reportajes que se
incluyen en Salinato Versión 2.0, en
un momento en el que la sección Cultural del periódico El Financiero, donde he laborado durante 18 años, fue
destrozada por la venta que este diario sufrió hace un año y que trajo como
consecuencia la utilización de su nombre, formato y prestigio, a pesar de que
el cambio editorial dio un giro de 180 grados para pasar de un periódico plural
y crítico, a una edición simplemente mercantilista.
Lo que el lector encontrará en Salinato Versión 2.0 es el reflejo de una política de Estado que se
ha perpetuado desde 1988 a la fecha. Los autores que en este libro participamos
damos un panorama global de lo que ha sucedido en diversos aspectos del país
durante el último cuarto de siglo. A mi me correspondió hacer esta revisión en
el sector Cultura donde, a través del seguimiento de los funcionarios que, en
1988, puso Carlos Salinas de Gortari en las diversas direcciones de las
principales instituciones culturales de México, podemos comprobar que Salinas
nunca se ha ido y que su equipo con el que comenzó su gobierno hace 25 años, hoy
en día siguen continúan manejando la política cultural de este país.
Así, el equipo que operó la administración cultural en
México la última década del siglo XX en los sexenios de los priístas Salinas de
Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León continuó la siguiente centuria para,
entonces, poner en marcha la ideología del PAN y así ocurrieron los primeros 12
años del siglo XXI.
En 2013, ese mismo grupo se reacomodó para, ahora,
operar nuevamente con el PRI y mantenerse dentro del presupuesto hasta el 2018.
Es la primera vez que una cofradía de burócratas se enquista en los mandos
superiores de las instituciones culturales durante casi 30 años.
Un ejemplo de este grupo de burócratas es Rafael Tovar
y de Teresa, quien en 1988 fue nombrado por la administración salinista
director del instituto Nacional de Bellas Artes; después lo ascendieron, en
1992, a la presidencia del Conaculta, donde permaneció hasta 1994. Pero con el
cambio de gobierno, Ernesto Zedillo lo ratificó y permaneció en ese cargo hasta
el año 2000. Con la llegada de Vicente Fox a la presiencia, lo nombran
embajador en Italia, en recompensa por la transición de terciopelo que le ayudó
a Sari
Bermúdez a tomar las riendas del Conaculta.
Luego, con el sexenio de Felipe Calderon, Tovar y de
Teresa es nombrado titular de la organización de los eventos conmemorativos al bicentenario
de la Independencia y el centenario de la Revolución, donde permaneció hasta
2009 porque fue despedido por diferencias políticas con Calderón. Permaneció en
un bajo perfil durante tres años hasta que se montó como director del Festival
de Cine de Baja California Sur y al mismo tiempo ya participaba con la Fundación
Colosio del PRI para prepararle a Enrique Peña Nieto el campo de la política
cultural que debería presentar a los electores.
Ya con Peña Nieto en la presidencia, lo vuelven a
nombrar titular del Conaculta.
Pero, en este primer año de trabajo, lo único que se
le conoce es la inauguración de diversas exposiciones en el extranjero. En este
2013 ha hecho, por lo menos, seis viajes internacionales para ratificarse como
el viajero frecuente del Conaculta, título que se han ganado los titulares de
esta dependencia por su gusto por los viajes.
A nivel nacional, uno de los actos que determinan su
actividad es la reactivación del Programa de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles
de México. Todo mundo diría: “¡Que excelente acción!”. Aunque lo es, poco saben que, en 1997, el
mismo Tovar y de Teresa fue quien desmanteló este programa con costos sociales
muy fuentes para la nación, pues a través de orquesta y coros se trataba de
integrar a la juventud de este país en bandas de música e concierto. Pero, al
ser destruida esta iniciativa por el capricho de un burócrata, muchos niños del
país fueron arrastrados a formar parte de bandas, pero delictivas, al no
encontrar opciones de esparcimiento y educación en sus comuniades de origen.
Este complejo procesó de desarticulación del Programa
de Orquestas y Coros es parte de lo que el lector puede encontrar a detalle en el
libro Salinato Versión 2.0 y que les recomiendo adquieran para mantener viva la
memoria colectiva, esencial para transformar un país incendiado por la
corrupción y la injusticia.
COMPRAR EL LIBRO EN LÍNEA DESDE CUALQUIER PARTE DE MÉXICO
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