Ni por el dinero, ni por su carencia, ni por la formación, ni gracias la escuela a la que asisten o dejan de asistir, ni por la educación que les falta o que les proveen, ni debido a ciertos acontecimientos en sus vidas, ni por sus enfermedades o su salud, ni por la fortuna la desgracia: simplemente, hay gente muy superior a otra. No nace así; se hace. Pero cuando logra su magnificencia terrenal, hay que respetarla. Y entender que, igual que en el trabajo artístico, existen jerarquías…
Mi abuelita decía que hasta en los perros hay clases...je.
ResponderEliminarYa en serio, efectivamente, viva la diferencia y viva el esfuerzo que hacen algunos por no ser parte de una masa amorfa. Vivan los seres que se esfuerzan por querer aportar y compartir y no conformarse solamente en ocupar un lugar en el espacio y ser seres que sólo sirvan para desechar dióxido de carbono.
Un abrazo, Malú
Gracias por tus reflexiones. Viva la diferencia con igualdad de derechos.
ResponderEliminarUn abrazo fraternal, no por ello incapaz de distinguir y sin distinción, pero sobre todo cariñoso, para ti.