miércoles, 1 de mayo de 2019

Del Día del Trabajo negado en Estados Unidos


La defensa por uno de los derechos laborales fundamentales —la jornada de trabajo de ocho horas—, no comenzó en la Unión Soviética, sino con una huelga general en Estados Unidos en 1886, y es por eso que hoy se conmemora a los mártires de Chicago en todo el mundo… excepto en Estados Unidos, cuyo gobierno satanizó en el discurso y criminalizó en las leyes la lucha por los derechos de los trabajadores, estereotipándola como soviética y, por tanto, antipatriótica. Durante el macartismo, una vez encarcelados o aislados todos los líderes progresistas y purgados de representatividad obrera casi todos sus sindicatos, el gobierno incluso cambió la fecha del Día del Trabajo para Estados Unidos. Yo me acuerdo de un tiempo en el que la gente todavía se cuidaba de no decir en público que celebraría el 1 de mayo, pues eso la podía meter en problemas en sus círculos laborales y profesionales, estereotipándola como “comunista” y, por tanto, enemiga de su patria.

Tras la caída del Muro de Berlín y los ataques a las Torres Gemelas, el discurso oficial impuso un nuevo enemigo. La amenaza real de ataques terroristas fue magnificada y capitalizada por la industria de la guerra. El pueblo norteamericano comandado por sus medios de comunicación masiva aprendió a tener miedo de los musulmanes y de los franceses de cualquier religión, ya que el gobierno francés no se supeditó a la guerra “contra el terrorismo” que inventó armas de destrucción masiva en Irak.  Las papas a la francesa empezaron a denominarse papas de la libertad. Incluso los puestos de fritangas debieron cambiar sus letreros. Pasado un tiempo, uno se pregunta cómo la gente cuerda puede aceptar estas ridiculeces, pero en su momento, la propaganda funciona. Para entenderlo hay que ver en México lo que está logrando el presidente Andrés Manuel López Distractor llamando “conservadores” y “fifíes” a los luchadores sociales y a los periodistas.

En 2006 este día fue reivindicado en Estados Unidos por los trabajadores inmigrantes, que en aquel entonces eran invisibles, y que ahora, gracias a Donald Trump, son el nuevo enemigo del pueblo. Los mexicanos fueron llamados violadores y narcotraficantes.

Hoy, los mecanismos para estereotipar y descalificar tienen un eficaz magnificador: las redes sociales. Si prestan atención, a veces el debate público se está dando nada más entre una granja de troles y otra. Las pocas personas que quedan en esos ciberforos se limitan a repetir lo que les dicta un bot.  

Sirva este Día del Trabajo Negado en los Estados Unidos para reflexionar sobre los mandatarios que necesitan reescribirse la historia  e inventarse enemigos con sus propagandistas de ayer y hoy para gobernar. No les ayudemos repitiendo lo que dicen.

Hoy me voy a acompañar en su celebración a unos trabajadores inmigrantes mexicanos que se están organizando a pesar de Trump.



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