Las
preguntas que te conviene hacerte antes de retuitear, difundir y creer lo que
dice Epigmenio Ibarra si no quieres convertirte en parte del problema y no de
la solución al caso Ayotzinapa
1. ¿Por qué Epigmenio Ibarra produce una telenovela en
la que sugiere que Raúl Salinas de Gortari orquestó la protesta de los
normalistas de Ayotzinapa para irle a arruinar su campaña electoral a la esposa
de Abarca, el entonces alcalde de Iguala, mientras que en Twitter se
muestra solidario con la causa de Ayotzinapa y pasa lista de los estudiantes?
El pasado viernes
28 de agosto de 2015, en Estados Unidos se transmitió el capítulo 87 de la temporada 3 de la
telenovela El Señor de los Cielos coproducida por Telemundo y Argos
Comunicación, la empresa que dirigen él y el ex senador Carlos Payán, presidente de
Argos Producciones y fundador del periódico La
Jornada. En esta telenovela supuestamente
“creada” por Luis Zelkowicz —pero que en realidad es un mal plagio de la
estupenda teleserie colombiana Escobar, el
patrón del mal (Caracol Televisión,
2009-2012)— se pretende reproducir la historia del narcotraficante mexicano
Amado Carrillo haciendo un batidillo de fechas, hechos reales e invenciones. El
resultado es ése: un champurrado que ni es una historia totalmente ficticia,
porque utiliza las grandes tragedias de México, ciertos personajes y ciertos
nombres, ni es tampoco una recreación de hechos reales a la manera de Escobar, el patrón del mal y, mucho menos, un documental. A diferencia de Escobar, el patrón del mal, que sí está
basada en un trabajo periodístico (La
parábola de Pablo, de Alonso Salazar), en la que participaron víctimas de
Pablo Escobar (víctimas que además son hijos y nietos de verdaderos periodistas),
los productores y guionistas de El señor
de los cielos no les preguntan ni les piden su opinión a las víctimas de la
masacre de Ayotzinapa y deciden lucrar con esta terrible realidad, presentando
en el capítulo emitido el jueves 27 de agosto a unos “estudiantes de
enfermería” que, organizados por un personaje claramente identificable con Raúl
Salinas de Gortari —es "primo" de un ex presidente, está implicado en el narco y acaba de salir de la
cárcel—, “toman un camión” para ir a “arruinar” un acto de la “candidata a la
alcaldía de Maravatío”. Sitúan el hecho en Michoacán y no en Guerrero (para
echarle la culpa al PRD en Michoacán y eximir a AMLO y a Morena de su
corresponsabilidad en la matanza en Iguala), pero sí se fijan bien en que la
alusión a los estudiantes de Ayotzinapa sea clara: van “34 estudiantes” en el
camión (invirtiendo los dígitos, 43).
Después, el capítulo
transmitido este viernes 28 de agosto, el personaje que representa a Raúl
Salinas de Gortari se reúne en un cónclave de mafiosos con el personaje que
representa a Amado Carrillo y una hampona líder sindical semejante a Elba
Esther Gordillo para decidir quién va a ser el siguiente presidente de la
República Mexicana. Los “34 estudiantes de enfermería” que viajaban en un
camión rumbo al acto de la esposa del alcalde son secuestrados por el narco y
la policía. En el minuto 8:42, el personaje que representa a Raúl Salinas de
Gortari, dice:
—No te había
comentado, pero como te prometí, nos movilizamos en contra de [la ficticia
María de los Ángeles Pineda, esposa de José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala]
en Michoacán. Se está lanzando para alcaldesa de Maravatío. Le vamos a joder su
numerito.
Se refiere
inequívocamente a la protesta de los 43 estudiantes de Ayotzinapa rumbo a
Chilpancingo, a pesar de que los sobrevivientes estudiantes han declarado una y
otra vez que no se dirigían a Chilpancingo a “arruinarle” un importante acto a
la candidata. Todo esto ocurre, según la telenovela, durante el sexenio de
Calderón (a quien llaman Morejón), no de Peña Nieto. Y el Presidente de México
no encubre la masacre, como ha sucedido durante ya casi un año con la
desaparición y asesinato de los estudiantes de Ayotzinapa. Por el contrario:
está indignado con lo que sucedió a los estudiantes. En el minuto 37:47 dice:
“Quiero a esos estudiantes de enfermería en sus casas”.
¿Cuánto están ganando
los productores de Telemundo y Argos con esto? ¿Se vale lucrar con la tragedia
de los estudiantes de Ayotzinapa falseando la información de esta manera,
diciendo veladamente que los estudiantes actuaban bajo las órdenes de Raúl
Salinas de Gortari y la Gordillo bajo el pretexto de que “es una ficción”? Por
lo visto, sí: se puede, y mientras no haya límites de ningún tipo, estas
personas lo seguirán haciendo. ¿Pero después de esto es posible decir que
Epigmenio Ibarra apoya a los padres de Ayotzinapa? ¿Con qué cara está pasando
lista de los estudiantes desaparecidos todas las noches en Twitter, por una
parte, y por otra, produciendo una telenovela en la que sugiere que Salinas de
Gortari mandó a los estudiantes a protestar, que el Presidente de México quiere
justicia o que los estudiantes sí se proponían “arruinar” el acto de la señora
Pineda?
Eso, por mencionar
sólo los últimos capítulos, que ya son el colmo. La telenovela entera es una
celebración del narco.
2. ¿Por qué su
telenovela El Señor de los Cielos
parece un mal plagio de la excelente teleserie colombiana Pablo
Escobar, el patrón del mal, pero desde el punto de vista de los
narcotraficantes y no de las víctimas?
Porque lo es. De
hecho, utiliza a varios actores de la telenovela original y la primera
temporada fue coproducida por la misma productora colombiana, Caracol. Sin
embargo, Escobar, el patrón del mal fue
ideada y escrita ni más ni menos que por el hijo del periodista asesinado por
orden de Pablo Escobar (Guillermo Cano, director de El
Espectador) , Camilo Cano, y por Juana Uribe, la sobrina del candidato Luis
Carlos Galán, asesinado por orden de Pablo Escobar. Ella fue, además, la
productora general de la telenovela. La historia está bien contada desde el punto de vista de las
víctimas, no de los asesinos (ni de unos empresarios queriendo ganar dinero con
historias de asesinos). “Bien contada” quiere decir, entre otras muchas cosas,
que presenta personajes bien desarrollados, no acartonados villanos. Es estremecedora
la dulzura de Pablo Escobar en muchas escenas inmediatamente después o antes de
ordenar torturas y asesinatos, pero toda la historia está contada desde el
punto de vista de quienes sufrieron, no de quienes hicieron pedazos a
Colombia. En cambio, El Señor de los Cielos convertido en un
simpático Don Juan presenta al público divertidas comedias de enredos (Lope de
Vega sin poesía) con escenas de sexo light
salpicadas de algunos sucesos de la historia de México que en la telenovela son
incidentales (Acteal, y eso sí lo ponen con su nombre). Eso hace la gran
diferencia entre una y otra telenovela, por no hablar de todo lo demás: mejor
dirección, admirables actuaciones, excelentes guiones, notable dirección de
reparto para elegir no sólo buenos actores sino con un parecido físico
impresionante, etc. Para muestra, un
botón: hay que ver la diferencia entre las madres de los dos capos para
aprender a pasarse en fast forward
todas escenas de Lisa Owen más miscast
que nunca.
Todo lo cual, por lo visto, se vale
porque se puede, y mientras tengan el dinero sin ley lo seguirán haciendo.
¿Pero el señor Epigmenio Ibarra es de izquierda y apoya la causa de los padres
de Ayotzinapa? Eso es lo que ya está más
difícil de creer.
3. ¿ Cómo es posible que una telenovela como Escobar, el patrón del mal
que no es de izquierda (Luis Carlos Galán era liberal y la telenovela es
abiertamente galanista), sea más compasiva, respetuosa, didáctica y subversiva
que la de los productores que se dicen de izquierda y que hacen la propaganda
del partido Morena?
Principalmente, porque es honesta. Los familiares de las víctimas querían, sobre todo, dejar un testimonio pedagógico sobre lo que ocurrió, y no por nada la rúbrica de entrada decía: "Quien no conoce la historia, está condenado a repetirla". Y quizás la
respuesta está en un parlamento de la propia telenovela Escobar, el patrón del mal. “A nadie le gusta más el dinero que a
la gente de izquierda”, dice el personaje del gran capo luego de estar negocios
con los cubanos y los nicaragüenses (todo lo cual está documentado y recreado
en las fechas exactas; no como las patrañas de El señor de los cielos).
O a lo mejor es que no son de izquierda. A lo mejor.
AYOTZINAPA VIVE
Consumo poca television, y nunca el genero telenovela, y menos aun sobre capos, pues los intentos que he hecho por ver estas cosas me han aburrido (No he visto el paron del mal). Pero tratandose de estas dos produccciones, y de su vinculo con la historia moderna de Mexico voy a tratar de buscarlas y verlas, para evaluar el angulo que sugiere Malu, porque suena muy interesante y oportuno saber por doonde y coomo nos estan bombardeando con informacion, falsa y verdadera. Gracias, Malu, por el tip.
ResponderEliminarEpigmenio Ibarra está lucrando con la masacre de los estudiantes al producir una telenovela en la que sugiere que los 43 normalistas fueron enviados por Raúl Salinas de Gortari en un camión a arruinarle su acto de candidatura a la esposa de Abarca. Eso es “confundir la gimnasia con la magnesia”. Y además está aprovechando que esa parte de su telenovela todavía no se transmite en México, haciendo su “estudio de mercado” todas las noches pasando lista de los 43 desaparecidos en Twitter. Si le importaran realmente, no haría telenovelas de ellos poniéndolos como si estuvieran manipulados por Salinas de Gortari, ¿no crees? O como si el presidente Calderón (“Morejón”) quisiera encontrar a los desaparecidos, cuando todos sabemos que fue el Estado el que ha estado encubriendo los hechos. Los padres de Ayotzinapa llevan ya casi un año recorriendo el país y el mundo entero mostrándonos las pruebas de que fue el Estado. Y si les va a faltar al respeto falseando la realidad de una manera que los denigra, mejor que no los meta en sus telenovelas. O que no pretenda que le importan. Las dos cosas juntas no se pueden lograr. ¿Creía que los mexicanos que estamos en Estados Unidos, que sí tenemos acceso a la temporada 3 de su telenovela y que participamos en la Caravana 43 no lo íbamos a notar? Que haga telenovelas enteramente ficticias, sin enredar hechos, fechas, períodos presidenciales y ex presidentes para mandar mensajes de campañas electorales. Ah, pero si lo hace así, pues no vende, ¿qué no?
ResponderEliminarEl resto del texto tampoco lo entendiste. Pero mis demás lectores, sí. Porque no están pagados por la empresa de Epigmenio Ibarra para hacer como que no entienden.
Llevo 8 meses diciendo en Twitter que ePIGmenio Ibarra es un carroñero, siempre critico el pase de lista de los normalistas y su caricaturización como si fueran cartas de la lotería, una falta de respeto no poner las fotos reales.
ResponderEliminarY eso que no han pasado en México la temporada 3 de su telenovela, en la que recrea la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa claramente como valor de mercado para su producto. No porque le interese contar lo que pasó y que involucra, entre otros factores, al partido político que él apoya y a su líder.
ResponderEliminarLa izquierda no existe en México. Tocas un punto muy sensible, la ética del escritor.
ResponderEliminarSí, “Valverde440”, es un punto sensible pero eso no quiere decir que no deba abordarse. Hace algún tiempo, un reconocido y premiado director de cine mexicano me contrató para hacer un guion de una película que quería él que se tratara de narcotraficantes, y específicamente de un capo mexicano (mucho antes de la estupenda telenovela colombiana sobre Escobar y de su refrito mexicano, “El Señor de los Cielos”). Yo no me negué. Por el contrario, me sentí agradecida de que tan prestigiado director hubiera buscado mis servicios y hubiera venido a Nueva York a hablar conmigo. Pero cuando empezamos a trabajar, dejé claro que a mí no me interesaba honrar ni rendir tributo la vida y obra de un asesino narcotraficante, y que si de eso quería que se tratara la historia, no contaba conmigo. Aquel director era un hombre inteligente y sensible que no sólo no se opuso sino que apreció mi aportación como una observación útil para su trabajo. El guion no hace una película, pero los guionistas sí podemos elegir. Las y los guionistas de Epigmenio Ibarra eligieron mezclar hechos reales, usar nombres y datos específicos para lucrar con las tragedias de nuestro país. Optaron por mencionar específicamente la masacre de Ayotzinapa poniendo a los estudiantes como un grupo de porros manipulados por Salinas de Gortari, en una serie donde las víctimas son inexistentes.
ResponderEliminarPor si alguien ocupa, video con escenas de los capítulos que hablan del caso Ayotzinapa
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=Zzr-k7Fjks4
..
Todos opinando como si conocieran con exactitud lo sucedido, y haciendo referencia a una "Telenovela", cuando es así como se debe tomar, como una novela fantasiosa, y no como breviario histórico!
ResponderEliminarAl empleado o actor de Epigmenio Ibarra que envió ese mensaje apócrifo: No, precisamente, no es un breviario histórico. Es una burla a la historia contemporánea y una calumnia más contra las víctimas de Ayotzinapa, y si no les interesara difamar a los estudiantes escondiendo la mano con la que apedrean (y lucran) tras la excusa de que “sólo es una novela” no harían ustedes alusiones tan directas (“34” estudiantes en lugar de “43” viajando en un camión, etc.). Es más: ni siquiera tendrían por qué hablar de la matanza de Iguala. Ni se les habría ocurrido.
ResponderEliminarLo mismo decía el director de “Güeros” sobre su película de burla a la huelga de la UNAM en el 99: “Es que no es un documental”. No, justamente: no es un documental; es una caricatura de la huelga situada inequívocamente en ese período histórico pero calumniando. Qué fácil lavarse la infamia con la excusa de que “sólo es una ficción”. Si sólo te interesa hacer ficciones, no insertas referencias tan específicas y directas. No te deseo que maten a tu hijo y que Epigmenio Ibarra haga un capítulo de una telenovela sobre tu hijo siendo manipulado por Raúl Salinas de Gortari. A ver si lo defiendes.
Como que le hacen mucha a la mamada como vergas quieres que se publique una serie donde el presidente es una ratota para eso esta el sarcasmo que tu lo quieras ver es otra cosa
ResponderEliminarYo no haría sarcasmos con tus hijos desaparecidos y muertos. Que tú no lo quieras ver es otra cosa. Procuraría no ofenderte si no considero que te merezcas ser ofendido, y menos para ganar dinero. Menos me llamo “progresista” ni convoco a manifestaciones por Ayotzinapa al tiempo que estoy lucrando con la tragedia. Bien es sabido que los productores de telenovelas lo que quieren es hacer dinero, pero no todos se las dan además de “luchadores sociales” ni tratan de manipular la realidad como hacen los directivos de Argos, Carlos Payán y Epigmenio Ibarra.
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