¿Ustedes creen que un Premio Nobel anda muy urgido de dinero y necesita más?

Mario Vargas Llosa recibiendo el Premio Carlos Fuentes de manos del entonces presidente Felipe Calderón.
Foto: Milenio Diario.

¿Ustedes creen que un Premio Nobel anda muy urgido de dinero y necesita recibir más, especialmente de un país en crisis económica como México?* Nuestro gobierno así lo ha considerado reiteradamente. El Premio Carlos Fuentes está dotado de 250 mil dólares y en su primera edición fue destinado al Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa. Pero no es la primera vez que eso ocurre. Cuando se fundó el Conaculta, en lugar de crear programas de fomento a la lectura o de apoyo a los creadores e intérpretes de los estratos más desprotegidos, casi lo primero que “se decidió” fue becar a dos adinerados Premios Nobel: a Octavio Paz y a Gabriel García Márquez. Y es vox populi  —o en Twitter habrá que decir “gorjeo popular”— que la única razón  por la que el Premio Carlos Fuentes se volvió bianual es porque recuerda el momento que el presidente de México Enrique Peña Nieto exhibió su ignorancia al confundir a Enrique Krauze con Carlos Fuentes.

Moraleja: para acabar con el despilfarro y el cinismo de los funcionarios y beneficiarios del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes no se sirve de nada protestar públicamente, denunciar durante dos décadas y exigir un código de conducta ética que sea riguroso y no se aplique de manera discrecional como hasta ahora se ha hecho. ¡No! Lo único que verdaderamente funciona es que el Presidente en turno quede en ridículo y necesite cuidar su imagen en la Feria del Libro de Guadalajara.

Conclusión: hay que hacer que el Presidente se equivoque más. De manera que si, por ejemplo, queremos frenar el despilfarro que ha representado el Premio Poniatowska (llamado así por cuestiones exclusivamente políticas), habrá que cruzar los dedos para que Peña Nieto se vuelva a equivocar y le atribuya a Poniatowska una obra que ella no escribió. Es decir: que haga exactamente lo mismo que Poniatowska le hizo a José Luis Borges. Cabe señalar que, cuando ella le hizo eso a Borges, ninguno de sus feligreses se burló. Nadie distribuyó memes ni inventó más chistes y anuncios, ni sigue tuiteando alusiones al tropezón de Poniatowska. ¿Por qué será? 

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*Respecto a estos temas, tengo preparada una sorpresa diabólica para la Feria del Libro de Guadalajara, a la que precisamente asistirá Mario Vargas Llosa.