Aquí, nada más, acordándome de las pesarosas épocas en que no había cámara digital y teníamos que confiar en lo que veíamos con nuestros ojos. Por ejemplo: un lejano día de los años 90 vi anunciada una conferencia en la Alianza Francesa de México "sobre literatura policíaca" con varios autores franceses y... ¡Carmen Boullosa! "¿Pero qué sabe Carmen Boullosa de literatura policíaca?", nos preguntamos mis amigos y yo... por lo que fuimos a averiguarlo.
-Yo no sé nada de literatura policíaca, pero el director de la Alianza Francesa me dijo que qué mejor, porque así era interesante tener una perspectiva con mis ojos frescos -dijo Boullosa.
¡Ah, qué fresca! Un amigo y yo (que está de testigo de lo que estoy contando y tiene mejor memoria que yo) nos salimos del lugar. Cualquiera está en su derecho de no saber nada sobre literatura policíaca, pero no de dar conferencias al respecto. Sólo esperábamos que no hubiera cobrado por eso. Afortunadamente, en la actualidad, semejantes fanfarronadas pueden ser grabadas por celular.
-Yo no sé nada de literatura policíaca, pero el director de la Alianza Francesa me dijo que qué mejor, porque así era interesante tener una perspectiva con mis ojos frescos -dijo Boullosa.
¡Ah, qué fresca! Un amigo y yo (que está de testigo de lo que estoy contando y tiene mejor memoria que yo) nos salimos del lugar. Cualquiera está en su derecho de no saber nada sobre literatura policíaca, pero no de dar conferencias al respecto. Sólo esperábamos que no hubiera cobrado por eso. Afortunadamente, en la actualidad, semejantes fanfarronadas pueden ser grabadas por celular.
Es que en nuestro país hay una profesión muy rentable: opinólogo.
ResponderEliminarLo que no sabía es que hay una subespecialidad: opinólogo "fresco"...je. Ese veo que los saca de cualquier apuro en una conferencia.
Para mi es menos relevante la existencia de farsantes, que al parecer perduran; lo grave es que existan farsantes con poder (determinado no necesariamente nada mas por la clase social y sus vinculos con las autoridades, de todo tipo, poiticas, morales, econonimcas, etc.), y farsantes tambien pero sin poder alguno, que nacen y mueren el mismo dia, en su vecindario, sin suscitar ningun tipo de comentario en circulos culturales.
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