martes, 21 de diciembre de 2010

Marisela Escobedo y su caso 666 (el número del diablo).

 La instantaneidad en retrospectiva, las noticias viejas que explican el presente y el futuro. Breve historia del caso de Marisela Escobedo.
El 19 de julio de 2010, esto es lo que se publicó en el periódico El Universal:

“Lo seguiré hasta encarcelarlo”

Lunes 19 de julio de 2010 El Universal  Ciudad Juárez, Chih.- Una tonelada de huesos de cerdo fueron analizados para dar con los restos óseos de una joven de 16 años que fue asesinada por su pareja.
Entre los desechos de una marranera (tiradero de desperdicios de cerdo), al oriente de Ciudad Juárez, diez meses después del homicidio a peritos que estaban especializados en antropología forense, encontraron pedazos de hueso de la pierna derecha, del brazo derecho, un omóplato y trozos del cráneo. Eso fue lo que quedó de Rubí Marisol Frayre Escobedo.
El 29 de agosto de 2008 fue la última vez que alguien la vio con vida. Ese día, por la noche, Sergio Rafael Barraza Bocanegra, de 22 años, su compañero, pidió ayuda a unos amigos para deshacerse del cuerpo de su esposa, a quien, dijo, acababa de matar.
Desde la desaparición de Rubí hasta el día de ayer que anda tras la caza del asesino, Marisela Escobedo, su madre, no ha tenido ni un minuto de respiro. “No pararé hasta ver en la cárcel al hombre que mató a mi hija”, asegura desde Fresnillo, Zacatecas, en donde dice tener indicios del paradero de Sergio Rafael.
Con mucha presión, en el mes de septiembre de 2008 logró que se iniciara la búsqueda de su hija. Guiada por el instinto materno y el dolor realizó las primeras pesquisas con las que se abrió la investigación. Diez meses después del homicidio, el 19 de junio de 2009, Sergio Rafael fue localizado, por primera vez en la ciudad de Fresnillo, Zacatecas. Frente a los policías que lo detuvieron y trasladaron a Ciudad Juárez, aceptó que él había matado a Rubí y dio detalles del lugar donde tiró el cadáver. Esa declaración no fue videograbada, por lo tanto y bajo el nuevo sistema de justicia penal del estado, no tuvo valor probatorio en el proceso penal de primera instancia.
El 26 de abril de 2010 fue presentado ante un tribunal oral para ser juzgado. Luego de tres días de presentación de pruebas, la conclusión de los jueces fue que no se demostró la causa de muerte. El resultado: una sentencia absolutoria que implicó la inmediata libertad de Sergio Rafael.
Los jueces Catalina Ochoa Contreras, presidenta del tribunal oral; Netzahualcoyotl Zúñiga Vázquez, redactor, y Rafael Boudid como tercer integrante, decidieron de forma unánime, después de dos horas de deliberación, que el Ministerio Público no presentó pruebas suficientes para acreditar la participación del imputado en la comisión del “hecho punible”, o sea, que no se demostró que Rubí Marisol haya tenido una muerte violenta, ni que Sergio Rafael haya sido el homicida.
En el caso de Rubí, cuya causa penal es la 666, los juzgadores aplicaron el criterio de la duda razonable. “El tribunal desasoció todas las pruebas que se le presentaron y resolvieron a favor del acusado. Su obligación era resolver conforme a la suma de los indicios”, alega Édgar García Urueta, coordinador de Capacitación de Ministerios Públicos en esa entidad y uno de los fiscales del caso.
La desilusión de la familia y de la sociedad juarense, donde en lo que va de 2010 se reporta la desaparición de 20 mujeres, hizo que las madres de hijas desaparecidas y asesinadas en la ciudad salieran a protestar en las calles. La Procuraduría General de Justicia de Chihuahua apeló la decisión de los jueces y el Tribunal Superior de Justicia del Estado llevó el caso a la siguiente instancia, un Tribunal de Casación, donde también de forma unánime, tres magistrados decidieron revocar la primera sentencia y emitir una nueva: 50 años de prisión para Sergio Rafael como responsable del homicidio de Rubí Marisol y 40 mil pesos de pago como reparación de daños.
Sergio Rafael ya no se presentó ante los juzgadores, a pesar de que fue requerido. Su abogado, que en ninguno de los juicios presentó pruebas de la inocencia de su defendido, fue quien escuchó la segunda sentencia porque para entonces el homicida ya no estaba en la ciudad.
El caso no terminó ahí para Marisela. Las fallas del sistema, dice, no le impedirán que se haga justicia y que el asesino de su hija vaya a la cárcel.
El 5 de julio Marisela inició un viaje hacia la Ciudad de México y en el trayecto va dejando boletines informativos sobre la búsqueda del homicida. En los panfletos promueve la entrega de una recompensa de 250 mil pesos para quien proporcione información que permina la captura del acusado.
Sus pesquisas la llevaron hasta Fresnillo, Zacatecas, donde lo detuvieron la primera vez. Ubicó el domicilio de la pareja actual de Sergio Rafael y el martes 13 de julio llegó a la casa y lo vio cuando iba entrando. De inmediato llamó a la policía. “Llegaron agentes de diferentes uniformes, yo creo que eran como unos cien. Les dije que estaba adentro de la casa pero mientras se metieron a buscarlo, él se escapó por la azotea”.
Agentes ministeriales de Chihuahua llegaron a Fresnillo el miércoles a continuar con la búsqueda “pero se regresan el lunes porque dicen que no está aquí, que anda escondiéndose en El Paso, Texas”.
Carlos González Estrada, vocero de la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua, informó ayer a El UNIVERSAL que la corporación no tiene la seguridad de que Marisela haya localizado a Sergio Rafael en Fresnillo, Zacatecas, por lo que es posible que el lunes o martes los agentes regresen a Ciudad Juárez.
Sin embargo, Carmen, la actual pareja de Sergio Rafael, comentó ayer a este medio que el martes 13 de julio fue el último día que lo vio. “Se fue cuando llegaron los policías”.
Su testimonio contradice las afirmaciones de la procuraduría porque Carmen asegura que hasta el martes él vivió con ella y que desde que llegó trabaja como albañil.
Mientras Marisela sigue a la caza de Sergio Rafael, el gobierno de Chihuahua creó una comisión interinstitucional para analizar el caso desde el momento en que se reportó la desaparición de Rubí hasta que se emitió la sentencia del tribunal de casación. Sus conclusiones servirán para el mejoramiento del sistema acusatorio de Chihuahua y de ahí saldrán las posibles sanciones para los funcionarios que intervinieron en la causa penal 666.
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/179159.html

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