miércoles, 9 de enero de 2019

Amarga celebración: Los 25 años de la experiencia zapatista, por Jérôme Baschet



sábado, 29 de diciembre de 2018

De los textos que escribía para los espectáculos de Eugenia León


Tuve una vez un amor.
Era platónico.
Pero me quiso más que nadie.
De tanto estar en mi casa, aprendió atender las camas. Empezó a usar zapatos. Dejó de volar.
Hasta contestaba el teléfono cuando yo salía.
Nadie sabía escucharlo.
Nadie podía verlo.
Nadie me cree.
Ése era su único defecto.


Eugenia León y Malú Huacuja del Toro, CDMX, 1991


lunes, 10 de diciembre de 2018

Malú Huacuja del Toro por Héctor Cortés Mandujano

Casa de citas/ 405
Malú Huacuja del Toro


Héctor Cortés Mandujano
27 de noviembre de 2018
En octubre de 1988, mi amiga María Eugenia Reyes me regaló y dedicó un libro (ahí puso la fecha) en la costumbre que teníamos de compartir nuestros descubrimientos literarios: Crimen sin faltas de ortografía (Plaza y Janés, 1986), de Malú Huacuja.
La novela es divertida, pese a que trata de dos crímenes (en “Lo siniestro”, Sigmund Freud propone que El fantasma de Canterville, de Wilde, no espanta porque es ridiculizado por el autor). Los muertos son Ignacio Sepulcro Barragán, odiado por muchos, e Isabel Nieto, amante del primero, y la narradora vuelve simpática la historia por algo que sólo logran conseguir los que conocen con claridad una clave que resulta difícil de explicar, comprender y aplicar en literatura: el tono.
Elia Mericce, quien sigue de cerca a los chafas investigadores de los crímenes y quien sabe con exactitud por qué y cómo murieron Sepulcro e Isabel, cuenta todo con el desparpajo de los que ven la vida como entomólogos. Dice, por ejemplo (pp.61-62): “A mediodía, Maricarmen llegó con un pollo rostizado para comer y ciertas informaciones. No reproduciré en estas páginas el diálogo que sostuvieron, porque tengo hambre…”
Más adelante habla de otra mujer, Guadalupe (pp. 80-81): “Conocía ese tipo de mujeres: se sienten dinámicas, competentes; efectivas. Pueden tener veinticinco hijos sin problemas. Pueden educarlos con la misma atención que al primero, e incluso contar chistes, de vez en cuando”.
Otra de sus notas (p. 103): “La señora escuchó el discurso de Fabiola con una atención envidiable (digo esto porque, a mí, muy poca gente me oye cuando hablo…)”
En su descripción personal, Elia, la narradora, dice que (p. 130) se está quedando calva. Nada que ver con la autora, Malú Huacuja, a quien en la contraportada la vemos con tremenda mata de pelo negro.
Otros elementos narrativos divertidos en Crimen sin faltas de ortografía (el primer asesinado dirigía un taller de escritura creativa) son las aclaraciones a pie de página que sitúan lo narrado en un pasado y a la narradora en un futuro sin fechas. Cuando en algún momento menciona a Chespirito (p. 11), el pie de página dice: “Nombre de un evento propio de las televisiones de hace años, que proyectaban imágenes y sonidos”; Radio UNAM (p. 31) es una “estación antecesora de Radio Pirata”; en la página 78 Malú muestra otra vez sus dotes de adivina (no olvidemos que la novela se publicó en 1986) cuando dice: “Fue justo en estos tiempos cuando comenzó a gestarse el actual Plan Nacional de Desaparición de la Música”, que ahora nos queda claro con el reguetón y otras plagas, y cuando menciona el Valium anota (p. 108): “Nombre de una de las pastillas que se vendían en farmacias, antes del estallamiento realista”.
Ilustración: Alejandro Nudding
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Casi no hay nada tan privado como la lectura en silencio.
Tal vez sólo el sueño
Malú Huacuja del Toro,
en Crueldad en subasta
Malú me mandó una linda carta hace tiempo...

jueves, 22 de noviembre de 2018

El Día de Agradecimiento Esquizofrénico en Estados Unidos


Hoy es un día particularmente absurdo entre los muchos días esquizofrénicos de Estados Unidos, pues se celebra la “acción de gracias” a los pueblos originarios a los que después los colonizadores regresaron a aniquilar. Y es particularmente insostenible este año en que sus soldados apuntan a la frontera y los votantes de Trump creen que su gobierno no tiene nada que ver con las razones por las que los centroamericanos y los mexicanos emigran.

En este día absurdo, cabe recordar que la campaña de xenofobia en Estados Unidos y Brasil para elegir presidentes fascistas fue instigada en redes por granjas de troles pagadas, específicamente dirigidas a las clases medias más racistas y resentidas, sin elementos para contextualizar sus vidas, y que lo mismo está ocurriendo en México contra los hondureños. De cada diez cibernautas que me he encontrado haciendo comentarios horribles contra los migrantes, resultan tener perfil de bot… los diez. Pero así empezaron en Estados Unidos y aunque sea con falsedades lograron instigar los peores impulsos en la peor parte de la población, ahora ya indomable. (Sin eximir la responsabilidad que tuvieron en esto los demócratas, imponiendo a una candidata indefendible, y sin ignorar la historia de los grupos supremacistas que efectivamente existen en EE.UU., pero que fueron reactivados con esto.)

En este día absurdo los invito a leer esta reflexión del físico cuántico y escritor tijuanense Jesús A. Castañeda (tristemente fallecido a los 37 años), quien se preguntaba dónde empieza la patria: "TIJUANA: LA CIUDAD Y LA FRONTERA" por Jesús Castañeda

domingo, 4 de noviembre de 2018

Hoy en el maratón de NY, la carrera por Ayotzinapa


El día de hoy tiene lugar en Nueva York el maratón urbano más famoso y más concurrido del mundo, con dos millones de espectadores. Ahí correrán por Ayotzinapa los maratonistas de Running for Ayotzinapa, un colectivo de deportistas fundado por don Antonio Tizapa, padre de uno de los 43, quien radica en Estados Unidos trabajando para mandar dinero a su familia. Don Antonio es corredor amateur y desde hace cuatro años que perdió a su hijo comenzó hace a correr para visibilizar la impunidad del narcogobierno mexicano. "Es por nuestros hijos, pero también porque no queremos que algo así le suceda a tu hijo o a un familiar tuyo", explica.  Empezó con otros dos corredores (uno de ellos primo de otro de los 43) y ahora tiene más de 300 maratonistas. Los mexicanos en Nueva York  casi ya no corren con la bandera de México si no es por Ayotzinapa. Este  colectivo permite que los jóvenes inmigrantes tengan una comunidad con la que se entienden, una especie de extensión de la familia que les falta; que se mantengan alejados de las drogas (ellos tienen que entrenar duramente para el maratón y levantarse de madrugada antes de ir a sus respectivos trabajos), y que estén informados sobre lo que ocurre en su país, e involucrados.
     A cada uno de estos corredores —me consta—, los reclutó don Antonio personalmente. No recibe un centavo de ninguna organización. Todos los esfuerzos, las camisetas y la parafernalia deportiva la paga con su dinero, resultado de su trabajo. Eso es lo que ha estado haciendo en estos años el hombre al que nuestro futuro presidente llamó “provocador” y a quien sus votantes llamaron “el Judas de Ayotzinapa” por haberse atrevido a cuestionarlo (seguramente porque nuestro presidente electo es Jesucristo).


martes, 9 de octubre de 2018

Aunque no lo crean, hoy es un buen día para México

Aunque no lo crean, hoy es un buen día para México y para la gente cuerda que todavía existe en nuestro gran país. Hoy por la noche, la periodista de cultura (ésa sí) Carmen García Bermejo recibirá el Premio Nacional de Periodismo Cultural “René Avilés Fabila” 2018 en la categoría de proyecto periodístico en página web por el extenso e irrefutablemente documentado reportaje sobre el fraude multimillonario de Salinas Pliego, operado por nuestro futuro secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán.
     Carmen García Bermejo destacó durante más de dos décadas  por su periodismo de investigación en la sección Cultura de El Financiero y fue jefa de información de La Digna Metáfora, entre otros medios. Es autora de uno de los pocos libros que documentan  la corrupción en el Conaculta de la que se beneficiaron muchos de los intelectuales orgánicos que hoy apoyan a AMLO: 25 Infamias Culturales/1988-2008 (2008) y coautora de Salinato 2.0/Reflexiones desde el periodismo cultural sobre el retorno de Carlos Salinas de Gortari al poder (2014). En 2016 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo otorgado por el Club de Periodistas por su entrevista con Francisco Toledo.  
     Lamentablemente en México se reparten tantos premios espurios periodísticos y literarios que es necesario aclarar  y más digno de difundir cuando uno sí es meritorio. En tiempos en los que está por celebrarse en la Feria del Libro del Zócalo un “foro” bautizado con el nombre de la gran farsante del periodismo cultural, recaudadora de reconocimientos y doctorados mal habidos a niveles ridículos,  los nombres y las aclaraciones cuentan.  Sobre todo en periodismo. Es necesario decirle a la premiada que sabemos que no está interpretando una farsa como otras, y que se lo agradecemos.
     Sugería Leonardo Sciascia que la mejor forma de mantener impunemente a un pueblo bajo el control del narcotráfico es confundiendo a las masas hasta un punto en el que ya no puedan identificar dónde está el mal, el crimen o el desfalco. Nosotros le agradecemos a la periodista que siempre haya tratado de desenredar esas falacias.
     Si tienen tiempo,  vayan a felicitarla al Museo de la Ciudad hoy a las 7 p.m.

Quienes quieran leer su reportaje premiado: https://t.co/fgFz9O6wWs

Carmen García Bermejo

Del libro "Salinato Versión 2.0"

jueves, 23 de agosto de 2018

Adiós a Huberto Batis


Hubo un tiempo en que en México existió verdadera crítica y reseña literaria, no promociones por encargo. Fue en gran medida gracias al Suplemento sábado de #HubertoBatis. Habiendo podido usar esa publicación de trampolín para ocupar puestos de funcionario (por su hermano político y por él mismo), la dedicaba a los libros. El suplemento abarcaba todas las facetas posibles de la actividad cultural, incluida la de la industria del entretenimiento —alguna vez me encargó una columna de reseñas de programas de televisión—, combinadas con la erotomanía que lo caracterizaba. Pero quizás lo más sorprendente, tradicional y original del suplemento es que la literatura nunca dejó de tener un lugar preponderante: los libros y los escritores eran la noticia de primera plana y no la columnita de la última página. 
      Mis condolencias a su esposa, a sus hijos y a todos sus seres queridos, que son muchos. A todos los escritores y críticos a los que formó y / o impulsó; en los que creyó, y que también somos muchos, aunque no todos se lo reconozcan.

sábado, 14 de julio de 2018

De telenovelas, futbol, rusos tristes y mexicanos eufóricos


A mí de la Copa de Futbol lo único que me ha gustado son los guapos jugadores de todos los países y las #CrónicasRusas del maestro de cine documental y luchador social Salvador Díaz Sánchez, quien es conocido además por su afición al futbol (nadie es perfecto). Claro que éstas no son sólo de futbol, porque —a diferencia de la mayoría de sus compatriotas—, sabe por dónde anduvo. Si no las han leído, les recomiendo que se den una vuelta por su espacio Facebook y las disfruten. Es un diestro cronista de lo más entretenido, con un ojo clínico que les va a contar lo que no apareció en ningún programa ni video sobre la Copa.

     Gracias a su recuento, me acordé de mi propio viaje a Rusia, justo después de que cayó el Muro de Berlín y ganó Yeltsin. Pero hay algo que me llama mucho la atención de las crónicas del maestro Salvador: dice que los rusos andan tristes, que no se ríen, y que eso marca una diferencia enorme respecto a los mexicanos, que aún en las más duras circunstancias nos ponemos a bromear. En su foro hay quienes han especulado que esa tristeza es inherente a su cultura o al estalinismo, y eso me sorprende muchísimo.


     Me explico: cuando yo fui, vi todo lo contrario; una euforia desatada por las calles. Estallidos de risas y algarabía, porque la gente sentía que “acababa de vencer al viejo régimen” (¿les suena conocido, mexicanos?). Yeltsin era todo un héroe que se había plantado frente a los tanques militares en la intentona golpista. La pobreza se iba a acabar, porque el nuevo gobierno castigaría la vieja corrupción que había derrochado todos los recursos en gastos militares inútiles y había matado de hambre a la gente. Por fin habría libertad de expresión en los medios y la gente dejaría de ser espiada.


     La gente vivía un furor místico. Los jóvenes andaban con walkmans (precursores de smartphones en la era digital), símbolo de liberación. Todo el tiempo sonaban cornetas de triunfo en sus oídos porque al fin habían acabado con el régimen totalitario y venía un cambio. A los mexicanos (que casi no había por las calles), nos abrazaban, pues eran fanáticos de una telenovela estúpida de Televisa, Los ricos también lloran, protagonizada por Verónica Castro. No entendían que en México las señoras de la limpieza no son de ojos verdes porque allá hay muchas mujeres pobres de ojos claros. Todo esto lo conté en una crónica para la sección cultura de El Financiero sobre cómo a las rusas también las engañaba Televisa, aunque fuera por equivocación (y recibí muchas críticas del entonces embrión de propagandista de AMLO, Jaime Avilés). Para ellos, esa telenovela representaba “el cambio” a un nuevo sistema maravilloso, que era el capitalismo.

     La calle era una fiesta. Se tumbaban estatuas. Cambiaron el himno. Cambiaron la bandera. Se bebía vodka y se escupía con euforia al viejo régimen estalinista, así como hoy los mexicanos celebran haber derrotado al viejo régimen salinista (no que sea lo mismo pero sólo le falta una “e” y una “t”).

    Pero ahora, en cambio, 27 años después, según nos cuenta el maestro Salvador, no se ríen para nada. Tal vez, en medio del festejo, no se fijaron a quiénes estaban instalando en el poder del llamado nuevo régimen y a cuántos del viejo nada más estaban reciclando dentro de un nuevo capitalismo. Tal vez debieron haber exigido una aduana de revisión de equipaje político a los funcionarios de la dictadura anterior, en medio de tantos aplausos para el viejito canoso Yeltsin. Pero no. Era demasiado pedir. Ya habían detenido los tanques de guerra”. “No me arruines mi fiesta”, decían. “Esto es por lo que soñé toda mi vida y todos mis antepasados”.

     Y bueno, se estaba instalando en la Duma una nueva dictadura, la de Putin, con algo del viejo estalinismo (donde también envenenaban periodistas) combinado con el nuevo capitalismo; con sofisticados sistemas de espionaje al servicio de oligarcas. Aunque iban a poder disfrutar de telenovelas de Televisa, su futuro estaría en manos de más tiranos, controlado por más propaganda (más sofisticada) de expertos de la vieja KGB. Sus redes de trata de personas y prostitución son inigualables, a decir de sus propios funcionarios. Su propio presidente presume que su país tiene las mejores putas del mundo y nadie protesta porque dicen que “es broma”. Hoy andan tristes, aunque tengan futbol.

     Yo sólo espero que eso no suene conocido en unos años, precisamente porque no nos fijamos a quiénes instalaban en el ¿nuevo? régimen, por "no aguar la fiesta". ♦

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Malú Huacuja del Toro, Moscú 1992


lunes, 23 de abril de 2018

SHAKESPEARE SIN «SELFIE » QUE LO DESTRUYA


SHAKESPEARE SIN SELFIE    QUE LO DESTRUYA
Antipostales de Nueva York*

Hoy es el cumpleaños de Shakespeare. Se sabe muy poco de su vida porque no nació en un tiempo de periódicos ni televisión ni redes sociales. La noticia eran sus obras. A nadie se le ocurrió entrevistarlo, por ejemplo. La gente no escribía diarios ni ensayos personales. No estaban de moda las autobiografías.  

     Ahora que tenemos más publicadores que escritores, esto da qué pensar: ¿habríamos preferido enterarnos más de los argüendes de Shakespeare que leerlo? En la actualidad, sabemos mucho más de la vida y las selfies de un escritor que de su obra.

     En México, nuestro narcopaís, donde la industria editorial es un reflejo más de la corrupción a gran escala, ese fenómeno alcanza niveles hiperbólicos con los publicadores metidos en política, pero condecorados como grandes escritores, por una parte, y los políticos publicando sus dizque autobiografías, por otra.

     ¿Cuántos ladrillos  lleva ya Salinas y quién se los escribió...?

      ¿Quién compró el libro de Rosario Robles, Con todo el corazón? ¿Quién la exoneró por eso? ¿Cuántos le creyeron?

     Además de los libros que sólo los funcionarios públicos corruptos o asesinos creen que los exculpan completamente por el hecho de escribirlos (o de mandarlos a hacer por encargo), vivimos una era en la que la postura política de un escritor es lo único importante de él. Su obra es respaldada no por sus lectores, sino por sus propagandistas en redes sociales.

     La noticia no es qué obra estrenará el dramaturgo o qué  libro escribió el novelista, el poeta, sino por quién va a votar. Los premios literarios, sin duda alguna, se entregan no a su obra publicada sino a su elección partidista.

     En ese contexto, hay que agradecer que verdaderamente lo único que podemos leer de Shakespeare son sus obras. 





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*Columna que solía aparecer en La Digna Metáfora y que me habrían publicado en algún periódico si gustaran mis posturas políticas, no mis obras.

jueves, 19 de abril de 2018

VIDEO: Victim of drug lords like El Chapo leads rally against Sean Penn in Brooklyn Heights | Brooklyn Daily Eagle

"Sean Penn dice que El Chapo es un ser humano como cualquier otro, pero no, nosotros no somos como El Chapo. Nosotros no somos asesinos en masa. Don Antonio Tizapa no es como él. Él nunca asesina a nadie. Es un trabajador honesto, y Sean Penn nunca haría una película sobre él", explica su segura servilleta en este video. Nuestro dolor no es una película de Hollywood, dijimos en nuestra contra la estrella Sean Penn en una manifestación con don Antonio Tizapa, padre de uno de los 43, por el apoyo y la visibilidad que el actor ha dado al criminal Chapo pero no a las víctimas del crimen organizado coludido con el gobierno, como son los padres de los estudiantes de Ayotzinapa.
Y sí: hacía mucho frío y estábamos muy alterados, porque esto es indignante. Además, nos acababan de echar del lugar. No traten de ponerme como una loca, porque no lo soy. Más locos están ustedes, los que defendieron a Kate del Castillo y a Sean Penn.
VIDEO: Victim of El Chapo leads rally against Sean Penn in Brooklyn Heights | Brooklyn Daily Eagle

jueves, 22 de febrero de 2018

Lo que significa esta fotografía

Para que se den una idea de lo que significa esta foto: es el puente más antiguo de Estados Unidos y uno de los más emblemáticos. Ustedes lo han visto en casi todas las películas icónicas sobre Nueva York. Mide cerca de 400 metros de altura. La imagen de Marichuy se proyectó sobre aproximadamente 200 metros de altura. Nunca la imagen de México había llegado tan lejos ni tan alto en la capital del imperio financiero, y fue con el rostro de una mujer indígena que representa a más de 50 pueblos originarios. Sin embargo, a pesar de que enviamos y reenviamos las imágenes por redes sociales, a ningún periódico mexicano ni publicación en línea de México le pareció relevante darle cabida en sus páginas, vaya, ni a Sopitas; ni siquiera como curiosidad en las secciones de cultura o de lo que se reproduce en Twitter.. Mucho menos en el periódico "de izquierda" que, eso sí, reproduce cualquier cantidad de notas "de sociales" sobre Nueva York, intervenciones artístico-callejeras, esculturas vivientes, etc. ¿Conclusiones...?



sábado, 13 de enero de 2018

Árboles de Navidad en enero


Los árboles de Navidad arrumbados en las calles de Nueva York son la expresión más elocuente de todos los males de nuestra sociedad: destruimos bosques para privarnos de oxígeno y acabar con el planeta, y enseñamos a nuestros hijos a hacer lo mismo, en honor a un mes de consumismo frenético que decimos practicar «por nuestros niños».
     —Es que le hace mucha ilusión —decimos, sabiendo que a un niño le hace igual o más ilusión ir a un bosque de pinos.
     Cada vez que vamos a las tiendas a comprar más, nos decimos que a nosotros no nos importa tanto el ritual del pino, las esferas y los regalos, pero que a alguien muy cercano a nosotros (hijos, parejas, padres) sí. Que nada es importante que complacer a ese idiota que no puede terminar el año sin tener en su casa un árbol talado para tirarlo en enero.
     Claro que no es cierto: lo hacemos sabiendo que es una costumbre destructiva en más de un sentido: ambientalista, ético, intelectual y educativo, por ejemplo, pero le echamos la culpa a Fulanito a quien «la Navidad le ilusiona». Lo hacemos porque no nos atrevemos a hacer algo menos destructivo.  Encima, nos decimos a nosotros mismos que todo eso es porque Dios nació. Sabemos que, de ser cierto, Jesucristo no nació al pie de un pino, y que la tala de pinos honra la celebración más antigua del solsticio de invierno en países nórdicos, pero nada de eso nos importa. Seguimos apoyando la tala de árboles y comprándolos para tirarlos así, al mes siguiente.


sábado, 6 de enero de 2018

Mis noticias de fin de semana

¡Buenos días! Les cuento mis noticias de fin de semana: como la temperatura hoy es de once grados centígrados bajo cero, lo más probable es que la gente se quede resguardada en su casa, así que voy a aprovechar para andar repartiendo volantes en Harlem sobre Marichuy, de modo que si los paisas no se animan a firmar, por lo menos se enteren. ¡Viva Marichuy!
     De paso, voy a conseguir el libro de chismes que Donald Trump estaba tratando de prohibir y diciendo que va a demandar al autor. Con eso confirmó que vale la pena leerlo. Cuenta que Trump no sólo es semianalfabeta, totalmente populista en el peor sentido (quiere que todo se lo cuenten en video porque «leer es de sofisticados»), sino que tampoco sabe escuchar.
     Hablando de lecturas, terminé de leer la novela que ganó el premio Alfaguara de este año (yo trato de leerlo casi todo, aunque sea malo, porque no critico sin fundamentos). Ahora sí el libro ganador no es escandalosamente mediocre como los anteriores, quizás porque de vez en cuando tienen que disimular que son en realidad un concurso literario y dar el premio a un experimentado novelista y guionista como Ray Loriga.
     ¿Sabías que, a pesar de haber ganado con trampas el premio hace una década con una anodina y perfectamente olvidable novela La piel del cielo y haber inventado una entrevista con Borges que no ocurrió, Elena Poniatowska sigue siendo presidenta del jurado del premio Alfaguara 10 años después, sólo por sus palancas políticas y su campaña por Ya Sabes Quién...? Ahora ya ni ella se la cree y reconoce que su líder se asocia con la ultraderecha...
       Pero el mal está hecho. La escuela de fraudes y falta de rigor literario y periodístico que Poniatowska sembró en todas las universidades y editoriales posibles difícilmente se acabará con su muerte. Sus seguidoras convertidas en lacayas —como la tonta de Sandra Cisneros que la comparó con la Virgen de Guadalupe, o Cristina Rivera Garza, por no hablar de las que la encumbraron, como Marisol Schultz— no podrán desdecirse, y si no saben cómo salir del entuerto, tendrán que decir (igual que los admiradores de Trump), que el elogio a la mediocridad es lo normal. 
     Y hay quienes se creen intelectuales apoyando ese sinsentido. Piensan que pueden votar por Laura Esquivel como titular de la Secretaría de Educación y seguir llamándose «escritores». Ni hablar. Habrá que seguir escribiendo...


domingo, 31 de diciembre de 2017

2017: un año tan terrible como glorioso

Este año fue terrible y glorioso a la vez, pues fue el primer año de gobierno del Demonio Anaranjado con todo lo que ello implicó: el ascenso del neonazismo al poder, y justo cuando se precipitaron tres huracanes sin precedentes mientras él siguió negando el cambio climático. Pero también fue glorioso porque floreció uno de los esfuerzos más poderosos de la lucha zapatista: la primera candidatura presidencial de una verdadera vocera indígena, “Marichuy”. La iniciativa de visibilizar el mundo indígena no sólo hizo cimbrar a los partidos y a sus jilgueros propagandistas de derecha e izquierda que han colaborado con el narcogobierno, sino que hizo patente el racismo y el machismo en México. Lo que sigue por primera vez no puede ser sino mejor, y recupera la esperanza robada.


sábado, 30 de diciembre de 2017

Una prueba más de la arbitrariedad de Santa Claus

Como prueba de la arbitrariedad de Santa Claus, este año en el que me porté tan mal protestando contra el narcogobierno, a mí de todas formas me trajo en diciembre uno de los más bellos regalos que yo pueda recibir. No me lo merecía, sobre todo si tomamos en cuenta que a principios del año incluí en el término “narcogobierno”, al candidato de Morena, por su complicidad con un asesor de Trump y por su apoyo a la candidatura de Aguirre (con lo que me gané cantidad de epítetos y calumnias… aunque al final de año hasta Poniatowska y Jesusa terminaron haciendo lo mismo que yo: levantarle un letrero en protesta al Mesías por su asociación con criminales, y a ellas nadie las toca ni con el pétalo de un clavel).
Pero Santa Claus llegó a mi chimenea de todas maneras, soltó una carcajadota, y me trajo uno de los más lindos e inesperados obsequios que yo pueda recibir.
Desde España, llegó a estas frías tierras un lector que detesta a Arturo Pérez-Reverte tanto como yo, y por las mismas razones, pero dos generaciones después que yo y en versión castellana, o mejor dicho, catalana. Pues resulta que, así como a nosotras las mexicas Pérez-Reverte nos insulta glorificando al narco y retratándonos como putas o narcas ficticias, las y los españoles instruidos y progresistas —en especial catalanes y vascos—, tienen razones para repudiar Las aventuras del capitán Alatriste por ser una alabanza seriada a la monarquía de España mal llamada “unificación” y a la continuidad de su reino imperial. Le conté a mi amigo que, además, el nombre de su personaje, “Alatriste”, es en honor a su amigo y editor mexicano, el gángster plagiario Sealtiel Alatriste.
Mi amigo lector y yo nos miramos como almas afines. No pude recibir mejor cobijo en este invierno, a diez grados bajo cero y rodeada de desalmados en Nueva York. Conocer a alguien que llega desde el otro lado de un océano a decirte que te entiende y ha vivido lo mismo que tú a distancias kilométricas, gracias al poder de la lectura, no de artículos de opinión sino de esos objetos  en decadencia llamados “libros”  es un privilegio insospechado que sólo nos ganamos las y los rebeldes, es decir, los que ponemos atención. Los demás, siguen aplaudiendo a los escritores de la continuidad y la imposición.

martes, 12 de diciembre de 2017

Hoy, de sincretismo religioso mexicano a pederastia en EEUU

El día de hoy, mientras los mexicanos celebran a la Tonantzin-Coatlicue convertida en Virgen de Guadalupe, el Demonio Anaranjado promueve la candidatura para senador de Alabama de un probado pederasta al que incluso le tenían prohibido entrar a centros comerciales por su acoso a adolescentes. Muy religioso el señor, está a favor de exterminar a los homosexuales y en contra del control de armas. Todo lo cual deja mucho que pensar sobre el cristianismo y las religiones en general. Jerusalén, mal que bien, era resultado de un acto más civilizatorio en el que convivían los dioses de varias religiones. Ya no.



Trump estuvo haciendo campaña por su candidato pederasta ayer y en un despliegue de prepotencia durante su discurso señaló a dos negros de los que su campaña a veces contrata (me consta). "Me encantan los negros por Trump", dijo, lo cual es más insultante que si afirmara: "Los odio". Y luego preguntó: "Where are the Hispanics?". Pero no, no había "hispanos". 

jueves, 7 de diciembre de 2017

Starbucks y Jerusalén: propiedad de dioses distintos

Ustedes no lo saben porque en México nadie les detalló realmente cómo era la campaña presidencial en Estados Unidos, pues ningún periódico nacional se tomó el tiempo de contratar a un verdadero cronista (o porque la falta de normas y el exceso de premios acabó con el periodismo: a saber),  pero el año pasado, el Demonio Anaranjado basó parte de su discurso en criticar las tazas de Starbucks por desear felices fiestas decembrinas a todas las religiones en lugar de una feliz Navidad. Él es cristiano y habla a sus bases de supremacistas blancos y gente del KKK (cristiano) como su padre. Este diciembre de 2017, en cambio, muy obediente, Starbucks sacó tazas más específicamente navideñas y leyendas por todas partes deseando una feliz Navidad. Sólo Santa Claus está permitido en el gigantesco consorcio que acabó con todos los pequeños y legendarios cafés de Nueva York. Fue una conquista más de los votantes de Trump que pasarán el solsticio de invierno rodeados de crucifijos (llameantes). Mientras tanto, ayer Trump decretó que la ciudad politeísta por excelencia, Jerusalén, es ahora propiedad de un solo: el de Israel.


Por todo lo cual, aquí dejo este fragmento de Un Dios para Cordelia. Es muy importante entender la función que tuvo la religión en las bases de votantes de Trump. Si yo fuera cristiana y congruente con los valores que el Cristo anterior al del Vaticano predicó, ahora mismo estaría preguntándome qué clase de cristianos son los simpatizantes de Trump.

Un Dios para Cordelia. Novela.