lunes, 16 de octubre de 2017

Conquista y traducción al rebautizar el "Día de Colón"

Conquista y traducción al rebautizar el «Día de Colón»

Por Malú Huacuja del Toro


Publicado originalmente en inglés en ALTERNET ► Conquering Translations While Renaming Columbus Day

jueves, 12 de octubre de 2017

Conquering Translations While Renaming Columbus Day

Words have meaning and history, usually from the conquerors’ point of view. 
https://www.alternet.org/news-amp-politics/conquering-translations-while-renaming-columbus-day

(Próximamente, traducción al español de este reportaje.)

martes, 1 de agosto de 2017

«Por favor, no lo hagamos otra vez»: testimonio contra el TLCAN

«Por favor, no lo hagamos otra vez»:

del TLCAN y por qué no es a los pobres de México a los que hay que culpar*

Soy una escritora mexicana nacida y formada en México. En contraste con lo que el señor presidente Trump opina, no soy ni una violadora ni una narcotraficante. Soy parte de una población mexicana dinámica y potente en Nueva York, conformada por activistas bien informados y esforzados trabajadores, y en México formé parte de un movimiento contra la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sin el consenso de la población.
     Nos llamaban «medievales» y que «no queríamos que hubiera comercio». ¿Cómo no íbamos a querer que hubiera comercio? Lo que no queríamos eran pactos sin el consenso del pueblo. El TLC debe ser renegociado tomando en consideración a los pueblos de los tres países: a sus trabajadores, a los sindicatos y al medio ambiente.
     Aunque estuvimos protestando y advirtiendo en contra de este acuerdo comercial durante cinco años, se firmó el tratado. No solamente eliminó los buenos empleos en los Estados Unidos, sino que aumentó a más del doble la migración mexicana. Eso quiere decir que esos buenos empleos que fueron enviados a México al final de las cuentas no resultaron tan buenos, independientemente de lo que diga Donald Trump.
     Antes de 1994 año en el que el TLC entró en vigor, México era un país que producía y exportaba maíz. No lo compraba. El maíz había sido el alimento básico indígena en toda Mesoamérica, desde antes de la Conquista Española.
     A partir del TLC, México se ha convertido en un país que depende del maíz y los alimentos extranjeros. Como el maíz era la base de la economía agrícola, casi todos los campesinos mexicanos (con excepción de las comunidades indígenas autónomas) dependen ahora completamente del alimento extranjero. No producen el propio porque es demasiado caro hacerlo. ¿Por qué? Porque este acuerdo fue firmado a pesar de la oposición de la población. Y cuando esta oposición creció demasiado como para detenerla, los gobiernos de Estados Unidos y México inventaron una estratagema llamada «vía rápida».
     Según la experiencia mexicana, «vía rápida» significa «en secreto», «a espaldas de la población, sin protecciones para los trabajadores de ninguno de los países firmantes, ni del medio ambiente en ninguno de los países signatarios».
     Eso es lo que los legisladores republicanos parecen estar haciendo en este momento al no realizar audiencias con ninguno de nosotros. Parece que están renegociando al TLC ahora sin ninguna protección para los trabajadores ni para el medio ambiente, con un gobierno mexicano ampliamente repudiado, ampliamente impopular, el cual solamente representa a los oligarcas y a los capos del narcotráfico, no al pueblo de México.
     El TLC solamente aumentó la inmigración a los Estados Unidos, activando la economía norteamericana con mano de obra barata en condiciones de parcial esclavitud. Si te deportan y te regresan a tu país, es imposible que tus precios como pequeño agricultor compitan con los precios importados y de las grandes empresas corporativas: cortesía del TLC. Por tanto, no hay futuro para ti.
     Ésas son las cosas que los pactos secretos tratan de que ignores hasta que sufras a causa de ellos y no tengas manera de protegerte a ti y a tu comunidad contra ellos.
     Publiqué un libro colectivo, Salinato Versión 2.0, sobre la maquinaria de propaganda que nos derrotó en México. Cubre la inversión de propaganda, los sobornos a todos los periodistas e intelectuales que apoyaron al TLC y el respaldo de Carlos Salinas, quien firmó el TLC. Invité a algunos de los mejores periodistas, tanto en México como en Estados Unidos, especialistas en medios de comunicación mexicanos y arte y cultura mexicanos, para hablar de los efectos del TLC. Retrata el verdadero rostro del TLC: el rostro humano. No es un rostro bonito, permítanme decirles.
     En una sección titulada Cómo el TLC arruinó mi vida, Marco Vinicio González entrevistó a una mujer llamada Esperanza, originaria de Las Palomas, Puebla. Cito a Esperanza:

«Cuando salí de mi casa ese día mi mamá y mi abuela me dieron la bendición en el patio. Lloramos las tres, todavía lo recuerdo y se me aprieta el estómago. Yo estaba decidida a irme al otro lado. Mi hijo se quedó allá en mi casa, con mi mamá y mi abuela porque mi esposo también se fue pa’l otro lado […]. Las cosas se fueron poniendo muy feo [desde que empezó el TLC]. Todos mis hermanos y mis primos se tuvieron que ir del rancho...  Yo intenté trabajar en una maquiladora de ropa en Puebla. Pero tenía que gastar en pasajes y comida porque no estaba tan cerca. Yo salía de mi casa a las 4 de la mañana para llegar más o menos a tiempo al trabajo [a una de esas maquiladoras que les quitaron empleos sindicalizados a los Estados Unidos].  Entonces convencí a mi mamá y a mi abuela que me dejaran probar suerte. Yo les dije que mandaría dinero para que cuidaran a Julián, mi hijo, que entonces tenía dos añitos [sollozos]. Cuando llegué a Tijuana me dio mucho miedo, no conocía a nadie, era una ciudad muy grande... Duré varios días buscando al pollero que me habían recomendado, hasta que por fin lo encontré. Pasamos varios días tratando de cruzar.  Un día, por fin, al anochecer pasamos, pero los helicópteros de la migra nos echaron la luz y todo mundo corrió por donde pudo. A mí me agarró un migra.   Me metió en una camioneta donde llevaba a otros pollos. Luego se paró en un camino donde encontró a otra camioneta de la migra y traspasó a todos, menos a mí... Al principio, fue amable conmigo. Me llevó a un motel en Chula Vista y ahí me hospedó. Me dijo que me iga a ayudar, pero  una noche llegó borracho y me violó... Cuando él se fue y cerró la puerta con llave desde afuera. Yo tenía mucha vergüenza, me sentía sucia, me quise matar, pero no sabía por qué…»
 Mientras esta mujer sufría, México fue capaz de producir al hombre más rico del mundo según la revista Forbes. Durante varios años consecutivos, un oligarca, el magnate mexicano Carlos Slim, fue el hombre más rico del mundo.
     Ahora bien: ¿cómo es posible eso? Cuando ustedes ven la historia de esta mujer, lo último que se pueden imaginar es que provenga del mismo país que Carlos Slim, incluso cera de la ciudad donde el hombre más rico del mundo amasó su fortuna en cuanto el TLCAN entró en vigor, en 1994. La verdad es que Carlos Slim no hizo su fortuna de nada que haya él producido, sino destruyendo sindicatos y privatizando los servicios públicos. Ésa es la cara del TLC sin el consenso del pueblo. Es la cara de la injusticia. Por favor, no la hagamos otra vez.
     Los insultos de Trump contra los mexicanos le ayudaron a convertirse en presidente de los Estados Unidos, porque el odio siempre es más fácil que la comprensión. Logró sembrar con éxito la semilla de la intolerancia porque siempre se requiere menos pensamiento y menos esfuerzo sencillamente culpar a otras comunidades, a los inmigrantes, a otras religiones, a otros colores, a la otredad en general.
     La principal razón por la que hay inmigración no es la falta de control en las fronteras ni la falta de muros, sino estos malos acuerdos comerciales como el TLC, negociados en secreto, con gobiernos que no son democráticos. Por favor, no lo hagamos otra vez.



*Testimonio pronunciado el 24 de julio de 2017 por Malú Huacuja del Toro en una audiencia sobre el TLCAN en Brooklyn, Nueva York, organizada por la diputada Nydia Velázquez. La versión original en inglés se puede leer aquí.

sábado, 15 de julio de 2017

Partes suprimidas, condensadas o “extras”

Recientemente borré todos mis escritos  de Facebook durante ocho años hasta mayo, no para privar a mis lectores de ellos, sino para separarlos de los territorios virtuales del señor Zuckerberg y ponerlos a la vista de otros nuevos ojos en distintas plataformas. Como algunos se habrán dado cuenta, desparramo mis palabras en busca de aquellos que las necesiten, abriéndome paso entre quienes se cuidan de usarlas para sí, escondiéndolas con recelo, peor que si fueran suyas para que no los vayan a descubrir sus jefes o gurúes o adoctrinadores morales o políticos, o simplemente sus sobornadores.
A fin de cuentas, está visto que mis palabras no se quedan por años en un solo lugar, ni geográfico ni virtual...
En ese proceso de descentralización, hoy les comparto las partes que no aparecieron en una entrevista que me hicieron recientemente en el periódico la Crónica, pues era para un EXTENSO Y CERTERO REPORTAJE QUE MUCHO AGRADEZCO, ELABORADO POR EL PERIODISTA ANTONIO DÍAZ. 
Obviamente, por falta de espacio en el propio reportaje, no se pudo publicar todo en papel, pero ahora las redes sociales cibernéticas nos permiten compartir las partes que por distintos motivos no se pueden usar completas en las entrevistas. Tómenlo como los “extras” de las películas y disfruten.

Partes suprimidas, condensadas o “extras”


Sobre cómo fue que decidí incursionar en la novela policíaca:


Me gusta la intriga y me apasionan las distintas formas de estructura dramática. En aquel entonces estudiaba la carrera de lo que se llamaba Literatura Dramática y Teatro, pero sentía que el aprendizaje de estructurar una obra o una historia era algo muy distinto del conocimiento teórico (que tampoco considero perjudicial ni del que reniego absolutamente, pero que no me parece suficiente). Decidí explorar el género porque además me pareció de lo más adecuado para la historia que quería escribir, que era una parodia sobre la picaresca intelectual de la generación del 68 y que se llamó Crimen sin faltas de ortografía. Le fue muy bien de ventas y de crítica, pero mal con los admiradores de los líderes de la generación del 68 que en aquel entonces eran muy dogmáticos y tenían poco sentido del humor. Por otra parte, el público estaba ansioso de encontrar un libro con el que pudiera aliviarse, intrigarse, carcajearse y compadecerse. Eso fue lo que les dio mi novela por irreverente.



   En aquellos años, muchos líderes de la generación del 68 estaban tomando el poder sin imaginación, contrariamente a lo que habían soñado de llevar la imaginación al poder. Eran, por tanto, muy dogmáticos y cuadrados, también respecto a la novela policíaca, que habían encajonado como “de derecha e izquierda”. Según ellos, la novela “derechista” era “de enigma”, y la novela de izquierda era la negra, porque sus icónicos fundadores norteamericanos eran progresistas que habían sido perseguidos por el macartismo. Se la pasaban en esa estéril discusión y según ellos escritoras como María Elvira Bermúdez, primero, y yo, aunque más joven, éramos —siempre según ellos— unas reaccionarias “de derecha” por escribir novela enigma. Todavía no les descubría Umberto Eco con El nombre de la rosa las infinitas posibilidades de una historia de enigma que no necesariamente es derechista: todo lo contrario. Eco, además de contar una entretenida e ilustrativa historia policíaca de enigma, retrata alegóricamente a un ciego como el poder del Vaticano en la Edad Media para privar del conocimiento a la población iletrada.
     A mí me cautivaban las herramientas narrativas que ofrecía ese subgénero y no me parecía que debiera supeditarse a una ideología.

Sobre las dificultades, como escritora y mujer, para incursionar en el género:


Una vez publicado mi libro, mi familia no me lo perdonó, y ese encono, lejos de olvidarse, se fue acendrando con el tiempo. Hasta la fecha se ha acentuado la censura en cierto diario donde mi cuñado ocupa puestos directivos. Desafié lo que se esperaba de la mujer en aquellos tiempos y eso se castiga. Pero, por otra parte, aunque fui acosada sexualmente (tal como cuento en el texto Mi primer acoso) durante el Primer Congreso de Literatura Policíaca que organizó Taibo II junto con sus secuaces mexicanos y cubanos en Querétaro, creo que la discriminación no sólo se debió al hecho de que fuera yo mujer sino a la irreverencia con la que me dirigía a la cultura priista y a las vacas sagradas del 68, educadas en el priismo.

Sobre la época que me tocó vivir en mi juventud:


No acababan de creer que existiera yo ni que me atreviera a cuestionar todo lo que ellos reverenciaban, y que además fuera capaz de escribir novelas “completas”, siendo mujer. Creo que todavía, los que quedan vivos, no logran entender que yo siga presente en el mundo de las letras y que haya sobrevivido literariamente a bastantes colegas suyos. Estaban acostumbrados a que las mujeres mexicanas fueran sus secretarias, las madres de sus hijos y sus groupies, no otras colegas como ellos. Era algo que podían aceptar de las norteamericanas o las europeas (si te fijas, las dos mujeres periodistas y reseñistas emblemáticas de la derecha y la izquierda de aquellos tiempos eran ambas francesas). A mí, mexicana nacida en México que no había hecho carrera por ser hija o esposa de alguien y que se había escapado del hogar familiar, no sabían cómo tratarme si no era vejándome o borrándome del mapa. Aún ahora siguen siendo numerosos los esfuerzos que hacen por quitarme mi crédito.  Así que era una discriminación que me enorgullecía. Ya expliqué a qué considero que se debió el éxito de mi primera novela.

Sobre a qué escritor o escritora actual, de novela policiaca y novela negra, sigo:


En la era digital, cabe aclarar la diferencia entre “seguir” en la arena de los gorjeos virtuales (Twitter) y “seguir” como lector… Lo digo porque hay gente que se acerca diciéndome que “me sigue” y en realidad no hace más que pulsar el botón de “seguir” en cuentas de redes sociales  que no dicen nada de mí ni de mis libros, y que no está dispuesta a leer mis novelas porque cree que se las ahorra “siguiéndome” en Facebook. Yo sí “sigo” como lectora a todos los escritores de novela negra y policíaca que me gustan, en tres idiomas, y soy gran admiradora de Caryl Férey, a quien leo en francés.

viernes, 16 de junio de 2017

Todas, junto con todos, estamos prohibidas... por ahora

Antipostales de Nueva York*
Malú Huacuja del Toro


No me queda ya duda: si en la época en que Calígula hizo senador a su caballo hubieran existido redes de comunicación ciberespacial, habrían sido contratados tuiteros, troles y youtubers para convencer a la opinión pública sobre los beneficios de contar con un caballo tan ilustre en el Senado, lo razonable que es eso y cuán perjudicial fue para el pueblo haber pasado tantos años sin senadores de otra especie, en particular equina. Disfrazados de “prole sincera”, los controladores de opinión pagados por el dictador habrían insultado con mayúsculas, con carcajadas acrónimas, acrónicas y acrimónicas, y con memes de heces fecales, a cuanto cibernauta hubiera osado preguntar cómo es posible que un caballo tome decisiones cruciales para el país. Mientras tanto, otros ciberpiojos a sueldo trabajarían sobre el aspecto “intelectual” simulando apegarse al “periodismo objetivo” para fundamentar “con hechos” tal despropósito. En las redes secretas de escribanos se ofrecerían empleos para tuiteros expertos en avasallar a sectores específicos de la población hasta lograr enterrar en las entrañas del inconsciente colectivo la obviedad de que Calígula estaba loco, que se creía Dios y que los caballos no pueden votar.
     A la par del desarrollo de la tecnología digital, los métodos de los influencers son cada vez más sofisticados. Y pareciera que sólo los gobiernos, las empresas y las figuras mediáticas contratan “expertos publicistas” pero nos olvidamos de que el narco, por su cuenta, también tiene una fortuna millonaria para andar difamando a las víctimas de feminicidios, por ejemplo (sembrándoles actividades ilícitas, si es necesario). No por mero azar México está entre los diez países del mundo con mayor porcentaje de usuarios de Twitter según estudios de la Cepal. Nos enorgullecemos (no sé por qué), pero en realidad eso habla de una economía basada en el crimen organizado y sus encubrimientos.
     No obstante, además de los dichos servicios depredadores de la razón, gracias a las nuevas tecnologías digitales las masas espontáneamente también demuestran lo que no entienden, que no es una efímera tendencia temática condenada a desaparecer en tres días, sino por el contrario, sus más arcaicos prejuicios y taras culturales.
     Así como desde la distancia del tiempo nos parece una locura la defensa del caballo hecho senador, a lo lejos parecería increíble que se critique una manifestación nacional contra las violencias de género en un país donde diariamente mueren más de cinco mujeres víctimas de feminicidios, donde las adolescentes pueden ser secuestradas, violadas, desmembradas y arrojadas a los basureros o a las fosas comunes sin que haya castigo para los criminales o donde ninguna usuaria joven del transporte público o simple viandante haya escapado del acoso sexual y lo único que se le ocurre al jefe de gobierno de la Ciudad de México para solucionarlo no es educar a los hombres sino ponerles un silbato en la boca a las mujeres. En ese país, repito, en principio resultaría ilógico que una protesta nacional feminista fuera motivo de crítica y ciberlinchamiento. Sin embargo, eso fue lo que ocurrió.
Porque a primer vistazo se ve absurdo, pero desde dentro de una milenaria tradición patriarcal las cosas son un poco más complicadas. Ese día, mujeres que nunca se habían atrevido a hablar contaron “su primer acoso” sexual en redes sociales, con lo cual dejaron consternada a una población masculina solidaria que honestamente desconocía la dimensión del fenómeno; esto es, muchísimos hombres heterosexuales y homosexuales que son conscientes del problema pero no habían podido sopesar lo que todas las mexicanas sabemos: que rara vez hay una mujer que no haya sido acosada o violada en algún momento de su vida y que la policía mexicana no está para ayudarla, sino también para atacarla.
      La ola que las mujeres de México lograron levantar bajo la  etiqueta #MiPrimerAcoso generó algo más agitador que un tuit viral: la reflexión. Pero precisamente por su potencia debió encontrarse con la marea de cuatro mil años de Historia con mayúsculas y con Cristo de por medio que rápidamente, ésa sí de manera espontánea, se organizó antes de que ese oleaje se hiciera maremoto.
Se expresaron con herramientas modernas, pero sus argumentos son tan antiguos como la historia de la humanidad cada vez que un sector oprimido de la población se visibiliza. De hecho, sus deducciones no son muy distintas de las que se oponían a que las mujeres votaran hace cien años. Recordemos: “En primer lugar vienen los argumentos galantes, de género: amamos demasiado a la mujer para dejarla votar; se exalta […] a ‘verdadera mujer’—nos describe Simone de Beauvoir—: perdería su encanto votando”. Bajo igual premisa, los mexicanos de hoy inmediatamente instauraron un “verdadero feminismo” en oposición a uno “falso” que era el que se manifestaba en las calles ese domingo, pues “esas feministas vulgares”, gritonas, semidesnudas o pintadas, denigraban la “verdadera lucha”. Hubo un tipo que incluso decidió que “las verdaderas feministas” eran “las de los años setenta”. Curiosamente, las “de verdad” de los años 70 fueron en su momento vilipendiadas como putas. Todo tiempo pasado fue mejor, porque de lo que se trata es de ponerlo en un pedestal y desautorizar a las insumisas. También se recurre espontáneamente a la minimización del problema: “La mujer tiene todo que perder y nada que ganar si vota. La mujer gobierna a los hombres sin necesidad de una boleta de votación”, nos recuerda De Beauvoir que decían los hombres en 1916, lo que en 2016 se tradujo en: “¿De qué se quejan? La situación no está tan mal. También hay muchos asesinatos de hombres. También hay hombres que son acosados”, etcétera. Un tipo que se apoda Callodehacha afirma que en México las mujeres gozan de los mismos derechos que los hombres pero son más privilegiadas. Y otro, llamado Luis Cota, arremetió una y otra vez en defensa del término feminazi. En modo alguno le interesa que el nazismo nada tenga que ver con la vida y la defensa de los derechos humanos, sino todo lo contrario (limpieza étnica, aniquilación de razas y pueblos enteros).
     Este mismo individuo alegaba que la segregación de género en los vagones del Metro como medida temporal de protección y de educación es una “violación a la Constitución Mexicana” y a su derecho de subirse a cuantos vagones en el Metro quiera —sin entender que lo que sería anticonstitucional es que se le impidiera usar el transporte colectivo por ser hombre—, un planteamiento por el cual también podría exigir dormir en cunas o meterse a las piscinas para niños, pues lo contrario sería “inconstitucional”. Y le parecía graciosísimo burlarse de la demanda feminista de incluir en la lengua castellana el género.
     Pero, aunque a tantos hombres les disguste, la inclusión de género y diversidad sexual en la lengua española terminará ocurriendo irremediablemente, de la misma manera que la “Real Academia” dejará de ser monárquica: se le quitará lo “real” y comenzará a ser realista, aunque no tan rápido como estamos dispuestos a decir taguear en lugar de “enlazar”, restartear en lugar de “reiniciar” y “sirvienta y sirviente” o sin reírnos, mas no “presidenta y presidente”. Y ni se nos ocurra que todo tiene que ver con el patriarcado. Cuestión de olvidos históricos nada involuntarios. Si pedimos la inclusión de género se nos dice que eso es gramaticalmente imposible, aunque a la hora de escribir feminazi para desautorizar la lucha de una mujer por respeto, a nadie le importa el rigor académico.
     La Real Academia tiene 44 miembros y sólo seis en funciones son mujeres: Carmen Iglesias, Soledad Puértolas, Inés Fernández-Ordóñez, Carmen Riega, Aurora Egido, y Margarita Salas (quien ingresó el mismo año que Arturo Pérez-Reverte, al que le debemos no sólo la glorificación del narco sino la de las mujeres mexicanas como putas y asesinas, y que ha sostenido peleas públicas burlándose de las feministas españolas para no aceptar el lenguaje de género inclusivo).  Próximamente ingresarán Clara Janés y Paz Battaner, nominadas el año pasado.
     Esas seis mujeres en nombre de la mitad de hispanohablantes debieron enfrentarse a 36 hombres para que no esté prohibido decir “todos y todas”, y por supuesto perdieron la discusión. La Academia estaba demasiado ocupada eliminando tildes necesarias como para abordar asuntos concernientes a la mitad de la población mundial. Nada más. ♦
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*Artículo publicado en la Digna Metáfora, junio de 2016. 

miércoles, 14 de junio de 2017

Hasta junio de 2017

Hoy descubrí la existencia de otro con el «síndrome de Jaime Avilés»: los hombres que se enamoraron sexual y perdidamente de Marcos y escriben libros o artículos en los que según ellos el subcomandante zapatista les consultaba todo sobre cómo hacer la revolución y enfrentar al mal gobierno, pero que al final de su idilio cometió el pecado de no obedecerlos, y que por su culpa la revolución o el cambio cualitativo rumbo a la liberación no le salió bien.

     Ahora ya no es Marcos, sino Galeano, el que supuestamente se la pasa consultando a estos protocerebros de eminencias que navegan en redes sociales, pero que luego no les hace caso. ¡Gran error, pues son unas lumbreras! Arman tal berrinche que tratan de contar infidencias por doquier y quitarle el pasamontañas. Ahí sí no están del lado de los de abajo. O se someten, o los balconean...


     Pero, como dice una amiga, ni entienden que los verdaderos asesores de quien hasta ahora fue el vocero zapatista «ni siquiera hablan la castilla». A ell@s sí les consulta…

martes, 9 de mayo de 2017

Joan Baez dice que ya ni su nieta sabe quién es

Me encantó el discurso brillante y humilde de Joan Baez en la ceremonia de su ingreso al Rock and Roll Hall of Fame. Dijo que era conciente de que hablaba a un público de jóvenes que si no fuera por ese premio no tendrían idea de quién es. «Mi propia nieta no sabe quién soy. No fue sino hasta que la subí a los bastidores en un concierto de Taylor Swift, donde consiguió un autógrafo y una camiseta y entonces encontró un renovado respeto por su abuela». A diferencia de Bob Dylan que de pronto no pudo con su fama ni con los turbulentos tiempos que vivía (perdón a los fans y a su venerado Premio Nobel), ella sí pudo con la suya, que era enorme, y con una comprensión de su tiempo. Siempre mantuvo su compromiso con cuestiones políticas, respecto a lo cual hizo un reconocimiento a Pete Seeger. Dijo que podía elogiar libremente su voz porque era un simple don, lo único que no dependía de ella, en cambio todo el trabajo de aprender música y combinarla con su lucha por el cambio social es lo que la hizo, porque ha encontrado un interminable placer en poder usar su voz en la lucha contra la injusticia, lo que ahora no sólo hay que continuar sino cuadruplicar. «Nosotros, la gente, somos los únicos que podemos crear un cambio. Estoy lista. Espero que ustedes lo estén también. Quiero que mi nieta sepa que luché contra un tiempo malvado y que tuve a las masas de mi lado». Aquí el enlace a su participación en Woodstock: https://www.youtube.com/watch?v=l-JW4DKxwQM

miércoles, 26 de abril de 2017

Mi análisis sobre la vocera del CNI en el marco de la guerra de Trump contra las mujeres

Nueva York, Estados Unidos, mes de bombardeos a Siria y a Afganistán. — Apenas lleva cien días sentado en el trono del imperio mundial financiero un presidente que, si bien da continuidad al modelo de economía de guerra de los gobiernos anteriores, es un caso inédito en la historia de Estados Unidos por varias razones. Una es que abiertamente se ha propuesto destruir al Estado republicano para convertirlo en una monarquía virtual. Ningún presidente anterior se había atrevido a tanto y para tal efecto ha nombrado como titulares de cada ministerio e institución gubernamental a personas que representan lo contrario de su título o que abiertamente han combatido la existencia misma de la institución que ahora encabezan.

     Pero otra de las razones, no menos determinante, es que hasta ahora, Estados Unidos invadía al resto del mundo, ya fuera militarmente o interviniendo sus procesos electorales y asesinando a sus líderes o infiltrando todos sus movimientos de liberación popular y creando guerrilleros contrainsurgentes (como el tristemente célebre Edén Pastora, protagonista del caso Irán-Contra financiado por Estados Unidos con dinero del narcotráfico), por causas supuestamente nobles. La Guerra Fría no habría podido durar medio siglo si no hubiera sido por el aparato de propaganda que alcanzó dimensiones mitológicas en nombre de la democracia, la pluralidad, la libertad de expresión y la libertad de culto, más que ningún otro valor… Seguir leyendo → 

jueves, 13 de abril de 2017

¿POR QUÉ JAIME AVILÉS CALUMNIA A MALÚ HUACUJA DEL TORO?

Entérate en este video que tanto coraje le da: ¿POR QUÉ JAIME AVILÉS CALUMNIA A MALÚ HUACUJA DEL TORO?

Con Enrique Alonso Cachirulo, Darío T. Pie y Jesusa Rodríguez.
En un artículo desbordante de bilis y mentiras titulado con una pregunta descabellada que jamás contesta (¿Por qué los fascistas mexicanos se colgaron del EZLN para golpear a AMLO?), Avilés no sólo asegura sin prueba alguna que tuve un brote psicótico y que lo único que se ha sabido de mí desde que me plagió una novela la diputada federal de Morena Laura Esquivel son "manifestaciones paranoides". No sólo eso. Lo peor es que me acusa de algo terrible que no cometí: dice que yo escribí 52 espectáculos con él. ¿En serio? ¡Que lo demuestre! ¿A qué espectáculos se refiere? ¿Cómo se titulan?  Se da el lujo de comentar que muchos de estos inexistentes "eran unos bodrios" y que se salvaban por el talento de Jesusa Rodríguez.  Yo escribí más de 30 espectáculos para el Bar el Hábito (no 52), de los cuales en uno colaboré con él: una narcopastorela, en diciembre de 1990 (el prefijo "narco" no era una lamentable descripción de la realidad en aquel entonces y sí, en cambio, un chiste). Nos quedó, la verdad, de lo más graciosa, y tuvo mucho, mucho público. El resto de los 30 espectáculos los escribí por encargo para Jesusa Rodríguez. Yo sí tengo los manuscritos y los nombres. ¿Cree Jaime Avilés que si yo escribiera bodrios Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe me habrían contratado "por caridad" durante cinco años consecutivos? Honestamente, no recuerdo salas vacías con espectáculos escritos por mí, por encargo, para mi entonces muy admirada directora. Si las hubiera habido, no tengo ningún problema en decirlo. De lo que sí me acuerdo, en cambio, es que con él no fueron tan caritativas, que a un espectáculo que Avilés escribió sobre Gorbáchov, no fue nadie, que estrenó cuando Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe estaban en Argentina y habían dejado a una encargada que se llama Fabiola Díaz de León; que ella me llamó a mí (con autorización de Jesusa) porque tomó la decisión de cancelar lo de Avilés, y me pidió improvisar rápidamente algo para cubrir el fracaso. No fue tan fácil convencerme pues yo era de la opinión de que había que dar más oportunidades al trabajo que Avilés había montado, escrito y dirigido por él, y más difusión. "¿Pero qué más difusión quieres?", me reclamaba Díaz de León refiriéndose precisamente a una entrevista que yo le hice a Avilés para difundir su trabajo, y que publiqué en El Financiero...
      Así las cosas, me comuniqué con Avilés, porque, a diferencia de la gente de su partido, esquirola y traidora yo no soy. Él me dijo que no tenía ningún problema en que tomara su lugar y que así pasa a veces (o algo así), por lo que escribí a todo vapor en una semana un espectáculo con Pilar Boliver y Darío T. Pie. Fue así como nació La Doña.
     Tuvimos sala llena durante un año.
     Estos dos enormes intérpretes de farsa cabaretera no me dejarán mentir y no tengo duda de que la mayor parte del éxito se la debo a ellos. De hecho, Jesusa y Liliana regresaron a ver el espectáculo y, la verdad sea dicha, les dio mucho gusto y orgullo lo que logramos en su ausencia.
     Por lo demás, cualquiera puede consultar en una hemeroteca la  reseña que tanto indignó a Laura Esquivel por señalar plagios y graves errores de continuidad de situaciones y vidas de los personajes en el libro —lo que hace pensar que fue escrito entre varias personas— así como  cuando envió una carta amenazando al famoso periodista y escritor Víctor Roura un día y, al siguiente, otra… para deslindarse de la anterior. Si les da pereza, pueden ver los artículos en este enlace junto con otras novedades de la funcionaria.

Aquí, fotos de aquellos tiempos:


Con Jesusa Rodríguez y El Fisgón.
Con Pilar Boliver (lado derecho) y la directora Leticia Venzor.

Avilés se compara con Joyce:




viernes, 24 de marzo de 2017

Reto de lectura sobre «La lágrima, la gota y el artificio»

¡Gracias, Arquímedes! <3 <3 <3 Sabes cuánto aprecio tu lectura...
Arquímedes Beltrán en Club de lectura Yo Soy Lector
15 h
Marzo: Un libro escrito por una mujer.
La lágrima, la gota y el artificio.
de Malú Huacuja del Toro.

Reseña de Arquímedes Beltrán
Tal pareciera que hoy, para que un libro sea considerado bueno, debe parecer película; y para que se venda bien, debe parecer película de Hollywood: es decir, muy fácil de entender y digerir. ¿Eso es malo? No lo sé, creo que no me corresponde emitir un juicio, quizá a nadie le corresponde, pero Malú Huacuja del Toro, quien por una parte ya ha demostrado ser una gran guionista, en esta ocasión nos brinda una historia que en la superficie cuenta con muchos de los elementos de una película de misterio y detectivezca, pero que se aleja drásticamente de esa fórmula tan común que hoy en día garantiza el éxito comercial y, por ende, también todos los demás éxitos; excepto, claro, el éxito personal. Tan lejos de la fórmula común y comercial se encuentra este libro que ni siquiera se preocupa por indicarnos con claridad, ni rapidez, quién entre sus mas de veinte y todos muy interesantes personajes, podría ser el protagonista, el que nos llevará de la mano hasta el final. Existe, desde luego, pero Malú nos exige un esfuerzo intelectual no sólo para encontrarlo y reconocerlo sino también para identificar sus objetivos, sus propósitos, y hasta los conflictos que pudieran impedirle llevarlos a cabo.
Aquí nada es fácil, y tal vez en eso quiso Huacuja del Toro imitar la vida real, a veces tan falta de mapas e instructivos, sin esquema ni guía que nos sirva; y que aún así, entre día y día, entre línea y línea, nos permite encontrar pequeños misterios y conflictos que de alguna manera nos impulsan a seguir respirando, a levantarnos cada mañana, cada capítulo, y seguir viviendo, seguir leyendo, hasta el final.
¿Qué es lo que sí puede uno encontrar en este libro? Bueno, la escritora se ha esforzado tanto por codificar su contenido que, en verdad, sería una lástima tener que adelantar algo, pero basta decir que entre sus páginas yo encontré múltiples y nutridas referencias a la realidad aplastante, mutilada, densa y desesperada que vivimos no sólo en Mexico sino en muchas partes del mundo; pero sobre todo, encontré la sospecha de que este mundo en el que vivimos, en aparente orden, podría ser en realidad dos mundos: uno lleno de desgracia, donde los seres humanos derraman lágrimas y sangre, y otro donde otros seres humanos, inconscientemente, arremedan a los primeros usando su desgracia para crear libros o películas y entretenerse unos a otros. Y sin embargo, nadie parece ser consiente de la absurda y ofensiva conexión (o desconexión) entre ambos mundos, así como tampoco nadie muestra un real interés por encontrar la manera de evitar que unos sufran para felicidad y entretenimiento de otros.
Y pudiera ser, por supuesto, que muchas otras cosas se encuentren escondidas entre todas esas líneas, pero su búsqueda y desciframiento ya correspondería a cada lector que decida enfrentarlas, como yo, que sin ninguna clase de referencia previa me decidí por esta historia para el reto de marzo, de un libro escrito por una mujer, ¡y qué mujer!
Muchas gracias por su atención, compañeros del reto.

martes, 14 de marzo de 2017

Lo que pasó ayer

Llegó al Nueva York guerrero
el gran político artero
de sus pasos carcelero
y su historia lo enfrentó.

De provocador acusa
quien en diez años flotó
con una moral difusa
salvado en un mar de excusas
que al pueblo creyente hundió
con mentiras retorcidas
y verdades escondidas. 

miércoles, 22 de febrero de 2017

Incómodos apuntes el día de mi estreno

Advertencia al lector: Soy la palabra incómoda, tanto en México como en Estados Unidos. No la leas si no quieres repensar lo que quizás dijiste.

No festejo tanto, como muchos pensarían, que el gobierno cubano no le permita a Felipe Calderón la entrada a la isla de Cuba. Celebraría más que los mexicanos no dejáramos entrar al territorio nacional a ese ex presidente después de que lo convirtió en un camposanto.  Y festejaría que los mexicanos en Estados Unidos no le hubieran dado tregua en Harvard ni le hubieran permitido recuperarse políticamente inflando a su esposa-marioneta. Festejaría que los estudiantes mexicanos en Harvard hubieran alzado la voz en lugar de sentirse orgullosos de estudiar ahí. Y festejaría que el pueblo de México no hubiera permitido la entrada de Salinas de Gortari a nuestro país, después de que Cuba no solamente lo dejó ingresar a la isla con toda tranquilidad sino que lo acogió cuatro años para que pudiera recuperarse políticamente. ¿Por qué razones Cuba alberga a Salinas de Gortari pero impide el paso a Calderón? No lo sabemos ni debiera importarnos. Lo que es muy grave es que nosotros permitamos el paso a ambos, a sus hijos políticos y a sus esposas malignas, después de todo lo que hicieron.  

* * *

Yo hablo cuando es arriesgado hacerlo, que es cuando importa. El día de hoy estreno en un tradicional teatro bar del sur de Manhattan un monólogo relativo a los primeros días del gobierno de Trump. Hablo para dar un espacio de sosiego y diversión bien informada, que no es cualquier clase de humor. Y mientras me sea posible, difundiré el trabajo de nuestros mejores artistas, que por supuesto, nunca reciben el merecido reconocimiento ni apoyo. Hoy comienzo con gloriosas muestras del compositor Guillermo González Phillips tocando con su grupo 3nsambl3, del cantautor Miguel MalSón y del del formidable guitarrista Antonio López Palacios, además de repartir volantes sobre otros ejecutantes y creadores independientes.


domingo, 4 de diciembre de 2016

Cinco cosas que puedes hacer si no llegaste a la Feria del Libro de Guadalajara y de verdad te molestó el cintillo


Si no llegaste
a la Feria del Libro de Guadalajara y de verdad te indigna que a las mujeres escritoras sólo se les identifique por sus relaciones maritales y sexuales con los escritores o por las opiniones de éstos, puedes apoyar comprando y leyendo libros de mujeres que hicieron su carrera sin el amparo de un hombre, muchas veces a pesar de ellos y de sus familias machistas, a las que los hombres les escondían las píldoras anticonceptivas para que se embarazaran y dejaran de escribir, y que no publican apologías del trapeador sólo para que las inviten a las ferias.

Además, si de verdad quieres más escritoras mexicanas independientes:
·       Puedes dejar de ignorarlas intencionalmente. Te ahorras tiempo refrenando tus impulsos. Puedes tratarlas como hablarías de un hombre. Y puedes dejar de escribirles sólo en secreto para que nadie te vea.
·       Puedes ser crítico, pero preguntarte seriamente si no hay ninguna motivación personal que no te molestaría si fuera escritor varón. Y puedes hacer tus comentarios y reseñas tan públicos como los expresas sobre un hombre, para no hacerles el vacío.
·       Puedes comprar y leer novelas impúdicamente feministas y sobre el feminismo, y puedes pedir a los libreros y a los reseñistas que incluyan esos libros en sus catálogos, aunque sea para chismear la vida amorosa de las autoras.
·       Si eres mujer, puedes dejar de reducir el trabajo de una escritora a la trivia y empezar a leerla. Puedes dejar de espiarla sigilosamente y empezar a decir en público lo que opinas.

Si haces todo eso, o algo de eso, fomentarás que haya más escritoras sin referentes masculinos.
     De paso, si eres mujer:
·       En cualquier conversación profesional relacionada con tu carrera o tu trabajo, cuando una mujer hable, repite tú lo que dijo y opina (ya sea a favor en contra de tu colega) para que su voz tenga tanto micrófono como el que les das a los hombres, y pídele que ella haga lo mismo por ti.

El cintillo que rebasó el parámetro sexista aceptable.

Si a los escritores los describieran como a las escritoras.



viernes, 2 de diciembre de 2016

Sobre el Mago de Oz que engaño a EUA:"El camino amarillo rumbo a la extinción" por E. Sperber

¿Pero qué pasó en Estados Unidos? Pues que el Mago de Oz los engañó a todos, tal como ilustra en esta brillante analogía el escritor Elliot Sperber, quien como muchos de ustedes recordarán generosamente me ayudó a poner la nota discordante en la Feria del Libro de Guadalajara dedicada al Estado de Israel con un sublime y compasivo análisis desde el punto de vista de un judío que no ataca a lospalestinos. Ahora nos explica cómo es que “Dorothy” —el pueblo norteamericano—, acompañada del León Cobarde Bernie Sanders y contra el Partido Demócrata caracterizado como la Bruja, andan preguntándose cómo regresar a casa.

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El camino amarillo rumbo a la extinción
Por Elliot Sperber*
*Artículo originalmente publicado en inglés en  la revista CounterPunch el 21 de noviembre de 2016, traducido para este espacio con permiso del autor.

Tal vez han oído ustedes cómo la campaña de Hillary Clinton tenía una estrategia para elevar a Donald Trump al nivel a lo que ellos llamaban el "candidato tipo flautista de Hamelín". Pero parece que Trump está más cerca de otro personaje ficticio. Retratado durante años como el mago de los negocios, al igual que el estafador amplificado por los medios de comunicación en el clásico de L. Frank Baum, Trump (tal como Clinton y Margaret Atwood recientemente señalaron) se parece más al Mago de Oz.
Pero si Trump es el Mago, ¿quién es Hillary? ¿La Bruja? 
En lugar de reproducir clichés sexistas, tal vez sea más justo poner al clintonismo, al Partido Demócrata o al neoliberalismo como la Bruja. Y la Bruja está muerta. Ding dong. Y la gente está celebrando (aunque de manera menos visible que las manifestaciones contra Trump que surgen diariamente por todas partes del país). 
Están celebrando porque la ideología que acomodó la entrada y la permanencia de guerras en Afganistán, Irak, Libia y cualquier otra parte; que subcontrató en el exterior los empleos y que expandió el desempleo y el trabajo precario junto con acuerdos comerciales como el TLC, parece por fin haberse descartado. Las iniciativas de ley sobre el crimen, el estado de vigilancia, los rescates de los bancos, el encarcelamiento masivo, la austeridad y la privatización, el estancamiento de los salarios acompañado de aumentos a la deuda estudiantil y a la deuda del consumidor (todo lo cual enfrascado en el insulto de la Ley de Salud de Obama, alias la Ley de Salud de Romney), que ha hecho tanto por enriquecer a los ricos y empobrecer más a la gente común, parece todo haberse detenido. Pero, como en El mago de Oz, las cosas pocas veces son como parecen. Y mientras que los Munchkins -y los Mnuchins-, entre otros, están exultantes por la muerte política del clintonismo, muchos más ven poco que celebrar y mucho qué temer. Porque aunque  la Bruja esté muerta y la prevención de una guerra con Rusia, así como la eliminación del TPP, sean victorias para los pequeños del planeta, el enemigo del enemigo no es necesariamente tu amigo. Las promesas que hizo Trump de una mayor desregulación, de privatización de las escuelas, de degradación ambiental y de exenciones fiscales para los ricos son difícilmente victorias para la gente común, y tampoco lo son las políticas racistas y xenofóbicas del Alt-Right (alias, nacionalismo blanco) que están apoderándose del brazo Ejecutivo del gobierno de los Estados Unidos. Marcando un punto de partida fundamental de las normas de la posguerra, las metas explícitamente racistas e implícitamente genocidas de Trump y compañía auguran persecución, represión y catástrofe.
¿Hipérbole, dicen? ¿Exageración? Sin duda, muchos responderán que durante años la gente ha estado gritando que "ahí viene el lobo" respecto al antisemitismo y el racismo. Quien quiera que sea lo suficientemente crítico de las políticas de Israel hacia los palestinos -por ejemplo-, es etiquetado y difamado como antisemita. Incluso los judíos que son críticos hacia Israel, como Noam Chomsky, están etiquetados de esta manera. Como tales, es completamente entendible que la gente sea escéptica respecto a los informes concernientes al antisemitismo y el racismo de Donald Trump y su círculo cercano. Y aún así, hay una diferencia profunda entre el escepticismo honesto y el deshonesto, y quien quiera que examine la historia de Trump verá que ha practicado durante décadas varias formas de discriminación racista y creación de chivos expiatorios. Entre otros, el director de estrategia de Trump apoya a los antisemitas y a los racistas. Y el único problema que el hombre elegido por Trump para procurador general de justicia, Jeff Sessions, tiene con el KKK, es que algunos de ellos fuman mota. (Más aún, no olvidemos el hecho de que la moraleja de la historia del niño que gritaba que ahí venía el lobo es que el lobo al final sí llegó.)
Así sea lobo o mago, la historia de discriminación de Trump no sólo es noticia vieja sino que arroja gran luz sobre su designación de Stephen Bannon como su director de estrategias. La permanencia de Bannon en Breitbat (una organización Alt-Right, o lo que es lo mismo, nacionalista blanca), condujo a la publicación de notas que promueven los tropos más estereotípicamente racistas contra las mujeres, los negros, los judíos, los musulmanes y los mexicanos, entre otros. Y ahora, este autor de propuestas de Alt-Right y la supremacía blanca está a cargo de las estrategias para implementar políticas que incluyen la deportación de millones de inmigrantes y el destierro de musulmanes. Por largo tiempo estas deportaciones forzadas han sido metas nacionalistas blancas que no meramente violan los principios básicos de la tolerancia religiosa y el respeto a los derechos humanos sino también la Enmienda Primera, la Cuarta y la Décimo Cuarta, entre otras. En otras palabras, las políticas de Trump contradicen en gran medida el juramento ejecutivo de defender la Constitución. Con Trump, esas contradicciones abundan.
Dice Trump, por ejemplo, que no socavará los derechos recientemente ganados por las y los homosexuales. Eso es ya ley, dice, refiriéndose al reciente reconocimiento del Tribunal del matrimonio igualitario. Ha quedado decidido por el Tribunal Supremo, anuncia. Pero al siguiente respiro promete que revocará el dictamen del caso Roe vs. Wade, que también fue resuelto por el Tribunal Supremo. Está todavía más asentado. Estas contradicciones se cancelan una y otra.
Sus invectivas contra los musulmanes, los inmigrantes y otros han ya incitado a la violencia, envalentonando a muchos a atacar a los negros, a los musulmanes, a los latinoamericanos y a los judíos, entre otros chivos expiatorios. Desplazando las ansiedades generalizadas y la violencia del sistema capitalista, se han reportado cientos de tales ataques desde las elecciones. 
Esto no es por sugerir, desde luego, que Trump ganó las elecciones únicamente por el racismo o que sus partidarios son en su mayoría racistas y sexistas, como Clinton y sus partidarios alegan. Como muchos han señalado, Trump ganó en estados -como Ohio, Pennsylvania y Florida- que Obama había ganado apenas hace unos años. Su éxito es atribuible al hecho de que la gente estaba asqueada de la históricamente desagradable Hillary Clinton y sus políticas neoliberales que extienden la pobreza.
Como el Mago de Oz, que es una ilusión proyectada en una pantalla, el estafador (que acaba de pagar 25 millones de dólares para arreglar una demanda por fraude de su falsa universidad), engañó a una nación. Nadie está realmente seguro de lo que piensa. Con trucos y espectáculos, cautivó a los medios de comunicación durante meses y meses con su indignación; su cabello ridículo distraía a la gente igual que se engañan las presas con los señuelos alzándose en las cabezas de los anzuelos. 
Exclamando declaraciones extravagantes, lanzó su hechizo. Y la plutócrata Hillary y sus cohortes ideológicamente cegados, creyendo (como George W. Bush respecto a Irak) que la victoria estaba a la vuelta de la esquina, se precipitaron a la derrota.
Pero a pesar de la arrogante estupidez de ella (sus engaños, su desprecio al electorado que necesitaba ganar, su elección de Tim Kaine para vicepresidente, etc.), no debemos pasar por alto el hecho de que Trump solamente ganó por un tecnicismo antidemocrático. Aunque su triunfo prevaleció en el Colegio Electoral, perdió el voto directo popular. Como tal, aunque Trump goce una victoria legal, no fue una victoria moral. En muchos aspectos es completamente inmoral,  pues se deriva de sus promesas de promover la tortura y otros crímenes, así como del antidemocrático Colegio Electoral establecido en la Constitución. Al igual que la Constitución en general, el Colegio Electoral fue designado para minimizar el mandato popular, amplificando el poder de una minoría de latifundistas. (Los propietarios de esclavos, preocupados de que el norte se estuviera poblando más que el sur, y que el voto directo popular disminuiría su poder, ratificaron la Constitución sólo porque incluía el sistema electoral, que contaba a los esclavos como tres quintas partes de una persona repartidos entre representantes y electores, lo cual por tanto les  aumentaba su poder a ellos y les aseguraba sus privilegios.)
Si esta institución hubiera sido extirpada de la estructura legal de EEUU, bueno, es difícil imaginar que las cosas fueran hoy menos antidemocráticas. Pero tal como está, el Colegio Electoral ilustra a qué grado EEUU sigue siendo poco más  que un Estado de esclavitud insuficientemente reformado. Y aquí estamos, como Dorothy, preguntándonos cómo llegar a casa.
Por supuesto, Dorothy no estaba sola en Oz. La ayudó el Espantapájaros, entre otros. Era demasiado tonto para reconocer que el capitalismo y la democracia son antítesis. ¿El Espantapájaros es Paul Krugman? ¿O es Nate Silver y otros encuestadores, que inconscientemente incitaron la despreciada victoria del famoso multimillonario (y a la igualmente despreciada derrota de la ex secretaria de Estado)?
Una cosa es segura: si Trump es el Mago y el Partido Demócrata la Bruja, entonces Bernie Sanders -que se puso contra sus propios partidarios y apoyó a Clinton- es el León Cobarde. Y, sin embargo, el León Cobarde acabaría por hacerse de valor, así que quizás todavía hay esperanza para Bernie. A diferencia de muchos demócratas que están proponiendo que "darle una oportunidad a Trump", Sanders ha estado denunciando sus designios represivos.
Elogiado por republicanos recientemente hostiles (y por ese otro mago notorio, el ex Gran Mago del KKK, David Duke), Trump también tuvo una reunión amistosa con Obama desde que ganó. Parece que lo último que Obama quiere es socavar la transición pacífica del poder (incluso si es el poder de un Estado de supremacía blanca, pues, después de todo, es lo que Estados Unidos ha sido durante la mayor parte de su historia).
Sin embargo, a pesar de la historia racista de los Estados Unidos, es aún más alarmante ver a los supremacistas blancos preparándose para establecerse en la Casa Blanca. Y eso debe inducirnos a preguntarnos: ¿qué pasará si el sistema no llega a restringir a Donald Trump? Gracias a Bush y Obama, republicanos y demócratas, él tiene a su mando un estado de seguridad nacional sin precedentes. Y, por otro lado, ¿qué pasa si el sistema triunfa y evita que Trump prosiga su proyecto de construcción de infraestructuras, sus negociaciones comerciales y su relajación de las relaciones con Rusia, que asustan al complejo militar-industrial y a otros sectores del sistema más que los aspectos más xenófobos de su agenda?
Si Trump se ve obligado a restringir sus planes, ¿entonces qué? No es difícil imaginar que Trump siga la política de Obama de deportación en masa. Pero a diferencia de Obama -quien le ha ocultado con éxito a la opinión pública su política de deportar a millones de personas-, se puede ver fácilmente a Trump tomando crédito por esto, satisfaciendo así a algunos de sus bases. Y no olvidemos, aunque Trump genera temores sobre la creación de registros para los musulmanes, hasta cierto punto las bases de datos de registro para los musulmanes ya existen. Las listas de prohibiciones de vuelo son sólo una parte de esto. Y la vigilancia policial de las comunidades musulmanas, en mezquitas y escuelas, ha sido ampliamente conocida y tolerada desde el 11 de septiembre. Trump podría sencillamente continuar así.
Todo esto para decir, mientras continúa la represión en Standing Rock y otros lugares, y mientras el medio ambiente se deteriora con acuerdos climáticos insubstanciales y con una incomparable desigualdad económica, para la mayoría de las personas las condiciones ya son intolerables. Incluso si se impide que Trump cumpla con sus promesas de limpieza étnica de los Estados Unidos, la posición de Trump con respecto al calentamiento global tiene sus propias implicaciones genocidas. Por su promesa de sólo intensificar la pobreza, la inseguridad, la violencia y la degradación ecológica producida por un sistema político-económico basado en la explotación del planeta y su pueblo, Trump y el sistema que lo produjo, deben ser detenidos.
Por supuesto, una oposición que sólo tiene como objetivo detener a Trump, en el mejor de los casos logrará frenarlo. Para prevalecer, una oposición debe empujar con fuerza en la dirección opuesta, es decir, hacia el sistema de atención médica para todos*,  hacia una expansión del patrimonio público en oposición a la privatización, hacia una priorización agresiva de los derechos al agua, la vivienda, la educación, la alimentación saludable, y otros requisitos para la salud humana y ambiental, por encima de las exigencias de ganancias. Y, como se dice de otros derechos, estos derechos deben ser inalienables: que no están a la venta; que están fuera del mercado. Ésta debe ser la meta, la creación de un sistema realmente democrático, esto es, una democracia tanto económica como política.
Más allá de la retórica, para que una oposición prevalezca no debe simplemente proclamar que Trump "no es mi presidente". Debe reconocer que Trump (y el sistema mismo) carece de legitimidad. Esto no es simplemente porque el oponente de Trump obtuvo más de un millón de votos más de lo que él ganó, sino porque Trump promete violar los principios mismos que (por más limitados que sean históricamente) justifican la existencia de los Estados Unidos en primer lugar.
Más allá de Trump, sin embargo, el sistema político-económico biófago que le permitió alcanzar tanto poder debe ser rechazado también. Como dice la antigua máxima legal, la salud del pueblo debe ser la ley suprema. Y, debido a que el sistema mundial actual se ha extendido, y está diseñado para seguir propagándose, las condiciones de la enfermedad en todo el mundo, de todo el sistema, son violatorias.

PARA MUSICALIZAR ESTE ENSAYO, AQUÍ LES DEJAMOS A LA INIGUALABLE JUDY GARLAND INTERPRETANDO “SOMEWHERE OVER THE RAINBOW” DE HARLOD ARLEN: https://www.youtube.com/watch?v=PSZxmZmBfnU
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*En Estados Unidos no existe el seguro social, y próximamente en México ya tampoco, pues Peña Nieto se propone privatizar el sistema de salud cuando termine con el de educación, si es que lo consigue (N. de la T.).