lunes, 30 de mayo de 2016

Más inflado que Carlos Fuentes, cortesía de Random House

Yo no creí que hubiera alguien tan aprovechado y abusivo como Carlos Fuentes hasta que leí a Alberto Fuguet. Señor Sebastián Edwards: no sea mentiroso. Sudor no se trata de “un escritor casi idéntico a Carlos Fuentes, que escribe libros casi iguales a los de Fuentes y que tiene un hijo muy parecido al hijo de Carlos Fuentes”.
     El libro Sudor se trata del sexo por chat del alterego de Alberto Fuguet, para lo cual no es necesario comprar su novela sino meterse a cualquier sitio porno o de citas de sexo gay y transcribir tal cual conversaciones de chupadas de ano y pico (o pito, como decimos en México), que fue exactamente lo que hizo Alberto Fuguet. No sé si le llevó más de un día usar el comando copiar y pegar sus chats y sus bitácoras de cogidas, pero si eso es “la gran novela chilena”, en este momento en cualquier chat de Grindr ya se está escribiendo a toda hora. Fuguet utiliza nada más al principio y al final de la novela al personaje de Fuentes y algunos nombres verdaderos sólo como gancho comercial, haciéndonos creer que el libro, si no una gran obra, por lo menos será un relato entretenido de la picaresca del mundillo literario mexicano y las correlaciones de poder (yo lo compré porque menciona por su nombre al director de cine Julián Hernández, para quien escribí un guion que se ganó un concurso de Fidecine, cosa que menciono para que después no digan: "¿Y ésta quién es para criticar a un influyente autor de Random House"?), pero no es así, y él cree que basta con describir en las primeras páginas, a manera de "propuesta" todo lo que va a ser su libro para que lo sea. Lo que sí logra ser es lo mismo que él achaca a otros: un “name-dropping que exhala una sensación de arribismo wannabe naco que hiede a privilegio de diplomáticos” (cito  textual de su libro). En efecto, Fuguet se trepa en nombres reales para darse a conocer él (qué daño les hizo Bolaño en Chile, ya lo veo: hacer lo mismo sin la gracia de Bolaño no equivale a escribir como él*). Lo demás es chat caliente aunque en entrevistas y en su publicidad Fuguet lo anuncie como una novela sobre Carlos Fuentes para que la compren.

     Hay algo más deshonesto que estafar al lector vendiendo como truco chafa de Edo Caroe lo que no es novela; algo aún más repudiable que treparse en la falsedad y en la publicidad inflada de Fuentes para exagerar aún más la propia, y es utilizar el nombre de un hijo muerto de Carlos Fuentes para vender un libro de chat porno. Eso es exactamente lo que hace Fuguet. Si ésa es su mejor novela, que Edo Caroe nos libre de leer las demás. Y si ése es su parámetro de buena literatura, señor Edwards, se ve que usted no ha leído, vaya... ni a Carlos Fuentes. Comentario a "Sudor, un libro berraco".


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Notas relacionadas: El futuro que nos bebimos en la copa de la inmediatez

*En una entrevista en la que Fuguet anunció que su libro trata sobre Carlos Fuentes, dice que Isabel Allende se quedó embarazada (literariamente) de García Márquez, pero se olvida advertir que él se embarazó (publicitariamente) de Bolaño. 

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Actualización: Que "no necesita a Fuentes para vender", dice (¿qué sería si lo necesitara?).

1 comentario:

  1. Aplaudo tu labor de peritaje y advertencia, querida Malú. Como siempre, pescando al gato al vuelo, antes de volverse liebre.

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