Así como en México en
lugar de nuestras verdaderas heroínas tratan de imponernos modelos de mujeres en
el poder como Elena Poniatowska, Rosario Robles y hasta Margarita Zavala la esposa
de Calderón (a quien no sé cómo las madres de los miles de muertos permiten
siquiera que hable, mucho menos que se postule para ocupar un cargo público), la verdadera heroína de Estados Unidos no es Hillary
Clinton sino Chelsea Manning, quien el miércoles de esta semana cumplió 27 años, y cuyas denuncias publicadas en 2010 desmintieron el aparato de propaganda de
guerra y revelaron los propósitos de las invasiones a Irak y Afganistán. Pasará
a la historia, además, como el verdadero modelo de heroicidad transgénero (no
las que se hacen millonarias en la televisión con consejos de belleza para
seguir explotando mujeres y reality shows
y que apoyan la guerra por petróleo).
Por
su cumpleaños, una serie de celebridades (también valientes a su manera) la
mandó felicitar. “Feliz cumpleaños,
Chelsea Manning. Te agradezco hoy y siempre tu extraordinaria obra de servicio
y lamento que haya tenido tan increíble costo personal —le dijo Edward
Snowden—. Como resultado de tu valiente acción, el pueblo norteamericano está
ahora más informado sobre los actos de nuestro gobierno a medida que se
posiciona para una guerra sin fin. Has inspirado a un público enojado a que
exija un gobierno que rinda cuentas por perpetrar la tortura y otros crímenes
de guerra, así como por el verdadero costo de sus guerras y por conspirar con
corrupción por todas partes del mundo”.
“Querida
Chelsea: Estoy seguro de que no es divertido pasar tu cumpleaños tras las
barras, pero quiero que sepas que hay miles y millones de gente en todo el
mundo que están pensando en ti y deseándote que estés bien —le escribió el
Nobel de Literatura J.M. Coetzee—. Te admiramos por los pasos que diste al servicio
de la democracia, es decir, por el derecho del pueblo a gobernarse, y te
respetamos por la fortaleza con la que te has mantenido desde que te
arrestaron, en tiempos en que debes haberte sentido muy sola y aislada. A mis
70 años no espero estar por aquí cuando recuperes tu libertad (a menos que tu
Presidente entre en razón y te ofrezca un perdón), pero quiero que sepas que
confío en que llegará el día en que tu imagen, y la imagen de Edward Snowden,
aparecerán en los timbres postales del Servicio de Correos de los Estados
Unidos”.
Y
el tan prodigioso como interminable cineasta Terry Gilliam también apoyó a su
valerosa compatriota* con una tarjeta postal dibujada por él en la que dice: “¿A
dónde vais, Estados Unidos? Chelsea, tu valentía nos ha demostrado mucho de lo
que nos debe preocupar. ¡Estamos en profunda deuda contigo!”.
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*El director de Brasil (la película que todo mexicano debería ver) y de El barón de Munchausen, integrante del grupo británico Monty Python, es de origen estadounidense. Abandonó su país atemorizado por la posibilidad "de convertirse en un terrorista tira-bombas de tiempo completo" si se quedaba.
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