viernes, 12 de octubre de 2012

No aprendieron nada de nosotras, las sin arroba


You want to be somebody’s discovery, not somebody’s wife”, le dice el galán Don Draper de la teleserie Mad Men a su segunda esposa cuando ésta quiere obligarlo a utilizar sus influencias para ponerla en un comercial.
Aunque ella no se arredra, la verdad es que a eso aspiran muchas artistas honestas en todas partes del mundo: a ser el descubrimiento de algún director, no “la amante” o “la esposa” a la que hay que dar trabajo para quedar bien con el productor, el director, el editor, el curador, etc.
¿Pero qué pasa en el camino? Algo más complejo que el cliché se atora. No todas las mujeres son unas bobas o tienen vocación de prostitutas. No todas son la Guadalupe Loaeza que se acostó con Granados Chapa para obtener el éxito arrollador con su primer libro Las niñas bien, hoy por hoy un best seller indisputable porque le prometió la eternidad y se la dio. Realmente algo pasa al inicio de ese proceso. Sobre todo en el caso de las creadoras frustradas en cualquier disciplina.
Una joven aspirante a cuentista recientemente aceptó que un conocido enamorado pusiera dinero para que le publicaran su libro en una editorial mexicana, a manera de “coproducción”. No es prostitución en el sentido riguroso del término, pero sí en el diferido: nunca se da crédito al coproductor como tal, y el dinero no lo puso ella. Digamos que le ayudaron financieramente para autopublicarse, o a semipublicarse.
No es que la evocada muchacha sea una boba ni una analfabeta funcional. Estudió en la Escuela de Escritores de la Sogem. Y hasta se graduó. ¿Qué la hizo sentir que ése era el único recurso del que podía echar mano para ser publicada? Su carrera ya nunca será lo que soñó, porque aunque nadie lo hubiera sabido, siempre la acompañará la certeza de que su primer libro no llegó a la imprenta por sus letras. En cualquier caso, si no estaba llamada a ser una buena escritora, saberlo le habría beneficiado. Ahora sólo está destinada a ignorarlo y este acto no hará más que hundirla. Por añadidura, parte de la propaganda de su libro es que se deslinda “del feminismo” (lo que no ponemos en duda ni tantito).
Lo que hay en el trayecto, lo que hace que estas mujeres no tan tontas terminen comportándose como tales, es siempre otra mujer contra la que las ponen a rivalizar los hombres con los que están teniendo sexo. Y su primer acto de estupidez es responder al reto: sentir envidia. En seguida, su único objetivo es la destrucción de esa otra mujer.
Estoy repitiéndome. Lo sé. Todo lo escribí hace mucho, y durante muchos años. Lo recreé, traté de reinventarlo, lo soñé y dejé una de mis vidas en ese sueño. Pero no asumo que las jóvenes mexicanas conozcan ni tengan por qué haber leído Un Dios para Cordelia, si nadie les habla de eso y si el movimiento de “rebeldía” de su generación (el llamado YoSoy132) se queda en enunciados tan elementales como el de que “no hay que hacerle caso a la televisión” (¿en serio, muchachos? Caray, si no nos dicen, no nos damos cuenta).
Igualmente alarmante me parece que en los albores de este siglo cuyo sello será el del reconocimiento de los derechos de los homosexuales, ellos y ellas con arroba recurran a las mismas conductas y respondan a los mismos esquemas opresivos de las relaciones de poder heterosexuales. Observo con profunda tristeza a los y las amantes con arroba aceptar el tráfico de influencias con arroba. ¿Pues qué no aprendieron nada de nosotras, las sin arroba, y de nuestras jodidas vidas heterosexuales?

5 comentarios:

  1. jajajaja!!! estoy atacad@

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  2. Me hiciste pensar también en algunas mujeres, no tan jóvenes, sin arroba y con ella, que han encontrado su mina de oro en el discurso feminista, se han empoderado y luchan a fuego y sangre contra la violencia del patriarcado que sufren, por ejemplo, las mujeres de Botswana o de Bután, claman a voz en cuello y con honorarios en Euros por la equidad de género, obtienen con eso puestos aquí y allá, amarillos o tricolores, da lo mismo, y en casita reproducen y ejercen el mismo esquema de opresión al que dicen oponerse.

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  3. En "La lágrima, la gota y el artificio" aparecen mujeres así... Para no irnos más lejos, Rosario Robles, quien recientemente estuvo en Ciudad Juárez haciendo campaña por Peña Nieto en nombre del "feminismo"... y en ese mismo fin de semana se reunió con jefes del crimen organizado que actúa en Chihuahua.

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  4. ¡Malúuu! siempre respeté el trabajo de Granados Chapa, pero mira que de literatura no sabía gran cosa: apostar por la Loeza...

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