domingo, 4 de marzo de 2012

Sólo detalles


"¡Apúrate! ¡Apúrate! ¡Todavía 'nos dan chance' de meter nuestra solicitud al concurso", me indican los artistas que necesitan mi carta de cesión de derechos de autor para un certamen que se cerraba el día 27. Es un texto mío que tienen montado estos intérpretes desde hace varios años. Lo único que requieren es mi permiso y es lo que dejan para el final. Me avisan apenas 10 días antes de que se venza el plazo. En plena era de internet, no contestan mis preguntas en línea y no reaparecen en pantalla sino hasta que se cerró la convocatoria. Me pregunto: ¿por qué "nos dan chance" de entrar si ya estamos a 3 de marzo? Si van a dar esa oportunidad, ¿no deberían tenerla los demás concursantes todos? ¿No debería anunciarse en la página oficial de los convocantes que hubo una prórroga para quienes no alcanzaron a meter sus paquetes a tiempo y que todavía hasta el 5 de marzo hay cupo? ¿No tienen igual derecho los que también trabajaron a deshoras, los que se descuidaron o a los que el día 24 les cortaron el servidor, el teléfono o la luz porque ya no tienen para pagarlo? ¿O los que se quedaron dormidos el día 26? ¿O los que no se acordaron? ¿O los que estaban crudos? Por cualquier razón, si se amplía el plazo para unos, tiene que extenderse para todos los demás. Es por esto que me niego a dar mi carta de cesión de derechos.  Yo no puedo cambiar el mundo en que vivimos, ni las elecciones, ni la credulidad absurda de los que van a votar en julio, ni la violencia en México. Esto es lo único que puedo cambiar: no ser parte de los concursos de trampas, grandes o pequeñas, sea Fonca, INBA, o Alfaguara. Empezamos por fijarnos en detalles para quedarnos en eso: sólo detalles. 

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