miércoles, 31 de agosto de 2011

Carta abierta a Malu Huacuja: ¿Becas de "Sistemas Nacionales" subsidios de liquidación de la actividad intelectual?

Por RODOLFO URIBE
de Rodolfo Uribe, el miércoles, 31 de agosto de 2011, 4:05
 En la estrategia de transición neoliberal se tienen perfectamente contemplados los gastos de “subsidios de transición”.
Son aquellos subsidios a fondo perdido que en plazos medianos, 10-15 años o más van a paliar el acomodo de un sector de la población en una actividad distinta a la actual por los cambios en los mercados. Estos cambios están dictados sobre todo por lo que hemos dado en llamar globalización que en los hechos se ha traducido en un proceso de apertura de mercados nacionales e integración de espacios económicos unitarios mayores a los nacionales en donde ya no se trata de que en cada unidad local o nacional se produzcan todos los satisfactores necesarios para la vida social, sino que estas actividades se concentren ahí donde supuestamente se pueden desarrollar mejor de manera “natural” de acuerdo a una mayor facilidad o concentración de factores que bajen costos y eficienticen la producción. Es el proceso de localización o “allocation”, que supuestamente se da dentro de un esquema “natural” de la economía, pero que en realidad tiene muchísimo de artificial, y la competencia para la producción de las cosas finalmente se da mediante el desarrollo de cualidades como de “el capital social”, una mayor capacitación o especialización de la mano de obra requerida, de una mayor facilidad de transportación mediante nuevas infraestructuras o vías de comunicación; mediante el aprovechamiento de clima, agua, etc. más adecuados para el tipo de producción de productos naturales; o mediante el desarrollo de elementos negativos para la calidad de vida local: competencia por bajar el costo de la mano de obra, desaparición de reglamentos de protección ambiental o de salubridad,  incentivos financieros (o sea baja de impuestos, de la recaudación para pagar los costos de la infraestructura urbana de salubridad, seguridad, etc. local. Zygmunt Bauman dice que los capitalistas dejan de pagar su parte del costo de la producción de la vida social). Y finalmente, también, meramente por acuerdos políticos de las llamadas zonas especiales de producción o de “denominación de origen”, donde ciertos productos sólo serán comercializados y reconocidos si son producidos en algún área y de hecho o por violencia se destruye la producción de éstos en otras. Esto último se hizo en los 90’s en Europa al formalizarse la Comunidad Europea prohibiendo la siembra de frutas y de producción de vino, y hasta la crianza de toros de lidia fuera de las zonas pactadas. Se llegó al extremo de que formas de producción integradas de producción agropecuaria múltiple como la dehesa castellana, fueron destruidas por este pacto. Recordemos el gran movimiento de resistencia que hubo contra esto, de donde surgieron dirigentes como Josep Bové. A diferencia del caso del Tratado de Libre Comercio en el caso Europeo abiertamente se habló de créditos de compensación. El resultado de la integración agrícola europea fue la disminución del número de productores (expulsión de población del campo), aumento de tamaño de las unidades producción (concentración de la propiedad), aumento del valor total del producto (en términos financieros pero no cualitativos: concentración de la riqueza y mayores impactos ambientales del monocultivo y la agricultura industrializada). Otra diferencia clave de la integración europea respecto a la del TLC es que ahí se abrieron las fronteras internas del nuevo espacio para que el factor económico humano, la población
buscara su relocalización, como dice la ideología económica neoliberal, “ahí donde fuera más productiva”.

            En ambas formas de integración se apuntó a destruir la economía campesina, en el TLC se pactó que sólo se produciría maíz en el noreste del país (Sinaloa) y el resto en los llanos centrales de Estados Unidos, y México tendría que comprar éste a cambio del petróleo crudo, fruta y los ingresos por turismo que produciría ahora el Sureste del país que dejaría de sembrar maíz. En este caso, fue transparente que el PROCAMPO era un subsidio de transición para la salida del mercado de los millones de pequeños productores de maíz del Sur-Sureste de México. La gran diferencia es que no se abrieron al tránsito humano las fronteras internas del TLC, y menos ante la semiintegración desde América Central, o lo que Estados Unidos llama Mesoamérica: El Sureste más Centroamérica: Plan Puebla Panamá. (Uno de los grandes defectos de este arreglo es que la producción de los llanos centrales de EU está basada en la extracción de agua subterránea del gran acuífero subterráneo de Ogallala cuya duración a la tasa de explotación actual se calcula que tiene un límite de 30 años, mientras la producción campesina de maíz tiene cuando menos 10 mil años en las
mismas zonas y sin riego ni extracción de agua subterránea).

            El PRONASOL
(luego Oportunidades, etc.) igualmente tiene el mismo sentido en una forma más amplia. Por eso inicialmente como bajó del Banco Mundial buscaba la conversión de campesinos y gente pobre en general en pequeños empresarios individuales y colectivos. Luego, manejado por el ala de excomunistas del gobierno de Salinas
de Gortari, se mexicanizó al convertirse en gasto clientelar para las elecciones. (es interesante como un sector de estos excomunistas sería usado para negociar/contener a los neozapatistas, con quienes estaban particularmente enojados por haberles descompuesto el formato de neocampesinismo y neoindigenismo ejemplificado por la Unión de Uniones de Chiapas).

            Los Sistemas Nacionales de Creadores y de Investigadores son del mismo tiempo y el mismo diseño: destrucción y baja de inversión en instituciones nacionales, que a su vez, tanto artísticas como académico-científicas pierden su autonomía junto con el presupuesto, y pasan a ser dirigidas mediante la centralización de evaluaciones como forma de aprobar montos presupuestales: si se apegan a los programas de las nuevas instituciones centrales y cumplen con sus metas hay presupuesto, sino no. Es el caso muy notorio de los posgrados de calidad por ejemplo. Y se reforzaría con mecanismos como el CENEVAL, y en educación primaria con la prueba ENLACE, etc., donde los contenidos de lo que deben de aprender los niños se deciden en la OCDE.

            Y en ese mismo tiempo y con ese mismo espíritu se crean las becas de ambos sistemas
donde la relación es directa entre la institución centralizadora y el individuo, pasando por encima de la propia institución de adscripción directa. En todos los casos, tanto para la producción material como la intelectual esto ha ocurrido como un proceso de negociación, resistencia y lucha donde se han aportado tanto factores positivos como negativos, y donde ocurren cosas buenas y malas, pero el problema es si finalmente, al ser un fondo compensatorio, el objetivo final no es, así, como en el caso del maíz, la eliminación de la producción intelectual y artística, para que ésta sólo se produzca en el país central del sistema del TLC, o –en el mejor de los casos- en las ciudades centrales o globales del sistema, esperando que alguna mexicana quede en esta
calidad. (Las cosas buenas son las que apuntan a lo que llamarían mejorar la calidad del capital social, y que es a lo que debemos apuntar para sobrevivir mejor en las condiciones actuales, las malas las que nos conducen a que funcionen como meros fondos de liquidación.)

            O sea que la cuestión es si además de la muy mexicana función de generación de dependencia, clientelismo y premiación de mediocridad, simulación y abierta corrupción que has señalado para el caso de las becas del Sistema Nacional de Creadores, y que lo mismo ocurre en el de Investigadores, finalmente no se trata de que en el mediano plazo desaparezca la producción intelectual. En el caso del de Investigadores se ha señalado mucho como la presión y tipo de evaluación que impone el SNI, que ya es el mayor referente de actuación que tenemos los científicos naturales y sociales, provoca que se pierda originalidad, profundidad y calidad en la investigación en aras de cumplir con los criterios cuantitativos de publicar a como dé lugar, y como termina premiando o al menos encubriendo a simuladores o practicantes de  actos poco éticos como abusos cometidos con estudiantes; pero más allá de eso, como en el caso del PRONASOL, ¿No será
también un muy inteligente medio para acabar con la actividad intelectual del país sacando de manera ordenada y progresiva a la gente de la actividad por un lado, y por otro bajando la originalidad y calidad de la misma, que en este caso significa incapacitarnos para entender nuestra situación y generar
alternativas propias tanto tecnológicas como morales y políticas?

            En este sentido, ¿qué estaría pasando con las becas de creadores y la producción
artística mexicana?

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