martes, 5 de julio de 2011

No todo es narcisimo tuitero

¿Creen que sea cierto lo que dice este artículo que aquí les enlazo sobre la generación de tuiteros narcisistas, o se refiere sólo una casta especial de jóvenes que se libró de la miseria en México?  ¿Y dónde están los que no se salvaron de la pobreza?  ¿También feisbuqueando para el narcotráfico o para las campañas electorales?  ¿Haciendo narcocampaña electoral o pejecampaña?
http://v2.reflexionesmarginales.com/index.php/articulos/108-la-generacion-yo-yo

Esta alebrestada condena titulada Generación Yo-Yo a mí no me convence. Si bien la red social de Facebook fue creada por un eructo de la ultraderecha universitaria norteamericana (que eructa frecuentemente), por cada diez neonarcisos estadounidenses  blanquísimos –o sus remedos de cualquier país–, que se contorsionan y  hacen table dance autista en todos los foros virtuales,  en mis ciberplayas una que otra vez aparece la botella con mensaje de un joven mexicano que no recibe sueldo ni del narcotráfico ni de las canonjías electorales regionales o federales, y que se pregunta si hay alguna forma creativa de reconstruir a nuestra nación. Esos cuantos me escriben y me preguntan cómo no creo en la desolación. Les explico que la desesperanza es el arma del poder para atraparlos, drogarlos y alcoholizarlos o corromperlos y convertirlos en políticos o en becarios permanentes del  Fonca que nunca fueron artistas. En parásitos o en criminales. Y todo eso empieza con la desesperación.   

2 comentarios:

  1. En otro tiempo, me interesé en la teoría de las generaciones de Pedro Laín Entralgo, quien partía de algunas reflexiones de Ortega y Gasset. Quedé persuadido de tal teoría al grado que no puedo aceptar fácilmente que una generación dure menos de quince años tal como lo plantea Yépez. Sé que no se le puede exigir demasiado a un artículo breve, pero más allá del reduccionismo y de las generalizaciones, creo ver un fallo en la conceptualización de los supuestos yo-yo.
    Dice el autor que no tienen vida, obra ni carrera, pero ¡tienen menos de 30 años! Los nacidos en los noventa menos de 20. ¿Si no son Rimbaud no harán nada? Parece que si al autor le gustan las profecías es porque después nadie le recordará lo equivocado que estuvo.
    Por otra parte, las redes sociales, en especial Facebook, son más utilizadas por jóvenes en edad de estudiar (o la edad casadera), y como quizá todas las generaciones, quieren conseguir pareja, procrear y entretenerse mientras llega la muerte. No veo narcisismo sino autopromoción, búsqueda de relaciones sociales. El verdadero narciso no se conectaría a Internet. Más bien son exhibicionistas.
    Además, también hay una buena cantidad de mujeres y hombres mayores de cuarenta que igualmente podrían considerarse “narcisistas” por cómo ofrecen su imagen virtual. El diseño y funcionamiento de estas redes empuja a la ostentación de superficialidades, al faroleo. Por ello, creo que Yépez confunde el cambio tecnológico con el cambio generacional. Necesitamos menos astigmatismo para ver el presente.
    En fin, creo que hice un comentario demasiado extenso. Pero con buena intención. Un abrazo, Malú, siempre un gusto leerte!

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  2. En el Derecho en México, hay narcisitas, como Miguel Carbonell o John Ackerman que a través del Twitter o Facebook han llegado a saciar sed y necesidad de ser atendidos, quizá sufrieron algún abandono cuando niños, que hoy nos informan hasta cuando van al baño a través de un Tuitt. Más aún, llegan a creer que porque tienen muchos seguidores ya son buenos en su materia, aún así digan tonterías. Si la TV nos estaba haciendo ignorantes en los setenta y ochenta, en la primera década del siglo XXI Facebook y Twitter nos está haciendo pendejos.

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