sábado, 25 de junio de 2011

Estoy bien contenta de vivir en un estado donde se aprobó el matrimonio sin discriminación por orientación sexual. ¡Ya era hora! Mi suegro murió de Sida y no llegó a ver este día, pero mi esposo y yo celebramos por los que no están. Tal vez nosotros tampoco llegaremos a ver el día en que los heterosexuales dejemos de ver esto como un "problema de homosexuales", pero otros celebrarán por mí.

3 comentarios:

  1. Poesía Morgendorffer Morán25 de junio de 2011, 12:53

    Celebro la aprobación, como homosexual, más no en la marcha.

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  2. Malú Huacuja del Toro25 de junio de 2011, 12:53

    Poesía: Yo celebro como heterosexual aunque no respeto el matrimonio como institución. Porque creo que más que el derecho a decir "sí me caso" es importante defender el derecho a decir "no me caso". Derecho del que yo gocé toda mi vida y los homosexuales no. Pero igual me burlo del matrimonio. Saludos.

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  3. Poesía Morgendorffer Morán25 de junio de 2011, 12:55

    Malú, creo que lo malo del matrimonio viene con la idealización romántica, al final es lo que es: un contrato civil muy útil en algunos casos para parejas que tienen ciertos convenios. Cada persona construye su relación al gusto, lo bueno es tener la posibilidad de hacerlo, o como dices tú: "No".

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